Rebeca Henríquez
Colaboradora
@DiarioCoLatino
“Hacíamos llamadas desde que ellos desaparecieron, nos llamaban los del cártel pidiéndonos cinco mil dólares por cada uno de ellos, nosotros no teníamos para dárselos y que me los devolvieran (a sus hijos). Así es como mi hijo desapareció”, relató Isabel de Díaz, madre que participó en la decimosexta caravana de la Asociación Comité de Familiares de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos de El Salvador (COFAMIDE).
Esta organización, junto con Tutela Legal “Dra. María Julia Hernández”, partió en la decimosexta «Caravana de Madres: “Nunca nos hemos ido”», en un grupo de 12 personas, madres y padres, que buscan a migrantes quienes desaparecieron y murieron en busca del sueño americano.
“Nos consumimos de la incertidumbre de no saber si nuestros hijos están vivos o muertos, por eso nosotros hacemos un gran esfuerzo por participar en la caravana, porque queremos que mejoren las condiciones de vida de nuestro país, para que nuestra gente no siga migrando. Son muchos los desaparecidos, no los encontramos, y si los encontramos vienen en un ataúd”, expresó Ana Zelaya, fundadora de COFAMIDE.
A criterio de la organización es importante para las familias de personas desaparecidas y fallecidas, que los mecanismos de búsqueda y acceso a la justicia transicionales de entidades como la Comisión Forense y los Bancos Forenses de Migrantes No Localizados y la Mesa de Búsqueda de Personas Migrantes Desaparecidas entre México y Estados Unidos, sean implementados y fortalecidos por los estados de origen.
Blanca Gómez, madre que busca a su hijo Luis Melgar, desaparecido en 2010, y a su hermano Nelson Gómez en 2013, destacó que todos los años hace la lucha para ir en caravana hacia México, en busca, no solo de sus familiares, también de los hijos de todas las mujeres que no pueden viajar.
“Es una angustia para todas las madres que estamos buscando a nuestros hijos, hacemos la lucha de búsqueda (…) para buscar no solo a nuestros hijos, sino los de todas las mujeres que se quedan aquí”, comentó.
Entre tanto, René García, hijo de María García, emigró en 2013 hacía los Estados Unidos, trece días después de dejar las fronteras salvadoreñas las autoridades estadounidenses lo pusieron bajo prisión acusado por ser “rotador centroamericano”, y hasta la actualidad la madre aseguró no tener mayor información, por lo cual en esta ocasión viajó en caravana en busca de más información.
La caravana salvadoreña se une al Movimiento Migrante Mesoamericano de México y a la caravana centroamericana de madres y padres de Honduras, Guatemala y Nicaragua, según el secretario general de COFAMIDE, Omar Jarquín, el 50% de los desaparecidos son encontrados muertos. “Como familiares de los migrantes nos sentimos vulnerables porque hasta hoy nadie ha hecho énfasis en nuestro caso, ya que nosotros hemos perdido hijos y se siguen perdiendo a través de la migración”, señaló Isabel de Días, misma que pidió al Gobierno hacerse presente para brindar el apoyo que las familias de desaparecidos necesitan.