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Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
En la homilía de la misa celebrada este domingo por la comunidad de la Cripta de Catedral Metropolitana, de San Salvador, se afirmó que el deseo de Jesús no es solo respetar las acciones externas sobre los mandamientos, sino también el respeto de estas en lo interior, en los pensamientos de cada ser humano.
La lectura del Santo Evangelio se trató de “Jesús y la Ley”, “el homicidio”, “adulterio”, “el divorcio” y “el juramento”; estos temas son parte de los grandes discursos. El sacerdote Carlos Campos, vicario de la catedral, fue el encargado de presidir la misa.
En su intervención, el padre Campos dijo que una de las cosas que se han de admirar en Jesús y en los santos como el padre Rutilio Grande, beato padre Cosme, San Romero, Santa Teresa de Calcuta y otros, son las características de ellos, pues “no son ambiguos”, ya que no enseñan el error, no dejan las cosas “a medias”, “¿por qué?, porque la rectitud es un requisito para la vida de santidad”.
“La vida del laico, del consagrado, del casado cuando es ambigua daña (y) corroe, es como la polilla, y no se puede ser santo cuando se es ambiguo, cuando no se es claro ni con lo que se quiere ni con lo que se tiene”, destacó el sacerdote.
El catecismo de la iglesia católica ilumina para esclarecer cuál es el objetivo de Jesús, que sin duda alguna no es imponer más normas y tampoco absolutizar la ley. “Muchas veces, la interpretación demasiado exegética de la ley en los tiempos de los fariseos era ´no matarás´ se reduce a ´no matarás´, ¿qué es lo que hace Jesús?, él no va no solamente a lo que podemos hacer de manera externa, sino que va a lo interno, a los deseos y pasiones desenfrenadas, así Cristo ha venido, no a abolir, sino a llevar a la plenitud” la ley destacó el prelado.
Campos recordó que el papa Francisco ha dicho que no se trata de matar con la acción con un arma blanca o de fuego “pero con tu lengua, con tus intenciones o tus deseos ¿cuánto daño podemos hacer?, cuestionó el padre durante la homilía.
En ese sentido, Jesús no se queda en lo externo, y dice “vengo a que esto se comprenda de mejor manera, de llevarlo a la plenitud, y por eso Jesús, El Mesías de Israel se debía sujetar a la ley cumpliéndola en su totalidad hasta en sus menores preceptos”, planteó Campos.
“Vemos cómo Jesús de esta forma remata la hipocresía de los fariseos que han antepuesto a la ley de Dios su propia ley, la ley de los hombres. Por eso Jesús dice que el que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos y enseñe a otros a hacer lo mismo será considerado el menor en el reino de los cielos”, concluyó el prelado católico.
