Madrid/dpa
Había sido tan dura la lucha por alcanzar su sueño, ser campeón del mundo de Fórmula 1, que a Nico Rosberg no le quedaban más fuerzas para seguir. Y cinco días después de conquistar su primer título mundial anunció su retirada.
Nadie se lo imaginaba, nadie sospechaba nada. El alemán guardó la noticia bien adentro y el 2 de diciembre, el día que iba a recibir la copa, provocó una gran sacudida en la máxima categoría del automovilismo.
“Llevo 25 años en el mundo del motor y mi sueño, mi única y gran meta, era ser campeón del mundo. Tuve que sacrificar mucho. Pero a pesar de todo ese trabajo duro, esos dolores, esas renuncias, continuó siendo mi objetivo”, señaló en su carta de despedida Rosberg, de 31 años.
“Les puedo decir que esta temporada fue tremendamente exigente. Tras las enormes decepciones de los dos últimos años, esta temporada lo di todo como un loco. Alcancé un nivel que nunca antes había alcanzado y eso repercutió en mi familia. Fue un esfuerzo muy grande el que hicimos”, agregó.
Y así puso punto final a su carrera el hombre que en 2016 aparcó por fin ese sobrenombre de “eterno segundón”. Por fin era él el hombre a batir, el mejor, el campeón. Pero no fue, ni mucho menos, una temporada sencilla para Rosberg.
Su compañero en Mercedes, el británico Lewis Hamilton, le exigió hasta la última curva de Abu Dabi, sede del Gran Premio con el que se bajó el telón de la Fórmula 1. De hecho, Hamilton acabó el año con más victorias, podios y “poles” que Rosberg, pero también ganó en abandonos, lo que le costó al final el título.
La escudería Mercedes volvió a ser la medida de todo con 19 victorias en 21 Grandes Premios, incluyendo ocho dobletes. Un coche veloz y fiable como ninguno, el bólido más codiciado.
O eso se creía: porque aunque la retirada de Rosberg dejó libre una “flecha de plata”, la búsqueda del sustituto se convirtió en una tarea mucho más complicada de lo esperado.
“La decisión durará hasta finales de enero porque las negociaciones son muy complicadas. Hay dos caminos: ¿apostamos por un joven o fichamos a un veterano?”, señaló esta semana el ex piloto Niki Lauda, jefe del consejo de vigilancia del equipo.
Sonaron en un principio Sebastian Vettel y Fernando Alonso, pero el alemán y el español mostraron su fidelidad hacia Ferrari y McLaren, respectivamente, pese a que el 2016 de ambas históricas escuderías fue para olvidar.
Ferrari acabó tercera el campeonato de constructores sin una sola victoria. Entre Vettel y Kimi Raikkonen sumaron cinco segundos puestos. Mucho peor fue el 2016 para McLaren, que sigue sin despegar desde su alianza con Honda.
El año también supuso el de la consolidación del joven Max Verstappen, que consiguió la primera victoria de su carrera en Barcelona tras dar el salto de Toro Rosso a Red Bull. El holandés de 19 años, no obstante, recibió duras críticas por sus polémicas maniobras.
La temporada 2017 se presenta con varias incógnitas. Más allá de quién será el compañero de Hamilton en Mercedes queda por ver qué ocurrirá con los cambios previstos en las reglas. Los neumáticos y los bólidos serán más anchos para ganar velocidad y espectáculo.
Además, aún hay que ver cómo llevarán el deporte los nuevos dueños de la Fórmula 1, el grupo estadounidense de medios y entretenimiento Liberty Media, que compró el paquete accionarial que estaba en manos de CVC.
El que no vivirá esta nueva época es el británico Jenson Button, campeón del mundo en 2009 y que puso fin a su carrera esta temporada. El mismo camino tomó el brasileño Felipe Massa, aunque según medios podría aceptar una nueva oferta de Williams para continuar.