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Notas sobre la muestra “La idea pese al tiempo. Abstracción contemporánea en El Salvador.”

Armando Molina

Escritor

Considerar un objeto en su pura esencia o noción es el proceso de la abstracción como ejercicio intelectual. Imaginar aisladamente las cualidades de un objeto y separarlas para llegar a su pura esencia, doctor a su particularidad, es el modo de operar de un artista que practica la Abstracción como modalidad de expresión. El artista abstracto no pretende representar cosas o seres concretos; más bien su visión se enfoca en ciertos elementos o en alguna cualidad, con la exclusión explícita del sujeto abordado. Su atención se fija en elementos como la forma, el color, la estructura o la dimensión, siempre separando o excluyendo el sujeto de su atención. Es un arte ligado a la emoción como motor de creación y la obra un producto estrictamente de la imaginación.

Entre 1910-1911 el notable pintor ruso y teórico del arte Vasili Kandinski (1866-1944) realiza su primera acuarela abstracta. Hacia 1912 publica su libro “De lo espiritual del arte”, que sienta las bases teóricas del arte abstracto, y que dictan, en esencia, que el arte abstracto es una manifestación del alma con la cual el artista debe expresarse sin hacer referencia alguna a la naturaleza.

Introducido en El Salvador en la década de los 30 del siglo pasado, el arte abstracto y sus variantes encontraron tierra fértil en los pinceles de destacados artistas como Salarrué en la primera mitad del siglo XX, y más tarde con el pintor Carlos Cañas, a quien se considera el precursor de esta tendencia artística en el país, Benjamín Cañas y Raúl Elas Reyes, entre otros. Controvertida y denostada en sus inicios en Europa por su disposición libre y alejada del academicismo imperante en la época,  y más tarde por la acérrima crítica a su condición metafísica de origen con su lenguaje críptico cuasi místico, el arte abstracto ha tenido magníficos creadores practicantes en El Salvador y en Centro América en general, tomando en cuenta que los artistas más significativos del arte salvadoreño se han destacado principalmente por el arte figurativo.

Actualmente, la Sala Nacional de Exhibiciones Salarrué exhibe hasta el próximo 19 de julio la muestra de arte abstracto “La idea pese al tiempo. Abstracción contemporánea en El Salvador”. La muestra reúne la obra de 33 artistas contemporáneos, algunos de ellos de estatura internacional y otros de firme trayectoria en el ámbito artístico regional. La muestra también incluye obra de artistas de Guatemala y Costa Rica.

Para esta exposición la Sala Nacional ha reunido casi medio centenar de pinturas y esculturas cuidadosamente presentadas como individualidades, seleccionadas por el artista y docente Giovanni Gil y la directora de la Sala Nacional de Exhibiciones, la artista Mayra Barraza, con la colaboración de otros artistas participantes. Se trata, a mi parecer, de una de las muestras más ambiciosas y completas de arte abstracto salvadoreño contemporáneo exhibidas en años recientes, donde están representados los artistas salvadoreños que configuran algunos de los estilos abstractos más significativos en El Salvador; si bien es cierto hay notables ausencias, justificadas tal vez por cuestiones logísticas.

Contemporáneo

Entre la ecléctica selección de obras en pintura y escultura, encontramos diferentes versiones del arte abstracto contemporáneo: abstracción cromática, constructivismo, abstracción geométrica, expresionismo abstracto americano o informalismo, abstracción cinética, y otros más. Es de notar, que casi todos los artistas incluidos en la muestra residieron en el extranjero durante su etapa de formación, aunque esto no significa que se trata de imitaciones de estilos extranjerizantes. Las obras de estos creadores son de excelente factura, en las que es evidente el oficio y la habilidad depurada, su estilo individual y una amplia gama de creatividad e imaginación. En ellas predomina un arte basado en el uso del color y de la representación de una forma absolutamente arbitraria, cargados de emociones y de una fecunda imaginación, y su razón de ser es solo una referencia visual para ser transformada según el criterio estético de cada artista, para la ulterior apreciación y deleite del observador. Es pues, como apuntamos al principio de estas notas, un arte ligado a la emoción como motor de creación y la obra un producto estrictamente de la imaginación.

Mis felicitaciones y apoyo a la Sala Nacional de Exhibiciones Salarrué y a su equipo museístico por la excelente presentación y cuidadoso montaje de las obras en exhibición, hecha con profesionalismo y mucho respeto hacia los artistas. La exhibición estará abierta hasta el 19 de julio, para la que también se han programado una conferencia sobre la trayectoria del arte abstracto en El Salvador y periódicas visitas guiadas durante su duración.

San Salvador, 18 de junio de 2015

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