Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
En el testimonial y su análisis de política, fe y revolución, el padre Rutilio Sánchez tomó la palabra en la décima edición de la “Cátedra de Simón Bolívar” El Salvador 2018, con el tema de “Revolución y Fe”, en donde afirmó que no puede existir una revolución sin fe.
La Embajada Bolivariana de la República de Venezuela abrió una nueva serie de ponencias, que se encuentran relacionadas con el “Papel de la Espiritualidad y la Fe en los Procesos Revolucionarios de Nuestra América”, en homenaje a la canonización de Monseñor Oscar Romero, el próximo 14 de octubre, en la plaza San Pedro, Roma, Italia.
“Hay fe religiosa, fe humana, fe histórica y otras clases, pero la fe a un ser desconocido puede hablar más de religión. Y la fe, de la que Cristo habla, se trata de mover montañas, hacer cosas reales en la vida”, manifestó.
Sobre la fe y la revolución, el padre Sánchez reflexionó que al principio nadie creyó que esto se podría dar, esa transformación del país. Pero, luego un grupo que estaba “convencido”, que tenían fe en el pueblo salvadoreño, decidió iniciar este proceso revolucionario.
Fue a media década de los años setenta cuando los gobiernos de corte militar que llegaron al poder, por la vía del fraude, intensificaron una situación de conflictividad social y económica, que creció de lleno en el país, luego que grupos de diversos sectores de la sociedad se organizaron para lanzar una lucha social.
Fue a principios de los años ochenta, con el magnicidio de Monseñor Oscar Romero, que se incrementaron las masacres, detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas o secuestros. El país entró en un conflicto armado civil que llevó una década, para finalizar con la firma de los Acuerdos de Paz en 1992.
El padre Rutilio Sánchez afirmó que para hacer revoluciones no se necesita creer en Dios, pero sí es necesaria la fe en el pueblo y fue este aspecto y esa fe de la que habló Jesucristo con su pueblo.
“No olvidemos, matan a Jesucristo como reo político por sus ideas libertarias. Jesús no fue un líder religioso, no fue maestro religioso, sino maestro político por el bien de todos. Es que política es la manera de hacer las cosas. La política está para hacer el bien a todos, pero cuando unimos la palabra política con el accionar de funcionarios de cualquier índole estamos equivocados. Política es una palabra usurpada por personas que no miran por el bien de todos”, sostuvo.
El religioso agregó que la política, desde su nacimiento en Grecia, la definieron como la civilidad de una sociedad elementalmente humana, no vivir dentro de la “polis” era vivir fuera de la unidad de un pueblo o bien de las mayorías.
“Lo contrario a una persona política que desea lo mejor para la gente, son los malvados. Y los movimientos revolucionarios de América Latina, cuando descubren que solo teniendo la convicción y conciencia inquebrantable de buscar el bien de los pueblos, y su libertad, construyen las revoluciones”, añadió.
Sobre Monseñor Oscar Romero, el padre Rutilio Sánchez reconoció que fue un “hombre de fe”, asesinado por sus mismos compañeros religiosos y otros, porque siempre asumió y defendió la “fe del pueblo”.
“Si nosotros analizamos a Monseñor Romero, desde el punto de vista histórico y sociológico, es una víctima de sus ideas, porque defendió la dignidad del pueblo, defendió la justicia, defendió la política, o sea, el bienestar de todos. ¿Y quiénes lo matan? ¡Los antipolíticos! que no creen ni tienen fe en el pueblo, sino en ellos mismos”, puntualizó.
Asimismo, se rindió un homenaje al expresidente de Chile Salvador Allende, en su 48o aniversario luctuoso, el 11 de septiembre de 1973, luego que Augusto Pinochet orquestara, con el Ejército y grupos de poder chilenos y extranjeros, el golpe de Estado a un gobierno democrático para implementar una dictadura militar (1973-1990).