Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Carolina Amaya -ambientalista de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES)- calificó como “importante” el hecho ocurrido en la Asamblea Legislativa, cuando la diputada Dina Argueta del partido FMLN solicitó modificación de agenda para incluir la ratificación del derecho humano al agua, y fue denegado por 55 votos de la bancada oficialista, es decir, los diputados de Nuevas Ideas.
La reforma a la Constitución de la República, que reconoce el derecho humano al agua fue aprobado por la legislatura anterior y demanda una ratificación del actual. Sin ser antojadizo, este es un compromiso de país, luego que en julio de 2010, el sistema de Naciones Unidas (ONU) emitiera la resolución (64/292), en la que reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento, y exhorta a los Estados miembro a cumplirlo.
“El derecho humano al agua es una deuda histórica de diputados y diputadas, con el pueblo salvadoreño. Cada nueva legislatura se compromete con esta reforma constitucional, pero en el caminar se van retractando con este compromiso que adquirió con el pueblo salvadoreño”, señaló Amaya.
Amaya señaló que como ambientalista, la lectura que ha hecho con la acción de la bancada de Nuevas Ideas está más ligada a una estrategia de autonombrarse “protectores” de los derechos de la población con otros fines políticos partidarios.
“Ellos quieren aparecer como protagonistas de la ratificación, es un ego inmenso porque la propuesta no fue presentada por ellos, simplemente porque no lo han presentado ellos. Cuando sabemos que es una lucha histórica y social de las comunidades y organizaciones. Esperamos en esa línea, más temprano que tarde la fracción de Nuevas Ideas ratifique esa reforma constitucional que le da estatus de prioridad a ese derecho tan fundamental que es el derecho humano al agua porque está relacionado a la salud y la vida”, agregó.
“Este hecho de acciones negativas que impiden el debate y la ejecución de derechos fundamentales que son básicos como el agua para una vida digna para todos y todas es lamentable”, declaró, Alejandro Henríquez, del Foro del Agua, luego de conocer el rechazo de la fracción oficialista.
“Lo que denota son dos intereses, en primer lugar un desinterés por el derecho de la población y en segundo lugar, sus intereses están enfocados en el actual sistema que tiene un esquema de injusticia hídrica. Y esperan que se siga reproduciéndose y perpetuándose y que los cañeros, la agroindustria y los especuladores inmobiliarios sigan teniendo más agua para desarrollar sus proyectos para enriquecer más sus patrimonios”, argumentó.
Datos oficiales han registrado que la tasa de disponibilidad de agua dulce son de las más bajas a nivel de América Central, y que en El Salvador, los mantos descienden a una tasa de 1 metro por año. Que hay “estrés hídrico” por la depredación en las cuencas hidrográficas, la contaminación y el impacto del Cambio Climático que hace más frecuentes y extensas las sequías.
“Mientras la gente que vive en los territorios o en la zona costera, en áreas populosas como el municipio de San Salvador, seguirán perjudicadas por el desabastecimiento del agua o por la dificultad del acceso al agua. Este tipo de acciones de no querer reconocer un derecho fundamental al ser humano, solo puede tener al final a un gran ganador y un gran perdedor y este último es la población, que mientras persista la inexistencia de mecanismos legales para la defensa, exigibilidad, regulación del agua y garantizar este derecho humano al agua a favor de las comunidades, el panorama no es bueno”, consideró Henríquez.
Carlos Flores, de ECOS El Salvador, manifestó que la postura de la bancada del partido Nuevas Ideas, era solo “retórica”, pues los argumentos que esgrimen, en cuanto a que la petición para ratificar el derechos humano al agua no había cumplido con los protocolos establecidos. Cuando las decisiones tomadas por este grupo parlamentario como la destitución de los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional y el fiscal general, no contaron con el proceso legal que hoy esgrimen en el tema del agua.
“No se puede plantear un método para unos temas y otro método para otros, y lo que demuestra es el interés sobre la aprobación de este derecho, en este aspecto, al decir que no se cumplió el protocolo y el tema no se demostró que es importante, entonces, queda bastante a revisar sobre el trabajo de esta bancada”, indicó Flores.
El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales adoptó en las Observación General #15, sobre el derecho al agua en su artículo 1, que establece que el derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna y disponer de ella de manera suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para uso personal y doméstico.