Por Elder Gómez
Colaborador
@DiarioCoLatino
No, no son las «clases virtuales» el problema de la decadente Educación que se imparte en El Salvador. Es una maraña de situaciones que se arrastran desde mucho antes que se impulsaran aquellas «reformas educativas», a finales de los 90, que buscaron transformar a los estudiantes en «obreros», porque uno de los planes de las autoridades de entonces, era convertir a El Salvador en la «Maquila de Centroamérica», más que en una nación forjadora de profesionales pensantes, críticos y analíticos, aunque el verdadero fin de esa «reforma educativa», fue político-ideológico.
Gracias a Dios que clausuraron ese fallido programa EDUCO -Educación con Participación de la Comunidad-, desarrollado en las zonas rurales, que no era más que la punta del iceberg de un proceso de privatización masivo de la Educación en El Salvador.
En el EDUCO, padres de familias campesinas, mayoritariamente analfabetas, supervisaban a profesores formados en un mediocre, sino ocre profundo, Sistema Educativo, y ejercían una sutil presión a los profesores para fomentar la promoción masiva de los estudiantes de zonas rurales.
Y si retrocedemos aún más, están aquellas «reformas educativas» que se impulsaron en los 70, cuando aparecieron las «teleclases», y, más adelante, en los 80, las exigencias de los grupos estudiantiles revolucionarios, de llevar a cabo las «promociones masivas» de estudiantes, así hubieran aprendido o no en sus años lectivos, en un intento por ganar adeptos.
A ello se suma la «comercialización de la Educación» en todos los niveles educativos que, en gran medida, impulsan la mediocridad del profesional.
Y no se diga de los cambios abruptos -y lo más importante de todo-, realizados al contenido programático de las asignaturas, desde Parvularia, hasta Educación Media, a principios de este Siglo, que, entre otras cosas, redujo los tiempos de aprendizaje de los alumnos.
A ello se suma la «proletarización» de la Educación Superior en El Salvador, con la masificación de las carreras profesionales.
Así que no, no son las «Clases Virtuales» que se imparten a raíz de la Pandemia del Covid-19 las responsables de la mala calidad educativa que hay en El Salvador.