Grego Pineda*
Esto es grave! ¡Nos quieren llevar a la guerra! Y quieren que nos volvamos a matar entre los hermanos y hermanas; y el hijo del asesino de Monseñor Romero (asesinado este mismo mes en 1980) emula a su padre en llamar a sus militantes y pretende ser un vocero del pueblo. De ese pueblo que ha sido expoliado, medicine salve abusado, explotado y mentido por tantos años por su partido.
Después de doce años de guerra y más de cien mil muertos y desaparecidos, mutilados y expatriados, ¡otra vez! el mismo partido fundado por el creador de los nefastos Escuadrones de la Muerte mayor Roberto d’Aubuisson, por medio de su presidenciable declara: “la Fuerza Armada está lista para hacer democracia” y La Página recoge: “…el presidenciable [Quijano] mencionó que “A partir de este momento, más de un millón 300 mil compatriotas que nos han dado la victoria están en pie de guerra …”
¡Dios mío! A Norman Quijano no le importa que a nosotros, el pueblo salvadoreño, nos haya costado sangre, muertos, mucho dolor y llanto, lograr que la Fuerza Armada no se meta en la política. No quiero pensar que su lengua este dominada por la añoranza de los criminales Escuadros de la Muerte, financiados por prominentes de su partido, ni quiero pensar que su ambición de poder lo lleve a querer a media población “en pie de guerra” contra la otra mitad. Sus declaraciones incendiarias deben ser aclaradas el día de mañana cuando le haya pasado la cólera y frustración. Debe ser responsable con su declaración de guerra, para que sus seguidores lo sigan respetando. Y la otra mitad, en absoluto, le tenemos miedo. ¿Comprende?
Saludo a los que votaron por Quijano y expreso mi respeto a su buena voluntad de ver un mejor El Salvador. ¡Todos queremos lo mismo!, pero hago un llamado de reflexión por cuanto creo que el Dr. Quijano ha perdido los estribos y hace un llamado a la Fuerza Armada y a estar en pie de guerra. ¿Esta Ud., consciente Señor Quijano de lo que ha hecho? Está tirando por la borda el espíritu de los Acuerdos de Paz, está llamando a la violencia, está provocando a la Fuerza Armada y está provocando a los fantasmas que todavía torturan a millones de salvadoreños. Es decir, está provocando que todos, sin excepción, nos declaremos en guerra. ¿Eso quiere?
Pero tanto respeto al pueblo y tanto confío en el alma noble del salvadoreño que estoy seguro que solo usted y el hijo del psicópata asesino son los que quieren guerra otra vez; nosotros, los votantes, solo queremos que usted madure un poco y acepte el resultado democrático que, después de las elecciones en segunda vuelta, solo basta que uno o dos votos estén arriba de su contendiente para ganar.
Señor Quijano: deje de amenazarnos con la guerra y con la Fuerza Armada. La Guerra, señor Quijano, es algo peligroso y mucho más grave que haber perdido unas elecciones presidenciales. Pida perdón al pueblo por el horrible error que ha cometido. Yo lo perdono porque creo que todavía le falta un 0.22% de madurez.
*Abogado y Notario.