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¡No renunciemos a la democracia!

Walter Monge-Cruz
Washington DC.

Ser y hacer con libertad en un mundo adonde cada ciudadano es igual bajo el resguardo de la ley, fue el fantástico ideal democrático con el que Washington DC me recibió y al que ahora con inmensa tristeza observo que renuncia, cuando un partido político considera al ciudadano presidente, superior a la ley, y le permite actuar con impunidad en beneficio de su interés personal, y no de la nación, traicionando el sagrado juramento a la constitución hecho el día de su investidura presidencial.

La corrupción de la política bananera que castiga al tercer mundo en América, y de la que huí hace treinta años, ahora instiga por arraigarse en el pueblo Estadounidense, si el partido mayoritario en el senado continua su irresponsable complicidad de obstruir la justicia e ignorar la constitución para instaurar a la corrupción como norma permanente en la Casa Blanca.

La evidencia manifiesta que el presidente utilizó el poder de su posición para extorsionar a un país extranjero, solicitando actos de difamación en contra de quien considera el personaje que puede vencerlo en las elecciones, a cambio de millones de dólares en ayuda militar que retuvo en beneficio de Rusia comprometiendo nuestra seguridad nacional, con la plena intención de corromper ilegalmente para su beneficio el resultado electoral de este próximo noviembre.

El segundo acto de evidencia manifiesta que el presidente al ser sorprendido en el acto de corrupción, abusó de su poder con la corrupta complicidad de la fiscalía y departamento de estado para encubrir la extorsión, bloqueando todo documento y testigos claves que lo inculpen.

El nuevo partido bananero en Washington DC, ha cerrado filas para ignorar el grave hecho y con una retórica política a la letra de un político corrupto en una república bananera, como lo hicieron Castro y Chávez, cataloga toda acusación sin mérito, y manifiesta su defensa total a la corrupción del presidente.

Se renuncia a la democracia -cuando el líder del Senado por amistad o deuda- manifiesta públicamente que en el futuro juicio político en contra del presidente, no será un jurado imparcial como la constitución le demanda e infiere que no se necesitan testigos, porque su determinación de absolver al presidente de cualquier manera es mayor a su juramento a la constitución y a Dios.

Estas declaraciones implican que en su actual estado de aversión a la ley, si un asesino mata a quien tú amas, lo absolverá porque tu sentir, no es más importante que el suyo. En la política bananera del tercer mundo, como en Cuba, Nicaragua y Venezuela, esa es la norma, y me entristece profundamente que un partido político en Washington DC, se desprestigie así, cayendo tan bajo y con su absoluta fidelidad al presidente que traicione a la democracia, a la nación y al ideal de independencia y justicia que hizo a este país el más próspero y poderoso en la tierra.

El partido Republicano está por secuestrar a la democracia que nos une y hace fuertes, la hipocresía política y desdén por la ley de Mitch McConnell, Lindsey Graham y Jim Jordan, pero sobre todo del cubano Marco Rubio es peligrosa, se asemeja a la conducta de los cómplices que hicieron posible la tiranía y dictadura en Cuba, Nicaragua y Venezuela. A “Pequeño Marco” como el presidente lo llama, se le ha olvidado por completo la lucha contra Castro, ahora el senador de Florida es igual a quienes criticó por hacer de Fidel, rey de Cuba.

La democracia en Estados Unidos ha sufrido el ataque del presidente desde el primer día de su gestión desde la Oficina Oval, ahora la mayoría del senado está por aunarse a ese ataque. El partido republicano ha sido secuestrado por una fuerza ideológica antidemocrática que tiene como único fin, enaltecer y aplaudir el nombre de un hombre, sin recato. Esa intención política es anti estadounidense, es un retrato del partido Bolchevique, es la plataforma política de Vladimir Putin.

La democracia estadounidense es aun fuerte hoy, todo gesto por dimitirla debe ser derrotado. Ese fue el sacrificio de los Padres de la Patria y debe ser el de cada uno de nosotros, quienes no queremos ser oprimidos por un partido bananero en Estados Unidos.

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