Por Merlin Velis
Mientras se libra una batalla con los poderes del Estado, entre lo que es correcto o improvisado para afrontar la pandemia del coronavirus, la mente de los niños y las niñas rurales del municipio de Victoria, Cabañas, se la juega entre emociones de felicidad y esporádica tristeza, ya que han estado acostumbrados a la libertad y no a un contexto autoritario y restringido.
Emma L. y Erick A. de 6 y 8 años entre risas arrancan maleza del patio y juegan a hacer una ensalada en un huacal con agujeros; se persiguen uno al otro y corren entre las plantas inventando juegos con una imaginación característica en esa edad.
La situación no es fácil para los infantes, aunque comprenden muy bien lo que está pasando y las razones del porqué ahora no pueden salir mucho de casa e ir a la escuela.
“Extraño mucho la escuela porque solo ahí puedo ver a mis amigas, me he sentido triste, feliz… solo me siento así”, expresa Emma, quien a la vez anima a otros niños y niñas a “jugar con sus amigos, como niños creativos, compartir juntos y siempre estar felices”.
Mientras juegan a la par del horno artesanal de la abuela, Erick dice que su materia favorita es matemática, aunque se ha sentido un poco aburrido dice que “también me he sentido contento porque he hecho músculos, he levantado pesas, y he ayudado a mi papá en la milpa, pienso que hay que estar calmados en la casa”, dice.
Nesli, Alí, Fabián, Camila y Diego les encanta jugar cuando tienen la oportunidad de visitar a sus pequeños vecinos. Saltan la cuerda, recogen mangos, dan vueltas en bicicleta y de vez en cuando hacen una que otra travesura.
Ellos escuchan por la radio comunitaria y el sonido local de la comunidad Santa Marta lo que se dice de la cuarentena, “yo oigo que se han infectado adultos, se han muerto mayores de edad y estoy muy triste que venga esta enfermedad aquí”, dice Camila con una risita tímida y nerviosa.
“Para no contagiarnos en la escuela, tenemos que lavarnos las manos con agua y jabón”, “extraños a mis amigos, me hace falta ir a física y que nos pongan estudios sociales”, expresan.
Es importante comprender que no a todas las personas les afecta de igual manera la situación actual, y en este caso las niñas y los niños se adaptan a contexto sin embargo es necesario prestarles atención a sus emociones y su forma de ver e interpretan la realidad.