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Nuestro pueblo en lucha y resistencia por su verdadera independencia

Por Lourdes Argueta*

A 202 años de independencia de la corona española, los pueblos seguimos en lucha y resistencia frente a las desigualdades sociales y el deterioro acelerado en la calidad de vida, a consecuencia de secuelas muy profundas marcadas desde la invasión europea en América Latina responsable de saqueo, explotación, persecución y exterminio de los pueblos indígenas.

La independencia lograda con la lucha de los pueblos solo fue la independencia para las elites criollas que ya habían generado una importante acumulación de capital y demás riquezas que les posicionaba de manera privilegiada en la sociedad, y seguían sometiendo al pueblo.

Nuestra historia registra la valentía de hombres y mujeres que se resistían y se insurreccionaron por primera vez al poder dominante de la época – 1833 – con Anastasio Aquino, quien lideró el levantamiento de las comunidades nonualcas, por la imposición de impuestos, explotación laboral y las restricciones a la propiedad comunal de tierras. Aun con el vil asesinato de este líder, la organización de las comunidades indígenas se mantuvo y se registran en la historia otras expresiones de rebeldía que fueron rápidamente controladas por el ejército.

Esa casta fue alcanzando mayores niveles de influencia política y militar, propiciando la instauración de dinastías y dictaduras militares que representaban los intereses de ese poder que ejercieron sangrientas represiones a las comunidades indígenas y sectores de campesinos, obreros y estudiantes. Un segundo levantamiento indígena en enero de 1932 se gestó con líderes desatacados como Feliciano Ama, cruelmente ejecutado en la plaza de Izalco, como escarnio para atemorizar al pueblo.

Farabundo Martí, destacado organizador popular, luchador internacionalista y militante del recién conformado Partido Comunista de El Salvador, PCS -1930-, fue acusado de instigar el levantamiento indígena y ejecutado junto a Mario Zapata y Alfonso Luna.

Las contradicciones sociales se siguieron profundizando y con ellos el recrudecimiento de la represión y persecución al pueblo, que se extendió por varias décadas. Producto de la organización y maduración del proceso político y social en el país, se logró unificar fuerzas y en 1980 se crea el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional -FMLN- por lo que es nuestro partido el sujeto político del pueblo salvadoreño que se funda en el compromiso de desmontar la dictadura militar e impulsar la transformación de nuestro país.

En los tiempos actuales luchamos y resistimos en condiciones complejas, por una parte enfrentamos las consecuencias del fracaso de las medidas neoliberales implementadas en las recientes décadas, que siguen pasando factura a diferentes generaciones, sigue concentrando recursos en muy pocas manos, y en países subdesarrollados como el nuestro con un alto nivel de dependencia económica, endeudamiento externos, concentración de las riquezas y de manera consecuente concentración de poder económico y político por parte de los representantes de los sectores pudientes del país que han impulsado y profundizado la agenda neocolonial, la brecha de la desigualdad cada vez es más grande.

Conmemoramos 202 años de una independencia que el pueblo no termina de conocer. El sistema múltiple de dominación del poder hegemónico sigue pesando en la humanidad desde el ámbito político, económico, social y sobre todo a nivel cultural, lo que en gran medida facilita las condiciones para que las fuerzas de la clase dominante se sigan imponiendo a los pueblos, a escala internacional y nacional.

Este 15 de septiembre, una importante representación social y política salió a las calles a denunciar los diferentes atropellos a derechos laborales, el alto costo de la vida, la concentración y uso discrecional de recursos, las detenciones arbitrarias  y por supuesto contra la anunciada inscripción del actual presidente que busca una reelección mediante un mecanismo ilegal, en medio de un escenario marcado por el reacomodamiento de las reglas del proceso electoral a conveniencia de los intereses del oficialismo.

La plataforma de campaña presidencial del oficialismo se montó sobre la base de una millonaria inversión publicitaria, para elevar la imagen y culto a la personalidad del presidente, para generar una percepción distorsionada de la realidad, y desde ese punto de vista, es evidente que la intención de votos de una gran parte de la población está condicionado a la aceptación de esa superficialidad. Por eso se empeña en desconocer y desacreditar nuestra historia, pretende borrarla y generar rechazo de la lucha de nuestro pueblo.

No podemos olvidar de dónde venimos, los orígenes de nuestro partido FMLN, que es el único que nace fruto de las luchas valientes de hombres y mujeres que con determinación se enfrentaron a esos poderes económicos, políticos y militares para que las nuevas generaciones tuvieran mejores condiciones para vivir en dignidad y justicia social. Nuestro partido no nació por un capricho de ningún fulano, ni por la magia de una exitosa campaña mediática, ni por el llenado de firmas bajo ningún canopy.

¿Cómo no defender el origen autentico de nuestras cuatro letras, que representan historia y sacrificios? Aun con las adversidades del momento histórico producto de la estrategia de fuerzas externas que trazaron una línea de ataque y desgaste directo para frenar el avance de nuestro partido, y producto también de errores y desaciertos propios, lo cierto es que la contribución del FMLN en la sociedad salvadoreña es superior al deseo de quienes buscan desaparecer a este partido.

Seguiremos en pie, luchando y resistiendo, construyendo junto al pueblo el camino de una verdadera independencia, libertad, democracia participativa, soberanía y autodeterminación.

 

*Comisión Política FMLN

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