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Nosotras Mujeres de fuego El Salvador

Los Ángeles California 23 de Marzo 2014

Agradezco de manera muy especial el ofrecimiento de publicar los poemas que rescatan los nombres y las vidas de algunas de nuestras hermanas caídas en la lucha por la paz y un mejor mañana para nuestro amado El Salvador.
Decidí publicar la poesía dedicada a ellas en un poemario llamado Álbum para amarte patria II, cialis en el momento que lo escribí tuve una catarsis de memoria. Una a una vinieron al recuerdo, cheap aparecieron en los bailes en los cantones, viagra sale en las aulas, en las siembras y la pizca de algodón y de café, bordando “cuturinas” para sus bebes, una de ellas peleándose con migo en ese “tiempo duramente humano”. Recordé las lágrimas secas, aquellas que no me permití derramar por ellas, ya que era muy peligroso hacerlo, podían convertirse en un río irreprimible y no dejarme actuar. Tenían diferentes edades y “extracciones sociales” y todas en la mira a la estrella. Gracias por quererlas en la memoria colectiva.

Dora Olivia Magaña
Marzo 23, 2014

 

Nosotras
Mujeres de fuego  El Salvador

Las mujeres que fuimos crónica en los periódicos
dimos un golpe certero al corazón de la ignominia.
Emprendimos el camino arduo, tortuoso y colectivo
de descubrirnos,
en una nueva realidad histórica

Con nuestro espíritu libre,
los pies plantados en la tierra
el conocimiento profundo de las abuelas
nos subimos a los montes,
cruzamos los ríos,
entendimos en sus riveras
la majestuosa vida que los acompaña.

Y…
desde las alturas,
supimos con certeza
que no necesitábamos quitarnos los brazieres
para tirarlos en lagos artificiales.

Con nuestras manos inmensas en ternura
el amor a tiempo y sin barreras,
sembramos las simientes del futuro
que brotó y se esparció
por esos manantiales
inagotables de la vida,
nueva, fresca, renovadora.

En 1992,
con tristeza en el alma
esperanza en el rostro
y nuestros hijos a cuestas,
bajamos de los montes
aprendimos nuevas formas de lucha,
cruzamos fronteras y desiertos inhóspitos,
hablamos nuevas lenguas,
escuchamos de nuevas invenciones,
supimos de raras ideologías de márgenes rentables.
Y…
permanecimos en resistencia.

Así es nuestra historia,
colectiva, sagaz, infinita,
incorruptible

Gladis Meardi
(Yvette)
En la alborada del 15 de marzo del 2009

Sin respuesta,
he pasado parte de la vida
preguntándome,
¿Cómo fielmente
describirte en cada amanecer?

De pronto,
Sin pedir permiso ni avisar
me invadís,
llenas todos mis poros.

En silencio,
Sin duda alguna… …leal
te levantas en la mañana de la patria
y la saludas en su alborada luminosa.

Me recordás,
que una noche de terror te capturaron
cuando en el vientre llevabas a tu hijo
y no lo dejaron ver la aurora.

Yo acuso,
a aquellos que la vida odiaron,
de haber tu sangre preciosa derramado.
Creyeron que matándote mataban
el sueño invencible del mañana.

Miren hoy,
nuestra gente sale del letargo,
y nos saluda la esperanza
que soñamos.

Tu presencia en nuestra tierra desolada
en unidad,
serena
se despliega.

Maestra, Mélida Anaya Montes
(Comandante Ana María)

Grande se levanta en nuestra historia,
impartiendo la enseñanza primaria de los sueños.
Definiendo la ruta clara y firme
para nosotras caminarla con certeza.

Maestra,
desde mi juventud,
un libro de su vida le pedí:
“No es posible en esta época”  me dijo,
“La lucha me demanda otros quehaceres,
será una tarea
a cumplir en el futuro”.

No escribió con pluma lo vivido,
lo transmitió en las noches colectivas,
lo otorgó al pueblo en las costas,
lo enseñó en los campos y ciudades
lo aclaró al mundo con su lucha…

…Nos lo dejó clavado en la conciencia

Lupita

Me acuerdo de tu ilusión por los vestidos,
colorados, te gustaban todos ellos,
los usabas talladitos a tu cuerpo,
y presentabas una cara muy coqueta
en los bailes de la cruz en el cantón.

Usuluteca con tu Chele chalateco,
en las cortas de algodón te conocí.
Brava moza defendías tus derechos,
diciendo:
“Que el costal me lo paguen como es”,
pues por algo las manos te sangraban,
al recoger las siembras de los ricos.

Un día te cansaste del despojo,
tus ojos claros vieron el camino
y la razón del diario recorrer.
Contenta decidiste emprender
la lucha en las veredas de tu tierra,
con la unidad que prometía libertad.

Trigueña, colochita y sudorosa
entre gritos diste vida a tu hijo
que en una noche de invierno,
a la tierra tuviste que entregar.

Con dolor comprendiste que la vida,
en un segundo, frágil se nos va.
Luminosa decidiste en la experiencia,
continuar en colectivo lo acordado.

En jauría interrumpieron tu camino
y a juntarte con tu hijo te marchaste.
Nos dejaste en la memoria bien grabados,
tus cachetes chapeaditos en los bailes,
tu sonrinsa descubriendo amaneceres
tu coraje admirable en la batalla.

Rosa Elena Romero
(Graciela Menjívar)
Compañera de armas.

Hermana

Para vos,
Sólo es posible,
un poema con “lenguaje objetivo”.

Porque en aquellas inmensas jornadas,
en el mayo adolorido de la causa,
unidas en amor al pie del asalto
y a fuerza de tu exigencia concluimos
que…
…”nuestra amistad se desarrolló
cuando una política de principios comunes
nos juntó en armas”
que…
…era la única manera en la cual pudiera haber surgido.

Mientras con ternura,
hilabas las redes de apoyo,
querías pretender
que tus sentimientos
entraban en un segundo plano
y que podían no ser ni necesarios,
cuando en la construcción del partido
contabas con una ideología férrea,
liberadora.

Nunca en reuniones objetivas,
te pude convencer de lo contrario.

Pero sabíamos de tu cariño por los niños,
de tu miel que se derramaba con dulzura imponente
sobre las estructuras construidas por los pobres,
de tu incuestionable solidaridad,
de tu amor generoso por nosotros.

Tuvimos diferencias de visión sobre la lucha,
diferencias en la concepción
y la formación del instrumento
y la conducta al interior de éste;
a pesar de que vivimos
las mismas experiencias.

Los últimos años de tu vida,
no pude estar cerca de tí.
Supe por informes clandestinos
que te encarcelaron los que torturaban el amor,
que ante ellos te portaste
como férrea militante
que mantuviste los principios
hasta el final de esa jornada
cuando te liberaron a fuerza
de lucha forjada por el pueblo.
Después supe que caíste en un frente
y Rebeca te sostuvo en sus brazos.

Pasan los años,
experiencias van y vienen
y sigo conversando con vos.
Recuerdo tus ojos chinos clavados en los míos
cuestionando siempre la ruta a seguir.

Violeta me llama,
me habla de vos,
dice que estás en la internet,
desde Suecia,
Israel rescata tu memoria.
Entonces surgís de nuevo
curando las heridas
con ternura.

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