Rodman R. Clayson
(Pasado Gran Maestro de la Orden Rosacruz AMORC)
La Conveniencia de los propios autoanálisis
Cada uno de nosotros debemos hacer ocasionalmente nuestro propio análisis para ver si estamos utilizando nuestro tiempo, cure nuestros intereses y esfuerzos de manera que nos conduzcan a la obtención de nuestros ideales y si estamos llenando o no el hueco que mejor se nos adapte. Siguiendo tal vez esa línea de pensamiento encontraremos los medios mediante los cuales podremos expresar, advice mejorar o cambiar condiciones. No debemos ser egoístas ni imprácticos. No tratemos de alcanzar una estrella ni enterremos joyas o gemas bajo nuestros pies.
La mística admonición “Cuando el neófito está listo, sale el Maestro aparece”, es aplicable a nuestra misión en la vida. Cuando hayamos alcanzado ese estado de desarrollo en el dominio de ese particular campo de actividad en el que podamos llevar a cabo nuestro mejor y más grande trabajo, oras amplias avenidas de expresión se abrirán ante nosotros y reconoceremos que habrá llegado el momento.
Nunca deberemos sentirnos desalentados si nuestra postrer misión no nos es señalada en la presente encarnación (aunque es imposible que no se nos señale de alguna manera), nuestras vidas deben ser conducidas a modo de sentir que nos estamos preparando para la próxima jornada aquí en la Tierra, en cuya época podremos tener la oportunidad de llevar a cabo nuestro trabajo. Cada uno de nosotros tiene destinada una misión en la vida. Esto no significa necesariamente que esa misión especial sea de carácter humanitario o un gran trabajo en interés de la Humanidad. Cuando decimos que una persona tiene una misión en la vida, parece que pensamos en la palabra misión atribuyéndole el significado de un gran servicio al mundo. Pero una misión puede ser un servicio individual, para el desenvolvimiento de una persona y de quienes le rodean y no necesariamente para el mundo en general.
El Cósmico ayuda en los buenos esfuerzos
Cada individuo tiene algo que hacer de especial beneficio para su propio adelanto y obtención. Podemos estar seguros de que mientras mostremos concienzudo esfuerzo, el Cósmico nos ayudará y comenzaremos a realizar un alto mayor desarrollo que nos conducirá a una vida feliz con oportunidades y experiencia benéfica, tanto para nosotros mismos, como para otros. El Cósmico desea que el individuo sea altamente idóneo en muchos aspectos, antes de que intente llevar a cabo el más eficiente servicio. Una persona con el espíritu y deseo de ayudar a otros puede hacer un gran trabajo si se encuentra mentalmente preparada y espiritualmente calificada, teniendo además una inteligente comprensión. Cada individuo es una parte de nuestra civilización y de mejorarse a sí mismo con la esperanza de ayudar a otros a que se mejoren: además, él debe procurar la idoneidad de su pensamiento con el objeto de ejecutar la clase especial de trabajo que se supone debe hacer.
Si debemos sentirnos desalentados al no haber descubierto cuál es nuestra misión, o cuál será, no hay que creer que hemos sido inadvertidos, vistos con desdén o desprecio, pues lo que pasa es que nos estamos preparando si es que no ha llegado el momento de cumplir nuestra misión, pero cuando llegue, seremos abundantemente bendecidos con muchas oportunidades en una o varias actividades.
Cada uno, en su propia manera, puede servir a algún gran principio en el esquema de las cosas. Algunas veces nuestra misión es mejor desempeñada cuando se llega a cierta edad y se ha obtenido una buena dosis de experiencia. Algunos de nosotros en este preciso momento podemos estar al borde de una nueva carrera o aproximándonos a alguna de las encrucijadas de la vida donde habremos de separarnos de nuestro actual camino para seguir otro. Bien puede ser que ahora mismo, no estemos sobre el sendero debido, pero al encontrarlo nos daremos cuenta de que nuestra misión y trabajo en la vida son enteramente diferentes de lo que han sido en el pasado. Cuando llegue el momento debido, nuestra misión nos será definitivamente revelada. No habrá ninguna duda sobre el particular y sentiremos los apremios que nos impulsarán al desempeño de nuestra misión. Cualquier que ésta sea, y de ello podemos estar seguros, no nos causará desgracia ni será motivo de injusticia para nosotros y para nuestros seres queridos, sino más bien, en beneficio de todos.