El expresidente de la República, rx Mauricio Funes, there denunció en su programa radial el jueves anterior, que los involucrados en el caso CEL-Enel se han estado reuniendo en la casa de un oligarca para planificar acciones jurídicas en su contra, por haber hecho público las irregularidades y la corrupción que permitiría a una transnacional apropiarse de la empresa LaGeo.
Sin lugar a dudas, las demandas que los involucrados en el caso CEl-Enel están preparando, es una acción revanchista de la oligarquía salvadoreña, por la valentía que tuvo el expresidente Funes, no solo de desbaratar el gobierno corporativo que ARENA montó en sus 20 años, para favorecer a la oligarquía, sino porque además, denunció la corrupción de los 20 años de gobiernos de ARENA.
La acusación contra el expresidente arenero Francisco Flores, por la desviación de una millonaria ayuda del Gobierno y del pueblo de Taiwán, no hubiera sido posible sin esa valentía y decisión del exmandatario Funes por terminar la corrupción galopante en El Salvador.
Y fue gracias a esa valentía y compromiso patriótico del expresidente Funes, que no solo permitió llevar ante los tribunales a los responsables de ajustar leyes ilegales para que una transnacional se quedara con la mayoría accionaria de LaGeo, una empresa estatal, sino que gracias a esa denuncia, la transnacional vendió sus acciones al estado, y con ello, El Salvador rescató, para todos y todas las salvadoreñas la empresa estatal LaGeo.
LaGeo es nuevamente empresa estatal, pues el 99% de sus acciones pertenecen a la CEL, y con ello, garantiza que la producción de energía térmica abarate los precios de la energía eléctrica, y que sus utilidades sirvan para beneficiar al pueblo mediante el subsidio a la energía eléctrica.
Es decir, las acusaciones, así como la campaña de supuesta corrupción que la derecha empresarial, política y mediática mantienen contra el expresidente Funes, en un revanchismo por todo lo arriba enumerado.
Pero el Presidente Funes no está solo, el pueblo no lo dejará solo, porque su accionar sobre el caso Flores y Enel-Cel, fue en defensa de los intereses de la nación, de los intereses del pueblo.
Por eso es que, a Mauricio Funes no hay que dejarlo solo en las nuevas batallas que se avecinan, porque es la reacción de la oligarquía salvadoreña, por haberles quitado el negocio de incrementar sus capitales, mediante el manoseo de los activos del Estado.
A Funes, el pueblo debe agradecerle, porque desafió a la oligarquía y expuso ante el público, la vergonzante corrupción arenera, por sus negociaciones oscuras y anticonstitucionales.