AVN / AFP / RT / Redacción Internacionales
El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, tomó posesión de la Presidencia para el período constitucional 2019-2025, ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
«Juro en nombre del pueblo Venezuela, por nuestros antepasados y el gran Cacique Guicaipuro, por el Negro Primero y nuestros pueblos afrodescendientes, por el Libertador Simón Bolívar, por los libertadores de América, por el legado del comandante Hugo Chávez, por los niños y niñas del país , que no daré descanso a mi brazo y reposo a mi alma, y que cumpliré y haré cumplir todos los mandatos de la Constitución para procurar defender la independencia e integridad absoluta de la Patria», expresó el Jefe de Estado durante el acto de juramentación.
Destacó que como presidente llevará la nación a la prosperidad social y económica, y además construirá el socialismo del siglo XXI.
La juramentación se realizó ante el TSJ en cumplimiento del artículo 231 de la Constitución que establece que «el candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el diez de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional. Si por cualquier motivo sobrevenido el Presidente o Presidenta de la República no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)».
Para su nuevo ejercicio presidencial, el jefe de Estado venezolano fue electo con 67,84% de los votos del pueblo, que se traduce en 6 millones 248.864 electores, en los comicios realizados el 20 de mayo de 2018.
«Hoy 10 de enero voy a juramentarme con el pueblo como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, para seguir construyendo la patria socialista, por el camino invicto de nuestro Comandante Chávez», escribió el Jefe de Estado en la red social Twitter, antes de la ceremonia.
– El poder es del pueblo –
«Aquí estoy, he cumplido con la Constitución, está certificado mi juramento y desde hoy asumo la presidencia de la República para el segundo período electo por el pueblo», afirmó desde el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ubicado en Caracas.
En su discurso, que se extendió 1 hora y 23 minutos, señaló que la toma de posesión representó «un paso de paz» para la nación, dado que cumplió con lo establecido en la Carta Magna de 1999, que en su artículo 231 admite su celebración en el Máximo Tribunal ante situaciones sobrevenidas, en este caso el desacato judicial que mantiene la Asamblea Nacional (AN), desde el año 2016.
«Es acto es un acto de paz, porque todo acto que haga cumplir la palabra dentro de la Constitución, son eventos que suman un conjunto de fuerzas políticas e institucionales de paz para nuestro pueblo», dijo en transmisión conjunta de radio y televisión.
Reiteró que su línea de acción gubernamental se enfocará en alcanzar la prosperidad social y económica, así como en la construcción del socialismo del siglo XXI en búsqueda de un mejor futuro. Por otro lado, resaltó que en Venezuela existe una democracia sólida y «no de élite, ni de magnates» como la que mantienen gobiernos que actualmente se presentan como enemigos del país.
Con una visión geopolítica, el jefe de Estado planteó la celebración de una cumbre especial con la participación de gobiernos de América Latina y el Caribe para abordar temas comunes y, al mismo tiempo, contrarrestar la ofensiva de la derecha extremista.
El evento, que retoma una propuesta presentada con anterioridad, busca debatir y concretar acuerdos que permitan superar la intolerancia y la agresión ideológica que «daña nuestro continente, que daña el sueño de los Libertadores y que traiciona el sueño de la unión».
Precisó que la convocatoria promueve la discusión bajo una agenda abierta, que incorpore temas comunes para discutirse «cara a cara». En este sentido, indicó que si sus homólogos solicitan conversar sobre Venezuela, se discutirá «de cara al pueblo».
«Todo es posible si hay voluntad política, creo que el Alba puede jugar un papel importante, tomar una iniciativa diplomática, de altura para parar esta locura, esta escalada que quién sabe a dónde nos puede llevar», agregó, al tiempo que recordó que Venezuela es víctima de una campaña de manipulación, orquestadas por poderes hegemónicos.
En tanto, aprovechó la ocasión para ratificar su disposición de avanzar en relaciones de cooperación y respeto con países de la Unión Europea (UE), así como abogar por el fortalecimiento de la integración latinoamericana, bajo el prinicipio de respeto mutuo.
– Lealtad de la Fuerza Armada –
El alto mando le juró fidelidad por enésima vez al presidente Maduro en la Academia Militar en Caracas, ratificando que la Fuerza Armada es «socialista, antiimperialista y profundamente chavista».
«Acatamos sin vacilación su mando único e indiscutible liderazgo para dirigir los destinos de la patria en los próximos seis años y lo reconocemos como nuestro comandante en jefe», señaló un pregón leído por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
– Medidas económicas –
Maduro, por otro lado, informó que un conjunto de nuevas medidas económicas, que fortalecerán el Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica, serán anunciada el próximo lunes durante su comparencia ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Destacó que las acciones buscan enfrentar la guerra económica que, desde 2013, se ciñe contra Venezuela a causa de las medidas aplicadas por el gobierno de Estados Unidos y sus aliados de la región.
En esta línea, adelantó que un grupo de empresarios extranjeros, procedentes de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, se encuentran en territorio nacional con la intención de invertir en la economía venezolana.
– Lucha contra la corrupción –
En su alocución, exhortó a profundizar la lucha contra la corrupción en función de generar los cambios pertinentes e iniciar la «corrección profunda» de los errores de la Revolución Bolivariana.
«El enemigo más grande es el imperialismo estadounidense, pero el peor de todos es el corrupto y la corrupta. Estoy obstinado de la indolencia y el burocratismo que daña la vida del pueblo», sentenció.
Indicó que si la apuesta es una sociedad superior es necesario fortalecer los prinicipios y valores, razón por la cual instó a los venezolanos a combatir la corrupción que afecta el desarrollo nacional.
«Es una lucha moral, espiritual, de todo un país por la honestidad, por la eficiencia, por los buenos servicios», agregó.
– Propuesta de Cumbre –
Maduro propuso realizar una cumbre presidencial de los países de Latinoamérica y el Caribe con una «agenda abierta» para «debatir y llegar a acuerdos, necesarios para el respeto y la paz».
En este sentido, se dirigió al mandatario colombiano. «Yo quisiera ver a Iván Duque, cara a cara, y que él hablara de Venezuela y yo le podría hablar de Colombia y las decenas de hombres y mujeres asesinados diariamente, líderes sociales y líderes de derechos humanos», dijo el mandatario.
Además, añadió que Caracas también podría hablar a Bogotá «de la efectividad en el combate contra la producción de cocaína y de coca» y enseñarle los métodos a Colombia de cómo Venezuela, liberada de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) estadounidense, pudo declarar su territorio nacional libre de estos cultivo.
Maduro ha cuestionado la posición del denominado Grupo de Lima, que el pasado viernes se reunió en la capital peruana, donde emitió un documento en el que tildan de «ilegítimo» el nuevo mandato del mandatario venezolano, que se extenderá hasta 2025, cargo que asume tras ganar las elecciones del año pasado.
«No hay ningún documento que se pueda comparar con el que aprobó el Grupo de Lima, son un cartel porque atentan contra la soberanía de la nación», dijo el mandatario venezolano en el acto de este jueves.
– Apoyo internacional –
Participaron en la ceremonia los presidentes de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; de Bolivia, Evo Morales; de Cuba, Miguel Díaz Canel; y Osetia del Sur, Anatoli Bibílov.
También estuvo presente el embajador de la misión permanente de la Liga de los Estados Árabes, en Brasil, Qais Shqair; y el embajador de Mozambique en Cuba, Eliseu Joaquim Machava.
Asimismo, llegaron el vicepresidente de la República de Turquía, Fuat Oktay, y a las delegaciones de San Cristóbal y Nieves; y Antigua y Barbuda; el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohammed Sanussi Barkindo, y delegaciones de China y Rusia.
El presidente Maduro fijó un plazo de 48 horas, a partir de este miércoles, para que Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía «rectifiquen» en su postura «intervencionista». De lo contrario, Venezuela adoptará las «medidas más crudas y enérgicas que pueda tomar un Gobierno en defensa de la dignidad, soberanía e integridad», dijo el mandatario.
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