París/dpa
El Paris Saint-Germain comenzó el sábado la búsqueda de la reconquista del título de la Liga de Francia con una victoria por 2-0 ante el humilde Amiens, pero la estrella del partido ni siquiera estuvo en el banco de suplentes.
De esa manera se puede resumir el estreno en la Ligue 1 del PSG, que más allá de los tres puntos que sumó por los goles del uruguayo Edinson Cavani y del argentino Javier Pastore, utilizó el partido como excusa para presentar ante sus hinchas en el Parque de los Príncipes al brasileño Neymar, por el que le pagó dos días antes 222 millones de euros (unos 263 millones de dólares) al Barcelona, en el fichaje récord de la historia del fútbol.
Mucho antes del inicio del partido, las tribunas del estadio estaban colmadas de aficionados, que ondeaban las banderas azules y rojas que identifican al equipo parisino.
La expectativa era enorme, hasta que el presidente del club, Nasser al Khelaifi, quitó la cortina del túnel y el astro brasileño apareció en escena, vestido con la camiseta número 10, la que Pastore le cedió apenas se concretó la transferencia.
“Bienvenido al Parque”, le dijo el dirigente que promovió su llegada, mientras el brasileño recorría el campo junto a un grupo de niños, saludaba a los aficionados y se llevaba las manos al corazón.
“Merci (gracias)”, respondió Neymar a Al Khelaifi y a la multitud que no paraba de ovacionarlo. “Tengo la intención de ganar muchos trofeos con ustedes y necesitaré de su apoyo para lograr esos títulos”, añadió el astro, ya en portugués.
Luego, comenzó a jugar con la hinchada, con el clásico slogan del PSG: “Paris c’est magique (París es mágico)””
“Ici c’est…” (Esto es…), gritaba Neymar, para que los aficionados respondieran a coro: “¡París!”
El resto fue parte del mismo show. Neymar dio una vuelta al estadio, pateó balones para las tribunas y saludó con sus manos a los hinchas que se encontraban en las primeras filas.
Quedaba un detalle. Neymar no se olvidó del particularmente entusiasta recibimiento del Stand de Auteuil, la tribuna donde se ubican los ultras del equipo, y completó la sorpresa: ni bien terminó la vuelta, de pronto regresó corriendo hasta ese sector, se quitó su nueva camiseta y se la lanzó a los aficionados, que forcejearon un buen rato hasta definir quién se quedaba con el preciado botín.
Después de semejante ceremonia, el partido en sí terminó siendo algo parecido al anti-clímax.
El PSG superó sin dificultades al recién ascendido Amiens, pero sin mostrar todos los fuegos artificiales -de manera literal- que acompañaron el arribo de Neymar. La atención continuaba en otro lado, en este caso el palco desde donde el brasileño seguía el partido.
Fue “la victoria de 12 hombres”, tituló el diario deportivo “L’Equipe” su edición del domingo. En las páginas interiores, la columnista Melisande Gómez escribió de forma sarcástica: “Neymar es como la electricidad o como los antibióticos: en cuanto lo tienes, te preguntas cómo te las arreglaste sin él durante todos estos años”. El siguiente compromiso del PSG será el próximo domingo cuando el equipo dirigido por el español Unai Emery visite al Guingamp, mientras que la siguiente semana, ante el Toulouse, debería ser el primer partido en casa, ante el público que lo convirtió en ídolo sólo con verlo con su camiseta.
Está claro que a esa altura ya estará el transfer que el Barcelona y la Liga española no enviaron a tiempo esta semana y que impidió que el sábado la fiesta fuese sido completa.