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Antonio Valencia
@Antovalf
En una plática con Diario Co Latino, Andy Failer, analiza la situación política del país y confirma por qué decidió entrar a la política en el país. Previo a las elecciones del 28 de febrero, reafirma sus compromisos y propuestas en caso de llegar a la Asamblea Legislativa.
Teniendo en cuenta que sos comunicador de profesión, Andy, ¿cómo evalúas la campaña electoral para las elecciones del 28F?
Considero que el oficialismo abusa de su capacidad de permear con un mensaje y están rompiendo nuestra capacidad de convivir como ciudadanos en paz. No es como evalúo esta campaña, sino a lo que hemos llegado. No olvidemos que el 31 de enero de este año, el discurso de odio liderado desde la silla presidencial, cobró dos vidas de militantes del FMLN. La polarización no deja de aumentar y no creo que Bukele y Nuevas Ideas quieran que eso se detenga.
¿Qué te motivó a inscribirte como candidato a diputado en un ambiente político como el salvadoreño?
Cuando decidimos fundar Nuestro Tiempo, en el proceso de recolección de firmas, ese contacto uno a uno con miles de personas, convenciéndoles de que un partido político nuevo es necesario para refrescar el sistema. En medio de toda esta experiencia que marcó mi vida, es cuando tomé la decisión que hoy me convoca para este 28 de febrero.
De llegar a la Asamblea tendrás un papel como opositor, pero ¿cómo evalúas a la oposición en este momento y qué diferencia habrá si llegas a ser parte de ellos?
La oposición ha flaqueado en momentos que han sido fundamentales para poner contrapesos desde la sensatez política. Y siendo coherente con esa idea de raíz por la que decidimos fundar un nuevo partido político, es urgente robustecer la oposición y refrescar el sistema de partidos políticos. Ahora, pensando en la correlación de la siguiente legislatura, lo fundamental será articular un bloque de oposición que no solo sea legislativo. Estar acuerpados y en contacto directo con los colectivos sociales y la academia será clave para resistir frente a un bloque oficialista que se distingue por el autoritarismo.
¿Qué opinas sobre el rol que ha tenido la Asamblea Legislativa durante el Gobierno de Nayib Bukele?, ¿es el adecuado o debió tomar otra posición?
En primer lugar, tanto al Gobierno central como a la Asamblea Legislativa, durante esta pandemia, permitieron que la política le ganara a la ciencia. Por ello es que considero que esta actual oposición se deja llevar por algo que ha caracterizado a la vieja guardia de la política: ponen sus intereses particulares y políticos por encima del bienestar de las personas. Cuando el rol de una oposición sensata debería ser poner a las personas y su bienestar al centro de todo el actuar político.
Nuestro Tiempo aspira a que El Salvador sea un país “donde los políticos no tengan privilegios”, ¿qué pasará con los “privilegios” que tiene el cargo de diputado si llegas a la Asamblea?
Sencillo. No habrán privilegios, no viajaré con fondos públicos, no tendré seguro médico privado, no tomaré vales de gasolina, ni teléfonos celulares. Este compromiso lo asumí antes de tomar esta candidatura.
Tomando en cuenta los números publicados en diferentes encuestas, ¿cómo ves la configuración de la Asamblea Legislativa para el próximo período?, ¿qué retos traerá esta nueva Asamblea para el país?
Creo que es imposible que una encuesta proporcione una radiografía exacta en una elección municipal y legislativa, esto es por el sistema de cocientes y residuos. Lo que puedo asegurar, es que si habrá una bancada legislativa de Nuestro Tiempo.
Con base en lo que has mencionado, ¿se vuelve necesario impulsar cambios en la elección de funcionarios de segundo grado?, tomando en cuenta que, en general, esto se ha visto como un reparto de cuotas de los partidos políticos…
Totalmente, no solo es propuesta de Nuestro Tiempo, sino también mía. Hay que reformar el reglamento interior de la Asamblea Legislativa. Sumar a colectivos sociales y a la academia para que fiscalicen este proceso y se garantice que ningún partido político se siga repartiendo con los demás partidos, estos funcionarios que son indispensables para la institucionalidad y democracia de nuestro país.
¿Qué retos has tenido como candidato joven en un partido que se lanza a elecciones por primera vez?, como partido político, ¿qué hace diferente a Nuestro Tiempo del resto de partidos en contienda?
Nos diferencia nuestra capacidad y coherencia. Un estudio de Acción Ciudadana nos coloca a nosotros como el partido político más transparente. Llevamos la plataforma de propuestas legislativas más robusta en cuanto a temas sociales y también de fortalecimiento institucional. El mayor reto al que me he enfrentado es hacer campaña frente a un aparataje de recursos ilimitados que está dispuesto a desinformar a toda costa.
¿Cuáles son las principales propuestas que llevas a la Asamblea Legislativa en caso de convertirse en diputado?, ¿cómo se combatirá la corrupción y el nepotismo?
Primero, dando el ejemplo, eso le eleva la barra al resto de diputados que no asuman el compromiso de erradicar esas prácticas. Y, en segundo lugar, impulsando las reformas internas necesarias para acabar con los privilegios a los que unos pocos han estado acostumbrados.
En términos generales, la sociedad salvadoreña tiene un descontento con la política y los políticos en el país, ¿por qué alguien debería confiar su voto en tu candidatura, Andy?
Porque represento a una nueva generación que no tiene cola que nos pateen, porque nos hemos tomado el tiempo de demostrar con argumentos y datos que sostienen la razón, que somos la mejor opción. Porque hemos debatido con altura y sin odio. Esto no debería garantizar una confianza plena en nadie, pero sí un voto de confianza para ganarme la oportunidad de demostrar con acciones que podemos cumplir lo que otros ni siquiera pensaron. Todo esto bajo una idea esencial: queremos futuro.
¿Qué llamado le hacés a los salvadoreños para estas elecciones del 28F?
Que salgan a votar, que voten de forma informada y que ayuden a sus familiares y amigos a informarse para emitir un voto responsable y que nos permita proteger y defender nuestra democracia para los próximos años. Estoy convencido de que ha llegado nuestro tiempo.
