Washington/AFP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aún debe confirmar su asistencia a la Cumbre de las Américas que se realizará en abril en Perú, en medio de la tensa relación de Washington con sus vecinos del sur.
«La asistencia a la cumbre no ha sido confirmada», dijo un funcionario de la Casa Blanca a la AFP, después de que Trump hablara el miércoles por teléfono con el anfitrión, el presidente Pedro Pablo Kuczynski.
La declaración oficial de la Casa Blanca sobre la conversación no hizo referencia a la participación de Trump en la cita de gobernantes americanos en Lima, que tendrá lugar del 13 al 14 de abril.
«Los dos líderes conversaron sobre la próxima Cumbre de las Américas, que Perú acogerá el mes que viene», se lee en el comunicado de un párrafo.
«Acordaron seguir trabajando juntos en temas de interés mutuo», concluye el texto.
Si Trump eventualmente viaja a Lima, es probable que sea recibido con protestas y una vacilante bienvenida de parte de los otros jefes de Estado y gobierno.
Durante su campaña electoral y su presidencia, Trump ha hecho comentarios duros hacia los inmigrantes hispanos, a quienes llamó narcotraficantes y asesinos, y ha denostado varias veces a naciones latinoamericanas por su combate a las drogas, sus prácticas comerciales y su manejo del tema migratorio.
Su promesa electoral insigne es construir un muro en la frontera con México con el que asegura que frenará el avance del crimen y la llegada de indocumentados a Estados Unidos. Además, amenazó con salir del tratado de libre comercio con México y Canadá.
La VIII Cumbre de las Américas, convocada bajo el lema «Gobernabilidad democrática frente a la corrupción», será la primera que se celebra desde que Trump asumió el poder.
La Cumbre de las Américas, lanzada en Miami en 1994, ha sido tradicionalmente un foro para que Estados Unidos influya en los temas que afectan al hemisferio. El presidente Barack Obama utilizó la última cita, en 2015 en Panamá, para reunirse por primera vez con el líder cubano Raúl Castro y tratar de aislar al gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
La grave crisis institucional, económica y social que atraviesa Venezuela sin duda estará presente en los debates en Lima. Maduro ha asegurado que asistirá al encuentro, pese a que Perú aseguró que su presencia no será bienvenida.
Según la Casa Blanca, en su conversación el miércoles Trump y Kuczynski «destacaron la necesidad de que los países de la región trabajen conjuntamente para restablecer la democracia en Venezuela».