La derecha legislativa y la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) deben tener claro que el pueblo salvadoreño no va a permitirles que privaticen el agua.
Ayer, la seguridad de la Asamblea Legislativa, hoy dirigida por ARENA principalmente, tuvo que recurrir a la represión al lanzar gases lacrimógenos y balas de goma, para callar las voces de los estudiantes y sectores populares que se aglomeraron frente al portón principal del Órgano Legislativo, para expresar su oposición a la privatización del agua.
El tema de la privatización está claro, cuando, en primer lugar los diputados de derecha de la Comisión del Medio Ambiente tiraron al cesto de la basura el anteproyecto de ley que la Iglesia católica, la UCA y sectores populares habían presentado en la legislatura anterior, con más de 90 artículos aprobados.
Luego, cuando los representantes de la UCA y el arzobispo de San Salvador se presentaron a la Asamblea Legislativa, para participar en la discusión del nuevo anteproyecto de ley, los diputados de derecha de la comisión les impidieron la participación, tras aducir que no tienen nada que discutir.
Es importante aclarar que los diputados del FMLN hicieron la lucha para retomar el anteproyecto que apoyó la Iglesia católica y la UCA, pero, dado que el pueblo les dio menos diputados, su lucha es desigual.
Es importante aclarar también que lo más grave del anteproyecto de ley de la derecha legislativa y de la ANEP es el artículo que define la conformación del organismo rector del agua, que estaría integrado mayoritariamente por representantes privados, entre ellos, dos de la ANEP, y solo un representante del Gobierno. Y, claro, si la mayoría representa los intereses del sector privado, las decisiones que tomen serán a favor de los intereses privados, de ahí que no hay duda de la privatización del agua.
De ahí la expresión de la Conferencia Episcopal de El Salvador, cuando hace el llamado a que “no permitamos que los pobres se mueran de sed”, es literal, no una metáfora, si se llega a privatizar el agua.
La derecha empresarial y legislativa seguirá teniendo respuestas como la de ayer con los estudiantes y otros sectores sociales, que no les permitirán salirse con la suya, y en esta decisión el pueblo será acompañado por el partido FMLN y la Iglesia católica, y que esperaríamos que el resto de iglesias se sumen.