@arpassv
La legislatura saliente tiene varios pendientes, y el país no debería dejarla terminar sin resolverlos. Uno de los más importantes tiene que ver con el agua: la aprobación del proyecto de ley y la ratificación de la reforma constitucional que reconoce el agua y la alimentación como derechos.
Ambas iniciativas tienen el bloqueo de la derecha parlamentaria que defiende los intereses privatizadores de la gran empresa privada, especialmente industriales y cañeros, financistas del oligárquico partido ARENA.
El punto de disputa es la integración del ente rector de las políticas hídricas: ARENA quiere uno controlado por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), mientras que la izquierda gobernante -en sintonía con la propuesta de las organizaciones sociales, la UCA, PDDH y la Iglesia Católica- plantea una instancia totalmente pública.
Otro pendiente de la actual Asamblea es la aprobación de la Ley de Soberanía Alimentaria y la prohibición de los agrotóxicos, peticionada por las organizaciones ambientalistas.
Pendiente importante es también la aprobación de la Ley de Cobro Coactivo. Esta normativa ayudaría a combatir más eficientemente la evasión fiscal que ronda los 1,500 millones de dólares anuales según la UCA, 1,800 millones según Oxfam y más de 2,000 millones según cálculos del Ministerio de Hacienda.
Esta ley, propuesta por el Ejecutivo, es rechazada por los partidos de derecha que defienden la evasión de las grandes empresas. Estos también se oponen a las penas de cárcel para los evasores y se niegan a modificar las leyes de la elusión tributaria (leyes de turismo, zonas francas, inversiones, servicios internacionales, entre otras).
La presente legislatura tampoco debería irse sin aprobar la Ley del Sistema Nacional de Prevención de la Violencia. Esta propuesta ha sido vilipendiada por grupos mediáticos que rechazan el artículo que plantea la responsabilidad de los medios en la promoción de la convivencia pacífica y la cultura de paz.
Así que ojalá en este mes y medio que queda de la actual Asamblea diversos sectores nacionales se movilizaran para presionar a los diputados y diputadas, sobre todo a los de derecha, para que cumplan su responsabilidad de legislar para resolver los problemas urgentes del país.
La población tiene la palabra para que la Asamblea Legislativa no deje pendientes.