Tel Aviv/Prensa Latina
El primer ministro Benjamin Netanyahu está hoy bajo intensas críticas por entorpecer las negociaciones con Hamas, poco después de conocerse la recuperación en Gaza de seis cadáveres de prisioneros israelíes.
Esta mañana las autoridades anunciaron que los cuerpos desenterrados ayer en un túnel en el enclave costero son de ciudadanos apresados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) durante su ataque el 7 de octubre de 2023.
El 20 de agosto último, el Ejército recuperó otros seis cadáveres en similares circunstancias en la ciudad gazatí de Khan Yunis.
Tras el nuevo anuncio, las familias de los detenidos en Gaza reclamaron a Netanyahu acceder a un intercambio con Hamas y lo acusaron de priorizar su agenda política a los intereses nacionales.
“Están jugando a la política. Están retrasando el tiempo. No les importa si los secuestrados están vivos o muertos”, afirmó Ili David, hermano de Avitar David, quien se encuentra retenido en el enclave costero.
Mientras, el Foro Empresarial de Israel, que reúne a 200 jefes de compañías nacionales, anunció que se suma a la protesta en favor de un canje.
Por su parte, el exministro de Defensa y dirigente opositor, Benny Gantz, acusó a Netanyahu de intentar ganar tiempo por razones políticas.
Gantz llamó a la ciudadanía a salir a las calles a manifestarse contra el Gobierno de extrema derecha que dirige al país.
Incluso, el titular de Defensa, Yoav Gallant, se desmarcó de la postura del gabinete al reclamar una tregua y un intercambio de prisioneros.
Gallant tiene desde hace meses constantes enfrentamientos públicos con Netanyahu y los ministros ultraderechistas como el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y de Finanzas, Bezalel Smotrich.
El gabinete político y de seguridad debe reunirse inmediatamente y revocar la decisión adoptada el jueves, afirmó en alusión a la negativa a retirarse del Corredor Filadelfia, en la Franja de Gaza, una de las condiciones acordadas previamente para alcanzar un alto el fuego.
Ese eje es una franja de tierra palestina de 100 metros de ancho y 14,5 kilómetros de largo que corre paralela a la frontera entre Egipto y Gaza, que Netanyahu quiere mantener controlada con el argumento de impedir la entrada de armas y pertrechos bélicos a Hamas.
Tanto los palestinos, como El Cairo y la comunidad internacional rechazan la ocupación de esa zona. Gallant estimó que la decisión de mantener a las tropas allí amenaza la vida de los israelíes detenidos en Gaza, que esperan ser canjeados por palestinos prisioneros en ese país.
Según el portal noticioso Ynet, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, respaldó la postura de Gallant, al igual que el titular del Mossad (servicio de inteligencia exterior), David Barnea, al estimar necesario retirarse para avanzar en el intercambio.