Carlos Girón S.
Magistrado José Alfredo Olivo, Presidente del Tribunal Supremo Electoral, usted debe saber y estar seguro de que no está solo en su reclamo, denuncia y señalamientos que oportunamente le ha hecho a los 4 tiranos que componen la Sala de lo (in)Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, con ocasión de la convocatoria de ese Tribunal para las elecciones de Concejos Municipales y Presidenciales, definidas para el 4 de marzo del año entrante.
Su voz de denuncia ante los 4 tiranos ha sido y seguirá siendo la de todo un pueblo, nuestro pueblo, decente y digno del mejor trato en su soberanía, la que ellos se empecinan en conculcarle. Su denuncia ha sido por el abuso e intromisión donde no deben, de haber, de hecho, impuesto un sistema electoral distinto del que ha funcionado con eficiencia en todos los eventos electorales anteriores en nuestro país.
La atribución de revisar y corregir las fallas que haya podido tener este sistema electoral corresponde únicamente a ustedes los magistrados del TSE, aunque lamentable y vergonzosamente los otros compañeros suyos (Fernando Argüello Téllez, Ana Guadalupe Medina Linares, Miguel Ángel Cardoza Ayala), según las informaciones, se hayan ”desmarcado” de su hidalga postura, adoptando en cambio una actitud de avestruz –la que de inmediato ha condenado el soberano. El único que con toda certeza se hubiera puesto a su lado es el valiente Jesús Ulises Rivas Sánchez, destituido despóticamente por los 4 tiranuelos.
La cuadriga de la tenebrosa Sala no sólo ha manoseado al TSE, sino también a toda la República. Le ha cambiado su régimen político: ha anulado la democracia y ha implantado su tiranía. Por eso nadie –de los que debieran– se atreve a alzarles la voz ni levantar la cerviz. Todos tiemblan, sin atreverse a reclamarles nada, al ver sus caprichosas resoluciones atentatorias contra los sagrados intereses del pueblo, como lo han sido, entre otras, el colmo de declarar “inconstitucional” el presupuesto general de la nación del año vigente: la aprobación de los 900 millones en bonos solicitados por el Ejecutivo para reforzar las instituciones de la seguridad pública, y tantas y tantas otras burradas parecidas.
Tal es el pánico que le tienen a los 4 tiranuelos que se llegó a decir en los medios que los ataques y las críticas a la “bendita” Sala de lo (in)Constitucional ponía en peligro esta o cual ayuda al país de los Estados Unidos de América –como queriendo insinuar que quienes estuvieran o estén en contra de los 4 Jinetes del Apocalipsis, lo están en contra de la potencia del Norte..
Los de la cuadriga se han entrometido otra vez en asuntos de competencia netamente del Ejecutivo, diciendo que hay que quitar o poner esto o aquello en los rubros de gastos del nuevo Presupuesto General para el próximo año de 2018. El titular de Hacienda, Carlos Cáceres, les ha encarado que no es atribución de ellos opinar en ese campo. Como Olivo, él tampoco le tiembla a los tiranos.
Prueba de la sumisión de muchos bajo sus botas han sido las críticas y los señalamientos de los otros partidos políticos diferentes del FMLN, y otras voces desautorizadas para hacerlo, al censurar al magistrado presidente José Alfredo Olivo manifestando “estar fuera de lugar” las acusaciones contra la cuadriga al momento del llamado a prepararnos para el nuevo evento –que otra vez será crucial— en que se elegirán los concejos municipales y presidente y vicepresidente de nuestra República.
El presidente del TSE debe tener presente que, como él, numerosas organizaciones civiles y gremiales no sólo han desafiado a los 4 tiranos, sino que han exigido su destitución de la fatídica Sala, por los tantos daños que le ha causado al pueblo en general y a muchos otros sectores en particular, como el de los pensionados, por ejemplo.
El pueblo viene repudiando desde hace ratos a esa cuadriga sabiendo que no velan por sus intereses soberanos sino por los de sus mecenas, sus titiriteros, los que se creen dueños del país, con el derecho de guiar sus destinos, con la ayuda incondicional de los mismos 4 leviatanes.
El pueblo, por lo mismo, da su pleno espaldarazo al Magistrado Oliva instándolo a continuar con su manera correcta y recta de actuar en bien del país y enfrentarse siempre a los desmanes y tropelías que a diario cometen los tantas veces citados tiranos.