El Cairo/AFP
La ONG Human Rights Watch (HRW) anunció el lunes que le fue negada la entrada a Egipto a su director, quien tenía previsto presentar un informe de la organización sobre la sangrienta represión contra los partidarios del presidente islamista Mohamed Mursi, derrocado por el ejército hace un año.
La organización internacional de defensa de los derechos humanos, con sede en Nueva York, calificó en particular de «probables crímenes contra la Humanidad» la dispersión sangrienta por parte de la policía y el ejército de dos concentraciones de seguidores de Mursi, el 14 de agosto de 2013, que provocó según datos oficiales unos 700 muertos en sólo una jornada.
El director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, así como la directora para Oriente Medio de la ONG, Sarah Leah Whitson, estuvieron retenidos durante 12 horas tras haber llegado el domingo al aeropuerto de El Cairo, donde se les negó la visa de entrada al país por «razones de seguridad», según escribió la propia Whitson en su cuenta en Twitter.
Ambos debían presentar el martes ante la prensa en la capital egipcia un informe de 195 páginas al cumplirse el primer aniversario de la «masacre de Raba al Adawiya y asesinatos en masa de maifestantes en Egipto».
«El balance de la matanza de Raba es comparable a los de (la plaza de) Tiananmen y Andiján», la represión sangrienta en 2005 en esta ciudad de Uzbekistán, escribió Roth el lunes en un ‘tweet’.
Estados Unidos, por su parte, que mantiene vínculos de cooperación con el gobierno egipcio, apoyado por el ejército, indicó su «decepción» por la exclusión de que fueron objeto ambos responsables.
«Continuamos con nuestras serias preocupaciones respecto a los hechos ocurridos en agosto del año pasado, y animamos al gobierno de Egipto a realizar investigaciones transparentes», subrayó Marie Harf, una portavoz del departamento de Estado en Washington.
«Una sociedad civil fuerte y vivaz es importante para el éxito de la transición que realiza Egipto y continuaremos intentando persuadirlo de ello», añadió.
Por su parte, el ministerio del Interior egipcio defendió su posición de no autorizar la entrada al país de ambos responsables, el lunes de noche tarde.
«Las autoridades les habían notificado que su visita había sido postergada para setiembre, dado que las fechas sugeridas no eran apropiadas», indicó a través de un comunicado.
«Se le subrayó (a HRW) que la delegación no sería autorizada a ingresar (al país) con visas turísticas, dado que éste no era el objetivo de la visita», añadió.
La represión desencadenada a partir de aquellas dos manifestaciones proMursi provocó la muerte de al menos 1.400 de sus partidarios, en particular miembros de su cofradía, la de los Hermanos Musulmanes.