Tania Primavera
Oigo tu llamado y regreso a tu habitación y entro, solo una vez
y te escucho decir que te piensas conmigo
no estás, pero aquí en mi recuerdo sí estás
ofreciendo un jugo de jabuticaba mientras cocinas
Salimos al patio donde tomamos café
después del almuerzo
me muestras aquella música
y veo las pinturas donde nos tomamos una foto
Vemos el caracol de tu sala,
y que me pongo en la oreja para oír su música
me muestras el caballito azul de Salarrué
y aún no escribo aquel cuento que te dije
Las fotos antiguas de los salones
de esa casa cerca de el Salvador del Mundo
veo a través de la puerta de hierro forjado
con frutos de carambola en el jardín
Aquí, oigo el sonido de los cuetes que revientan a lo lejos
ahora, mientras escribo en la cama
No estás, pero puedo soñarte y aún no te sueño
no estás para caminar conmigo en mi salida cercana a casa
para el paseo a mi perra
este ocaso antes de la tormenta.
Y me pararé en la esquina donde no estás, aunque te busque
no estás para servirme esa cerveza que me sirvo y tomo sola
Oigo tu voz suave decir mi nombre y ver tus ojos oscuros
con tu collar que tiene ese coral
no estás para acariciar tu cabello recostado en mis piernas
me llamas y caminas descalzo en la arena con el fondo azul del mar
Nocturno es el pensamiento para vos
amanecer y atardecer
y te mando imaginariamente flores
que rodeen tu almohada.
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