Por: Rolando Alvarenga
En estos reveladores tiempos en los que, gracias a la Ley de Acceso a la Información Pública, se han destapado sonados escándalos y un resto sigue haciendo cola, nadie que maneje fondos en una federación o institución deportiva en nombre de El Salvador se puede dar el lujo de no dar la cara a la hora de querer ser consultado por un medio de comunición.
Eso sucedió recientemente con el presidente de la Federación Salvadoreña de Tenis de Mesa, debido a que un salvadoreño, que hasta el año 2015 cumplió funciones de tesorero en la Unión Latinoamericana de Tenis de Mesa, “no reintegró en su oportunidad 25 mil dólares”, por lo cual la ULTM suspendió internacionalmente a la federación cuscatleca y a tres de sus miembros.
Voluntaria o involuntariamente, esta irresponsabilidad -cuya deuda fue saldada incluso pasando por la expulsión del célebre tesorero- hizo trascender internacionalmente la fama de El Salvador. Imagínese, el nombre de El Salvador de boca en boca por algo así, ¡qué pena!, ¡qué bochorno! y ¡qué color! Y lo peor es que, habiendo pasado más de tres meses del dictámen sancionatorio, acá en El Salvador: ¡todo bien, gracias! Y un silencio sepulcral en una federación de muchos vuelos, para muy pocas medallas mayores fuera de Centroamérica.
Pero como, tarde o temprano, algún elemento del “team sabuesos del bachi” se dispara; un día me encuentro en mi correo con tan escandalosa revelación, pero al querer conocer la versión federativa sobre cómo estuvo este rollo, “Don Melecho” no contestaba ni me contestó el celu.
Entonces, ¿para qué asumen cargos federativos que tienen que ver con fondos estatales o internacionales, si saben que más temprano que tarde serán consultados sobre este tipo de temas que dejan mal parado al país?
Y aquí no hay gastada y retórica autonomía federativa que valga. En que estos casos en donde el azul y blanco queda por los suelos, hay que ser machos y salir al encuentro del toro y exponer la puritita verdad. Es que de lo contrario, al tratar de esconder las cosas o guardar silencio, lo único que logran los mudos es dejar la mesa servida para que el periodismo se inspire y se sirva con la cuchara más grande, desnudando al o los federativos por este o aquel escándalo
Sobre esto de la ULTM, el director técnico federativo, Carlos Esnard, dio su versión de este penoso caso y aportó documentos para ilustrar lo ocurrido.
En su exposición hubo una interesante expresión: “Quisieron manchar el nombre del Ingeniero para que no se reelija como Vicepresidente de la ITTF”.
Por eso, al reiterar que una cosa es la información pública, como en este caso, y escarbar privacidades de alcoba, mi consejo y sugerencia es que hay que dar la cara. De lo contario, con la política del avestruz solo le estarán sacando punta a la estaca con la que se van a puyar. Así es que cuando les suene el celu y vean que es el número de este mortal, hay que contestar o corresponder, con la convicción y seguridad de que puede haber un tema caliente entre manos o un cangrejo anda pupulando. ¿Qué le parece?