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Nombramiento Ramón Rivas en la secretaría de Cultura y de Carlos Canjura en el Ministerio de Educación: expectativas de la Escuela de CC.SS.

 

UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE CIENCIAS Y HUMANIDADES

ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES

“Licenciado Gerardo Iraheta Rosales”

2014: Año del Compromiso Social

 

La Dirección de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador, cialis ha recibido con mucha alegría, buy cialis optimismo, remedy entusiasmo -y aún más expectativas- el reciente nombramiento del antropólogo Ramón Douglas Rivas al frente de la Secretaría de Cultura y del científico Carlos Canjura en el Ministerio de Educación del nuevo gobierno. Ciertamente, esas han sido unas decisiones muy atinadas de parte del Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, decisiones que con toda seguridad le traerán muchos frutos, orgullos y beneficios de largo fuelle a la cultura y la educación del país, cuyos principales retos son, en nuestra opinión: 1) recuperar estructuralmente la memoria histórica del país remendando los recuerdos de las hazañas nacionales de sus revolucionarios y patriotas más humildes; 2) junto a esa recuperación, y por ella misma, reconstruir la identidad sociocultural de los salvadoreños de cara a construir un país con justicia social y con dignidad, el país de Monseñor Romero y Roque Dalton; y 3) actualizar, transformar y cualificar la educación pública a nivel nacional, dándole relevancia estratégica a los saberes que la nación demanda para transitar hacia el desarrollo y la justicia social.

Esos retos de enorme envergadura e importancia estamos seguros serán agendados, abordados y resueltos por las gestiones del Dr. Rivas y del Ingeniero Canjura, cuyas capacidades científicas, entrega al trabajo diario, identificación con la justicia social y las necesidades del pueblo, mística de progreso de la cultura y la educación, rigurosidad académica y profesionalismo no están sujetos a ninguna duda, de ahí que como Dirección de la Escuela de Ciencias Sociales tengamos muchas expectativas al respecto y desde ya nos apuntamos para contribuir en las gestiones desde nuestra especificidad y recursos humanos.

En el caso de ambos titulares de esas carteras estratégicas del Estado, muy poco o nada se puede agregar para engrandecer aún más sus biografías personales, las que están plagadas de proyectos, propuestas, actividades, entregas, lealtades y compromisos sociales. En ambos casos, estamos frente a dos intelectuales de reconocido prestigio nacional e internacional, hasta el punto de estar convencidos de que son los nombramientos más importantes de los últimos 40 años y de que marcarán un antes y un después en la cultura y la educación salvadoreñas, en tanto las potenciarán y cualificarán para convertirlas en referentes obligados de la región centroamericana. Para cumplir lo anterior, estamos convencidos de que ambas carteras deben trabajar de la mano, tener una agenda conjunta, metas estratégicas negociadas y, ante todo, apoyarse en el humilde aporte que la Universidad de El Salvador les puede dar debido a lo exiguo de su presupuesto.

En torno a las expectativas que la Dirección de la Escuela de Ciencias Sociales tiene sobre la promoción de la cultura y la educación, podemos mencionar las siguientes, que son al mismo tiempo los proyectos de desarrollo que le darán un nuevo perfil a las gestiones particulares:

1.- Hacer de la cultura y la educación el tiempo-espacio de la verdad, la justicia, la reparación, la reconstrucción y la libertad del pueblo salvadoreño. Para lograr esto, se necesita impulsar un proyecto de “Recuperación de la memoria histórica”. Al respecto, es necesario que las masacres, atropellos, y demás crímenes de lesa humanidad cometidos en el país sean reivindicados, tanto como personas con nombre y apellido como en lugares específicos que deben ser pensados y tratados como espacios de la cultura, la educación, la reflexión y la historia de las víctimas, para quienes la cultura y la educación deben ser el pueblo de Dios.

Estamos hablando de la cultura de los pobres, de la educación de los pobres, quienes no cuentan con monumentos de los pobres y de pobres, ni tienen calles con nombres de pobres ni libros texto que den cuenta de su cruenta historia. Particularmente, como Dirección de la Escuela de Ciencias Sociales, esperamos saber toda la verdad sobre la masacre del 30 de julio de 1975, la verdad sobre sus autores materiales e intelectuales para que se haga justicia y, ante todo, se haga un acto de reparación que como mínimo debe partir de la petición de perdón a la UES de parte del Estado. Sobre esto, hace años el Movimiento de Profesionales de la UES (M-PROUES) presentó a las autoridades de la gestión del Ing. Rufino Quezada, el proyecto de “Hijos Meritísimos de la UES”, sin que se haya tenido una respuesta favorable hasta el momento. Y es que, cuando un pueblo recupera la memoria se descubre a sí mismo.

2.1 En este marco, nuestra propuesta es que conjuntamente con la Secretaría de Cultura y el Ministerio de Educación se concrete un “Proyecto de Monumentos Históricos de Revolucionarios Latinoamericanos y del Mundo”. Con ello, le daríamos un carácter cultural-educativo a las plazas dentro de la UES.

2.- Reconstrucción de la Identidad sociocultural: para ello es necesaria la promoción de actividades culturales en todo el país, hacer de todas las calles del país un teatro abierto, un teatro popular en el que la cultura sea un instrumento de educación que haga visibles a los artistas nacionales. Como Escuela de CC.SS. hemos iniciado los proyectos de certámenes culturales en la rama de ensayo y el de la peña cultural de la comunidad de ciencias sociales (espacios para la creatividad, la inclusión y el fin de la violencia social) que esperamos cuenten con el apoyo de la Secretaría de Cultura.

Pero nuestra expectativa va más allá pensando en las capacidades de los titulares de cultura y de educación. En cada región del país: un museo; en cada departamento: un teatro popular con funciones todo el año; en cada municipio y en cada centro escolar: una peña cultural, para que seamos formadores de los que nosotros llamamos “pregoneros de la cultura y la memoria”. Aparte de la experiencia a ganar con la peña cultural de la comunidad de cc.ss. existen otras iniciativas similares en contenido e intencionalidad, como por ejemplo las iniciativas de “Memoria y Canto” que por lo menos un grupo musical está impulsando con el objetivo de rescatar la memoria histórica de nuestro país principalmente, y que combinan música, poesía, teatro y otras expresiones artísticas dentro de un mismo espectáculo con denominaciones diversas, tales como: “Esta es la U”.

3. El proyecto de Fortalecimiento y Enseñanza del Idioma y la Cultura Náhuat. Este tiene como meta no sólo que la gente aprenda Náhuat, sino la creación de maestros de Náhuat y la recuperación de la lógica de pensamiento Náhuat que llevará a los estudiantes y maestros a pensar de forma distinta.

4. Programa televisivo, innovador que retome el espíritu de la TV educativa y que haga suyo el poder de afectación de la televisión como un instrumento específico del arte, la cultura y la educación.

5.- Programa de Jóvenes Talentos en Ciencias Sociales: resulta una paradoja que siendo un país con un cúmulo inconmensurable de problemas sociales de larga data (violencia, corrupción, fraudes, miseria, etc.) las instancias de cultura y de educación no cuenten con -o no potencien- un programa de formación de Jóvenes Talentos en Ciencias Sociales, que sería la cuna para la formación de los científicos sociales que le darían una solución estructural a dichos problemas. En ese sentido (y retomando la enorme y grata experiencia tenida a partir de la visión del Ingeniero Canjura) creemos y esperamos que la principal apuesta del Ministerio de Educación sea, precisamente, la formación de la Escuela de Jóvenes Talentos en Ciencias Sociales, la que combinada con los Jóvenes Talentos en Matemática estamos seguros le daría un enorme impulso a la educación pública en general, cuyos beneficiarios directos serán tanto el país como la Universidad de El Salvador.

Finalmente, reiteramos nuestro beneplácito y alegría en el nombramiento de Ramón Rivas y Carlos Canjura, intelectuales de primer nivel y de enorme prestigio, en las carteras de Cultura y Educación, respectivamente, quienes estamos seguros iniciarán el proceso de desburocratización de las mismas, que cuentan con una cantidad obscena de asesores y directores. Sobre ellos recaerá el futuro de ambos aspectos estratégicos para el desarrollo del país con justicia social y con memoria, y estamos totalmente convencidos y esperanzados de que sabrán cumplir con esa misión, porque conocemos de su mística de trabajo y, ante todo, su identificación con los intereses del pueblo.

Hacia la libertad por la cultura

Ciudad Universitaria, 4 de junio de 2014

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