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No se cumple Carta Democrática Interamericana en El Salvador

César Ramírez
@caralvasalvador

La siguiente introducción de la Carta Democrática Interamericana parece que escucha nuestra voz desde la lejanía del futuro, fue escrita por José Miguel Insulza (político chileno, secretario general de la Organización de los Estados Americanos 2005-2015).

Durante los años ochenta del siglo pasado en Ciudad de México, compartimos algunas entrevistas sobre Chile y El Salvador en aquellos lejanos años de exilio.

(Fragmento)  “La Carta Democrática Interamericana1 es un manifiesto de afirmación de la democracia representativa como la forma de gobierno compartida por los pueblos de las Américas. Superado el difícil período de dictaduras que caracterizó a varios de nuestros países en décadas anteriores, las naciones de América alcanzaron este consenso en Declaración de Santiago de 1991, en la que declararon que la Democracia era y debía ser la forma común de gobierno de todos los países de la región. Este consenso, fortalecido en las Cumbres de las Américas y Asambleas Generales a lo largo de la una década, culminó con la suscripción solemne de esta Carta, en Lima el 11 de septiembre de 2001, precisamente cuando la democracia enfrentaba en todo el mundo un terrible desafío. La Carta Democrática constituye, por consiguiente, un compromiso colectivo de mantener y fortalecer la democracia en América y contiene mecanismos regionales para estos fines. Responde así a la necesidad de enfrentar los problemas de inestabilidad y deficiente desempeño de algunos regímenes democráticos, los cuales se ponen de manifestó en las frecuentes crisis políticas en la historia reciente de la región. De allí su naturaleza normativa, por la que dispone de medios de acción conjunta para enfrentar las crisis y responder a las amenazas contra el orden constitucional democrático. Un aspecto de especial significado respecto de esto, son los recursos de diálogo y gestión política y diplomática de que dispone para prevenir el surgimiento o el agravamiento de las crisis. Este último recurso ha sido fundamental en el manejo de complejas situaciones que se han presentado en la región en los últimos años.

La Carta Democrática tiene un segundo contenido, tan fundamental como el primero, más novedoso y con visión de futuro. No se limita a defender la democracia como forma de elección y de gobierno de mayorías, sino que, al mismo tiempo, la identifica como un conjunto de valores y derechos que constituyen también parte del contenido esencial. Buena parte de la Carta está dedicada a consagrar otros rasgos considerados como elementos constitutivos de la democracia representativa, incluyendo el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales, el ejercicio del poder sobre la base del Estado de Derecho y de la voluntad popular; la separación e igualdad de los poderes públicos, la transparencia en la gestión de los gobiernos; la libertad de prensa y la libre expresión; la existencia de mecanismos que permitan la participación ciudadana en la definición de su propio destino y el fortalecimiento de los partidos y organizaciones políticas; el respeto por las diferencias étnicas, raciales y culturales y la importancia de la equidad de género, particularmente en términos de la participación política; y el vinculo esencia que debe existir entre la democracia y el desarrollo económico y social. Al concluir estos elementos, la Carta trasciende la idea de una democracia electoral – a la cual también le asigna, sin embargo, un carácter esencial- para optar por una tendencia bien definida del progreso democrático de nuestro tiempo: la democracia no sólo se practica en la generación del poder, sino también en su ejercicio. Democracia no solo significa ser elegido democráticamente, sino también gobernar democráticamente” …

Estas reflexiones sintetizan nuestra vocación democrática, pero algunas fechas y eventos de estos últimos años nos hablan de que no se cumple la Carta Democrática Interamericana:

El 9 de febrero de 2020 aconteció el primer antecedente antidemocrático e inconstitucional contra el sistema institucional de la nación al tomarse la Asamblea Legislativa por el Ejército y fuerzas de seguridad, la profundidad de ese evento develó la tendencia autoritaria de la actual administración.

El 17ENE021 Diario de Hoy: “Gobierno salvadoreño pretende ampliar el período presidencial a 6 años”… La comisión Ad Hoc que estudia cambios a la Constitución de la República… presentará propuesta para que a partir del 2029 se amplíe el período…

1 de mayo de 2021 el panorama político de la sociedad salvadoreña cambió en cuestión de horas, fue una toma de posesión de los nuevos diputados que ejercieron su voto mayoritario para destituir a los legítimos magistrados de la Corte Suprema de Justicia: Armando Pineda, Aldo Cáder, Carlos Sánchez, Marina Torrento y Carlos Sergio Avilés un procedimiento inconstitucional.

El 3 de  septiembre de 2021 la Sala Constitucional se pronuncia por la reelección presidencial, evento rechazado por Estados Unidos el 5 de septiembre de 2021, además 15 de septiembre 2021 se presenta en privado una nueva Constitución que pretende modificar 196 de 272 artículos de la Carta Magna, en ese contexto el 15 de septiembre de 2022 el presidente Nayib Bukele anuncia públicamente su intención de reelección para el período 2024-2029, no obstante un portavoz de los Estados Unidos el 23 de septiembre de 2022 “pidió este viernes que el presidente de El Salvador Nayib Bukele haga cumplir la Constitución ante el anuncio que irá por un segundo mandato” (infobae 23SEP022).

08FEB024 Misión de OEA cuestiona elección desigual y bajo régimen de excepción. (EDH)

19FEB024 Observadores de OEA denuncian “intimidaciones” de Nuevas Ideas. (EDH)

Por estos elementos en general El Salvador no cumple la Carta Democrática Interamericana, por esta razón los Acuerdos de Paz no deben olvidarse.

1. chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.oas.org/es/democratic-charter/pdf/demcharter_es.pdf

 

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