Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
En nuestro medio se acostumbra que cuando un periodista o no periodista critica la pobre actuación internacional de los atletas, aparecen las voces disonantes descalificando a los periodistas y a otros críticos, considerando “pobrecitos” a los atletas y justificando que hasta mucho hacen con el poco apoyo que reciben.
Pues la verdad que no. Para efectos de Ilustración e insumos, viene al caso hacer del conocimiento a estos “trasnochados samaritanos”, que la mayoría de los atletas salvadoreños que viajan al extranjero o compiten localmente, son mayores de edad y con varios años de estar en la alta competencia. Atletas que, tras los resultados en Tokio confirmaron que, a pesar de las ganas que le meten, siguen verdes con respecto a la preparación y actual nivel deportivo internacional.
Lo que pasa es que a la mayoría, sabiendo que su nivel físico-técnico es limitado y que van a la boca del lobo, se presta para unirse a la caravana olímpica turística para gozar de algunos días de vacaciones pagadas a cuerpo de rey. Pero de eso a que sean “pobrecitos” e inocentes palomitas, nada que ver. Y por deber patrio, el periodismo profesional, serio y valiente, debe denunciar estas afrentas a la patria y no ser un cómplice voluntario más.
En buen castellano, el punto es que el nivel del deporte salvadoreño sigue muy pobre, pero enganchado y atrevido a la hora de ir a fajarse contra atletas de otros niveles, incluso profesionales. Hay que poner los pies sobre la tierra, la sangre fría y no usarlos para turismo. Y no me vengan con el gastado cuento de que, “Se ganaron el derecho y hay que estimularlos para que ganen experiencia”. A otro chucho con ese hueso. La mejor manera de estimularlos y hacerlos crecer es prepararlos integralmente bien para que sean protagonistas. ¡Qué alguien ponga orden!.