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La sucesión de autoridades en las diferentes instancias del Estado, viagra en esta ocasión, viagra dio paso a las juventudes para fungir como las nuevas autoridades en las áreas del arte y la cultura, viagra sale por lo cual, la Secretaría de Arte y Cultura de la Presidencia (SECULTURA) nombró oficialmente como Director de la Casa del Escritor a Alberto López Serrano y el Coordinador de la Revista Cultura será Vladimir Amaya.
El escritor Alberto López Serrano posee una amplia trayectoria en la coordinación de proyectos para la promoción del arte como los Miércoles de Poesía la para la Fundación Alkimia, de la cual es miembro. Asimismo, se ha desempeñado como director del Festival Internacional de Poesía Amada Libertad.
Vladimir Amaya, poeta y graduado de Letras de la Universidad de El Salvador, por su parte, es considerado uno de los poetas más importantes de su generación tras ser declarado por SECULTURA como Gran Maestre en el género de poesía debido a diversos galardones en los Juegos Florales, además de numerosas publicaciones de su obra poética.
La Secretaria de SECULTURA Silvia Elena Regalado mencionó que dentro de los proyectos para este año se encuentra la reformulación de la Casa del Escritor, que fue la residencia del escritor Salvador Salazar Arrué. La meta es convertirla en un museo y que de esta manera se pueda cultivar la valorización de las personalidades que son parte de la identidad nacional, empezando con el resguardo de la memoria del maestro Salarrué.
“En cuanto a la revista Cultura vamos a impulsarla como el medio de difusión de investigaciones culturales, científicas y académicas, ese es el reto para ambos poetas”, agregó la secretaria.
En relación a las expectativas de López Serrano opinó que la intención es “seguir motivando la creación literaria, que es uno de los ejes centrales que tiene la Casa del Escritor, en especial a los autores jóvenes. Siempre la casa ha sido un semillero importante de diversos autores”, señaló Serrano.
“La Revista Cultura es un reflejo de lo que los intelectuales y los hombres y mujeres de arte hacen, entonces, para mí, más allá que es un honor, significa todo un compromiso (…) Esta cuestión es de continuidad, aprender de los que nos han antecedido para que el producto intelectual, el producto artístico, pueda llegar a los que realmente les pertenece ese producto, es decir, al pueblo, a la gente”, expresó el poeta Vladimir Amaya.