Por Lourdes Argueta
Integrante Comisión Política FMLN
Recientemente se han conocido los datos de la V encuesta de Humor Social y Político, centrada en las elecciones de 2024 y denominada “un punto de partida electoral”.
Para la izquierda el punto de partida electoral no recae sobre la reciente encuesta, desde nuestra visión de partido político no podemos obviar ciertas situaciones que se contraponen a la maquinaria propagandística gubernamental, sin buscar caer en pretensiones distantes de la realidad.
Estos resultados ameritan un análisis en torno a elementos que de alguna manera se ven reflejados en dicha encuesta y que atañen al FMLN, así como también es preciso indagar el nivel de consciencia sobre la intención del votante.
Aún con la narrativa vulgar y convenenciera que se empeña en imponer el oficialismo al decir que ARENA y el FRENTE son lo mismo, lo cierto es que son fuerzas políticas totalmente adversas entre sí, por su origen de clase, su concepción ideológica, los objetivos que persiguen en la sociedad, por su historia, sus valores y principios.
¿Por qué siendo amplia la diferencia entre uno y otro, esa narrativa impacta en la sociedad? En gran medida es una apreciación construida con base al poder de manipulación mediática ejercida por quienes ostentan el poder político y además representan un grupo de poder económico emergente, que necesita enquistarse por mucho tiempo en el poder. Pero, también, la evidente persecución política, judicial y mediática de forma selectiva en contra de actores políticos partidarios, que si por la vía judicial no logran condenarlos, mediáticamente ya los han condenado. Estos señalamientos de corrupción surten un efecto en la población y se ven reflejado en la encuesta presentada.
En mi opinión, “la lucha contra la corrupción” que anuncia el gobierno, persigue por una parte desviar la atención de posibles casos de corrupción en la actual administración pública, y dirige la mirada al pasado, lo cual es una excelente estrategia (para ocultar la actual); pero, también, busca evitar que estos partidos recuperen la simpatía de la población, a sus votantes, e impedir el retorno de sus bases a los partidos de donde migraron a su movimiento, ante el desgaste gradual que vaya acumulando la fuerza política y la figura más representativa del oficialismo. Esto último, aun no reflejado aun en la encuesta en mención, que sin el propósito de descalificarla, a mi criterio hay aspectos que no se ven reflejados como el alto costo de la vida, la falta de oportunidades para la juventud, de fuentes de empleo, de acceso a la vivienda, del deterioro de los mecanismos de transparencia, etc., para ofrecer más elementos que lleven al encuestado a reflexionar si su intención del voto es realmente consciente. Lo cierto es que en el territorio hay una lectura interesante sobre lo que la gente dice respecto a la realidad del país.
Siguiendo con el señalamiento de corrupción a ex funcionarios del partido, debemos resaltar que somos los militantes del FMLN los más interesados en que todo se aclare, pero exigimos a la misma vez el respeto al debido proceso y demás garantías constitucionales; así como pedimos respeto por nuestra institución, en el sentido que hay actuaciones (personales) con responsabilidad directa que no deben endosarse de manera mecánica a la organización política.
En ningún momento vamos a evadir el asumir un debate respecto a actuaciones o decisiones tomadas como partido o durante el ejercicio de gobierno, reconociendo y rectificando todas aquellas que son cuestionadas con justa razón por la población, pero aclarando otra cantidad de situaciones que se nos atribuyen de manera arbitraria.
Tenemos un compromiso manifiesto, real – auténtico, para recuperar al FMLN en su visión de transformación social. Hemos aprobado un nuevo Estatuto del partido y un Código de Ética como instrumentos necesarios para asumir con más fuerza el viraje del FMLN en el sentido de una izquierda democrática, revolucionaria y socialista, como ha sido reafirmado en nuestro Estatuto.
Nos presentamos como FMLN a un proceso electoral en condiciones más complejas y desiguales en todos los sentidos, y en medio de una incertidumbre jurídica que empaña los resultados electorales, pero firmes en la defensa de nuestra identidad, con la claridad y determinación por asumir en nuestra agenda los temas de mayor interés de la población, asumiendo como una gran oportunidad para hilvanar esfuerzos en la construcción de un tejido social con democracia participativa.
A la población le presentamos candidaturas propias, lo cual dice mucho de nuestra convicción, que además demuestra que ese señalamiento del oficialismo en que el FMLN y ARENA son lo mismo, es totalmente inválido, absurdo y mal intencionado.
Más allá de aspectos que puedan ser cuestionados, es en los gobiernos del Frente cuando más inversión social ha habido, lo cual no solo es cuantificable en relación a la ejecución del presupuesto, sino en la dignificación a la niñez, a las mujeres, a los campesinos, a los jóvenes, entre otros sectores que se vieron beneficiados por la transformación en materia de salud, educación, agricultura, etc., en un periodo que los efectos de las medidas neoliberales implementadas por los gobiernos areneros se agudizaron producto de la cadena de privatizaciones y la concentración de la riqueza en pocas manos, lo cual sigue constituyendo un problema estructural que no solo no se está tratando, sino que se sigue profundizando con el actual gobierno.