Jerusalén / AFP
Claire Gounon
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el jueves planes para construir miles de nuevas viviendas para colonos en Jerusalén Este, anexada, a dos semanas de las elecciones legislativas, un proyecto inmediatamente denunciado por los palestinos.
El estatuto de Jerusalén es una de las piedras angulares del conflicto israelo-palestino, ya que los palestinos desean hacer de la parte oriental de la ciudad, ocupada y anexada por Israel, la capital de su futuro estado,E mientras que las autoridades israelíes consideran que toda la ciudad es su capital indivisible.
El desarrollo de los asentamientos en Jerusalén Este y Cisjordania, dos territorios palestinos ocupados por Israel desde 1967, sigue siendo motivo de tensión entre ambas partes.
«Tengo grandes noticias hoy. Añadiremos 2.200 viviendas a Har Homa», declaró Netanyahu a 11 días de las terceras elecciones legislativas en menos de un año, una votación clave para la supervivencia política del primer ministro, acusado de corrupción.
«Fundé este barrio en 1997 cuando fui elegido primer ministro, a pesar de las objeciones de todo el mundo», añadió en un vídeo difundido por su oficina, apareciendo cerca de este asentamiento. «Hoy hay 40.000 habitantes, y añadimos 10.000 más. Har Homa estará compuesta por 50.000 habitantes, como una ciudad israelí media».
Netanyahu también anunció la construcción de miles de viviendas en Givat Hamatos, otro sector de Jerusalén Este. «Esto significa 4.000 nuevas viviendas, 1.000 para los habitantes árabes de Beit Safafa (sector palestino cercano) y 3.000 para los habitantes judíos», agregó.
El primer ministro ya había dado su acuerdo «definitivo» en 2014 para la construcción de unas 2.000 viviendas en Givat Hamatos, pocos meses antes de las elecciones legislativas, sin que finalmente se construyera ninguna.
– Más tensión y violencia –
«El intento de Netanyahu de ganar los votos de la derecha israelí en vísperas de las elecciones, en detrimento de los derechos de los palestinos, no conducirá a la paz y a la estabilidad, sino a una mayor tensión y violencia en la región», respondió Nabil Abu Rudeina, el portavoz del presidente palestino, Mahmud Abas, en un comunicado.
El primer ministro israelí corteja abiertamente a los electores de la derecha nacionalista frente a la formación de su rival centrista, el general (R) Benny Gantz, después de dos elecciones en que no lograron desempatar claramente.
Estas elecciones son tanto más cruciales para Netanyahu en cuanto que, a partir de mediados de marzo, debe hacer frente a la justicia que lo acusa de corrupción, malversación y abuso de confianza en tres casos.
La ley israelí dispone que todo ministro que sea procesado penalmente debe renunciar a su cargo, pero esta medida no se aplica al primer ministro.
«Netanyahu hace promesas que no podrá cumplir», afirma por su parte la alianza de partidos de izquierda israelí, con respecto al anuncio del primer ministro sobre las nuevas viviendas en asentamientos, que denuncia como «una provocación irresponsable destinada a atrapar algunos votos a la derecha».
Más de 600.000 personas viven en asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este, ilegal para el derecho internacional. La colonización de los territorios ocupados se aceleró en los últimos años bajo el impulso de Netanyahu y de su aliado en Washington, el presidente estadounidense Donald Trump.