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Noam Chomsky: padre de la lingüística moderna

Jorge E. Lemus,

* Secretario de la Academia Salvadoreña de la Lengua y Co-Director del programa de Doctorado en Ciencias Sociales UCA-UDB.

 

Se puede considerar a Noam Chomsky como uno de los mayores pensadores del Siglo XX. Es uno de los científicos más citados de la historia contemporánea y su trabajo ha influido y causado controversia en diversas áreas del conocimiento humano, tales como la lingüística, la psicología, la filosofía, la política y los medios de comunicación. Mi encuentro con Chomsky ha sido a través de la lingüística, por lo que esta reseña se centrará en ese ámbito de su carrera.

Avram Noam Chomsky nació en Filadelfia en 1928, hijo de William Chomsky, un emigrante ucraniano y reconocida autoridad en la gramática hebrea. El contacto con los estudios hebreos de su padre le permitió a Chomsky conocer la lengua e iniciar estudios de lingüística con Zellig Harris en 1947 en Pennsylvania. En ese año, Harris estaba por publicar su libro Métodos en lingüística estructural, por lo que le pidió a Chomsky que lo revisara y comentara. El propio Harris narra lo impresionado que quedó con las observaciones de Chomsky a su trabajo. Bajo la dirección de Harris, Chomsky escribió su tesis de maestría Morfofonémica del hebreo moderno (1951), en la cual aplicó la metodología de análisis bloomfildiana. En ese mismo año, recibe una beca para estudiar en la Universidad de Harvard y en 1955 comienza a trabajar en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) bajo la dirección de Morris Halle, en donde ha desarrollado toda su carrera y es actualmente profesor emérito.

Estando en Harvard, escribió La estructura lógica de la teoría lingüística, trabajo que no fue publicado sino hasta 1975. Uno de los capítulos de ese libro le sirvió como tesis doctoral en la Universidad de Pennsylvania, Análisis transformacional (1955). Durante el tiempo en el que desarrollaba la teoría de la Gramática Generativa Transformacional (GGT), Chomsky se vio influenciado por las ideas de su maestro Zellig Harris, por lo que muchos consideran a Harris como iniciador de la GGT. En 1957, con la publicación de su libro Estructuras sintácticas, Chomsky da inicio oficialmente a la era de la Gramática Generativa-Transformacional, que marca un antes y un después en la lingüística moderna.

En Estructuras sintácticas, Chomsky establece las bases de la GGT, las cuales con pocas modificaciones, aún se mantienen vigentes. La GGT consiste en un conjunto de reglas sintagmáticas ordenadas que generan la Estructura Profunda (EP) del lenguaje, un conjunto de reglas transformativas que generan la Estructura Superficial (ES) y un conjunto de reglas morfológicas y fonológicas que generan la representación fonética, todo lo cual es interpretado por el componente semántico de la lengua.

Muchos consideran que Estructuras sintácticas es el principio del fin del conductismo, pero fue, a mi criterio, la publicación que hizo Chomsky en 1959 de su revisión de la teoría del conductismo verbal (Verbal Behavior) del psicólogo B. F. Skinner la que puso fin al conductismo e inspiró a nuevas generaciones de lingüistas y psicólogos a explorar nuevas teorías, muchas de ellas de carácter computacional. Chomsky demostró en su revisión que el trabajo de Skinner era un reductio ad absurdum de los supuestos conductistas.

Chomsky, después de la publicación de Estructuras sintácticas, se alejó cuanto pudo de los preceptos bloomfieldianos, mientras muchos estructuralistas aún no querían abandonar ese modelo teórico. De hecho, para los estructuralistas, ya Bloomfield había establecido a la lingüística como ciencia y les era difícil abandonar todo ese bagaje teórico por un nuevo enfoque. La década de 1960 fue crucial para establecer a la GGT como el enfoque teórico dominante de la lingüística.

En publicaciones posteriores, Chomsky refina su teoría, especialmente en Problemas actuales en teoría lingüística (1964) y en su ampliamente difundido Aspectos de la teoría de la sintaxis (1965). Aquí establece su Teoría Nativista (“Innateness Hypothesis”), sus conceptos de la Gramática Universal, sus criterios o niveles de adecuación, la teoría de marcación (“Markedness Theory”), etc. El programa de la GGT fue retomado por numerosos lingüistas en todo el mundo, demostrando los principios universales del lenguaje, estableciendo tipologías lingüísticas, y desarrollando cada uno de los componentes de la GGT. Todo este movimiento condujo al desarrollo de la Teoría de X-Barra, la Teoría de Rección y Ligamento (“Government and Binding Theory”) y su Programa Minimalista (1995). Podemos llamar a todo esto la Teoría Básica de Chomsky (TBC).

Una de las principales contribuciones a la comprensión de la adquisición y desarrollo del lenguaje proviene de la Teoría Nativista de Chomsky. Chomsky establece que para poder explicar la rápida adquisición del lenguaje por los niños tenemos que asumir que los seres humanos tenemos cierto tipo de ayuda genética; es decir, nacemos con la capacidad de aprender cualquier lenguaje, siempre y cuando tengamos acceso a información lingüística (datos) de nuestro medio ambiente. De esta manera, un niño normal tiene la capacidad de aprender cualquier idioma sin que nadie le “enseñe”, sino simplemente de escuchar a sus congéneres hablar y que le hablen a él. Esta es una concepción completamente anticonductista y no solamente explica la adquisición del lenguaje por los humanos sino también predice que ninguna otra especie animal puede desarrollar un lenguaje, volviendo a los humanos únicos. También la TBC explica que el dispositivo de adquisición del lenguaje (“language acquisition device”) con el que todos nacemos, se auxilia de la Gramática Universal, que contiene principios y parámetros que se encuentran preestablecidos en la mente de todos los recién nacidos. Estos principios y parámetros restringen el número de gramáticas posibles en el mundo, además de explicar las similitudes y diferencias entre las lenguas naturales.

La TBC también lleva el concepto de langue y parole postulado por de Saussure a otro nivel con los conceptos de competencia y actuación (“competence and performance”). La competencia lingüística es el conocimiento del idioma que el hablante nativo (i.e., hablante de la lengua como lengua materna o primer idioma) ideal tiene sobre su idioma en una comunidad lingüística homogénea. Es decir, a Chomsky no le interesa el conocimiento del lenguaje que pueda tener alguien con discapacidades físicas o mentales. Al comprender el sistema que utiliza el hablante ideal se pueden explicar las variantes de los hablantes con diversos tipos de discapacidades. Por otro lado, la actuación lingüística es el uso que hace cada hablante del conocimiento del idioma que posee. La actuación lingüística puede verse influenciada por diversos factores externos, como el cansancio, el alcohol, etc., de tal manera que no representa con exactitud la competencia del hablante. Por este motivo, el estudio del lenguaje debe concentrarse en la descripción de la competencia lingüística del hablante, y entonces podremos determinar el afecto del alcohol o el cansancio, por ejemplo, en la actuación lingüística del hablante.

El estudio científico del lenguaje de Chomsky está basado en los principios cartesianos y galileleanos de la ciencia. Se fundamenta en lo que él llama “el órgano del lenguaje”, que es exclusivo de los seres humanos. Este enfoque vuelve a la lingüística una ciencia biológica, alejada de la influencia social, por lo que la lingüística formal (chomskiana) no es considerada por muchos como parte de las ciencias sociales. Esta idea le ha acarreado numerosos detractores a través de los años, pero ninguno ha logrado demostrar que el lenguaje sea un fenómeno social, y no un fenómeno natural, como sostiene Chomsky. Es decir, obviamente la sociedad utiliza el lenguaje y permite que este evolucione, pero no es responsable de su existencia, lo cual es un aspecto biológico del ser humano, como lo es volar para las aves.

Esta pequeña reseña de Chomsky y su teoría del lenguaje muestra la complejidad de los estudios lingüísticos actuales. Los lingüistas modernos no somos, necesariamente, traductores, políglotas, ni, mucho menos, gramáticos normativos. Somos científicos que estudiamos el lenguaje desde un enfoque cognitivista en búsqueda de una explicación de los mecanismos mentales que le permiten al ser humano ser la única especie con la capacidad biológica de desarrollar lenguaje.

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