QUITO/Xinhua
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, afirmó este miércoles que el país está en “estado de guerra” y advirtió que no cederá ante los grupos terroristas ligados al narcotráfico, a los que se atribuye la escalada de violencia de los últimos dos días en la nación sudamericana.
“Prácticamente sí, estamos en un conflicto armado no internacional, estamos luchando por la paz nacional, estamos luchando también contra grupos terroristas que hoy en día son más de 20.000 personas las que los conforman”, dijo Noboa en una entrevista con “Radio Canela”, en Quito.
Agregó que son 22 grupos que el Gobierno identificó como “terroristas” en un decreto que emitió el martes declarando “conflicto armado interno” en el país, medida que implica el despliegue e intervención de las Fuerzas Armadas para neutralizar a dichos grupos.
Noboa, un joven empresario y político de 36 años que asumió el poder el pasado 23 de noviembre, sostuvo que era necesario identificar a estas bandas por su nombre y cambiar la denominación de grupos de crimen organizado a grupos terroristas.
“Cuando son terroristas y vivimos en un estado de guerra aplican otras leyes, aplica también el derecho internacional humanitario” para enfrentarlos, apuntó.
Según el mandatario, esta decisión también “es un mensaje de que nosotros no vamos a ceder, de que no vamos a dejar que la sociedad se muera lentamente, sino que hoy los vamos a combatir, hoy vamos a dar soluciones y pronto vamos a darle la paz a las familias ecuatorianas”.
En ese contexto, añadió que los grupos terroristas “son objetivos militares”, por lo que aplaudió que las Fuerzas Armadas “de una manera fuerte” estén saliendo a las calles para contrarrestar la ola de violencia.
El país estuvo sumido entre el lunes y el martes en una serie de hechos violentos con amotinamientos y disturbios en varias cárceles con guías penitenciarios retenidos, explosiones en varias ciudades, ataques armados, incluido un canal de televisión en plena transmisión en vivo, que dejó 13 detenidos, vehículos incinerados y policías secuestrados.
Hasta el martes, se confirmaron 10 muertos, entre ellos dos policías, en el contexto de la violencia.
Noboa informó que existen más de 70 personas detenidas, entre las que se encuentran algunos “objetivos de alto valor”, además de que en las cárceles se está desconectando la señal telefónica y la electricidad para quitar a los reclusos las capacidades para operar.
“Vivimos un momento muy duro”, señaló el mandatario tras advertir que “se acabaron los momentos de gobiernos tibios”, ya que su administración es firme y va a proteger a los ciudadanos.
A su juicio, la ola de violencia “no es un accidente”, sino una reacción a la aplicación del plan de seguridad del Gobierno, en el que ratificó la construcción de dos cárceles de máxima seguridad para aislar a los cabecillas de las bandas.
Advirtió que jueces, fiscales, policías y militares que asistan a los grupos terroristas o que traben cualquier operativo, serán considerados como parte de estas bandas y serán procesados.