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Por Emilio Rappold
Barcelona/dpa
A pocos días del lanzamiento de su homónimo disco, la colombiana, uno de los mayores íconos contemporáneos de la música pop mundial, revela que ya no es la de antes. “Cambié, se podría decir que ya no soy controladora compulsiva”, cuenta en conversación con dpa y un pequeño grupo de medios europeos.
La transformación de la colombiana se refleja también en el nuevo álbum, que será lanzado el 25 de marzo y es el primero desde “Sale el Sol” (2010) y desde que la cantante es mamá. Trae una mezcla de rock, folk y reggae en un envase de -por supuesto- música muy bailable e intensa.
La novedad es que, por primera vez y en un proceso de “redescubrimiento” personal, Shakira permitió que se incluyera algún que otro tema no escrito por ella misma. “Me estoy relajando más, y eso también cambió mi proceso creativo”, cuenta. “Si hay una canción buena que yo no escribí, ok”.
Estos cambios tuvieron que ver, en primer lugar, con Milan, el hijo que Shakira tuvo en enero de 2013 con su pareja, el futbolista del FC Barcelona Gerard Piqué.
“En este poco tiempo mi hijo ya me enseñó varias lecciones, me mostró que no puedo controlar todo, no como yo quería hacerlo, que me tengo que relajar a veces. Me enseñó muchas, muchas cosas, a ser más puntual también”, dice en perfecto inglés, con los ojos brillantes y desatando las risas de sus interlocutores.
Su papel generoso
La cantante también amplía cada vez más el trabajo de su fundación “Pies Descalzos”, con logros que a ella misma le sorprenden. “Acabamos de inaugurar una escuela en Cartagena de Indias (la sexta, en enero) para 1.700 chicos, y hace poco me dijeron que una peligrosa banda juvenil que existía en la zona se disolvió”.
Con este tema, Shakira se entusiasma: “Hay que verlo. Chicos de nuestras primeras escuelas entraron a la secundaria, uno estudia biología, otro administración de empresas, les cambiamos el rumbo de la vida para bien, son chicos que podrían haber sido reclutados por las guerrillas, los paramilitares, es fantástico”.
Dice que los cambios que se pueden conseguir en la sociedad con lo que, según ella, “no es caridad, sino inversión en educación y recursos humanos”, son “enormes”.
La autora de discos tan exitosos como “Pies Descalzos” o “¿Dónde están los Ladrones?” se emociona mucho más hablando de su fundación que de su música. Tal vez por el hecho de que su carrera, como admite, no haya sido solamente “un camino de rosas”, no le entusiasma para nada la idea de que Milan pueda algún día seguir sus pasos y querer formar parte del mundo del espectáculo.
“Pero no voy a ponerle frenos a sus sueños, si es lo que quiere hacer, lo apoyaré al 100 por ciento”, asegura. Lo importante, agrega, es que Milan, a pesar de que nació teniéndolo todo, “tenga empuje, que se apasione por algo, ya sea la botánica, la veterinaria o la medicina, que sobre todo luche por conseguir las cosas”.
Y sobre Piqué cuenta: “Tenemos carreras separadas, no dependemos uno de otro para mantener y cuidar de nuestras carreras. Y somos muy compatibles, tenemos muchas afinidades, somos muy parecidos en muchas cosas, sobre todo en las cosas que son importantes”.
¿Qué cosas? “Somos muy apasionados, le damos mucho valor a la honestidad, la transparencia, y somos muy ‘touchy-touchy’” (algo así como tocones). Queremos estar juntos todo el tiempo que podamos, y a mí me gusta eso, siempre quise tener a alguien así a mi lado, yo siempre fui una chica muy necesitada de cariño”.
Al jugador del Barcelona Shakira le dedica en su nuevo disco la canción titulada “23”. “Supe que teníamos algo desde el momento que te encontré”, canta. Se conocieron en la grabación del vídeoclip del tema “Waka Waka”, canción oficial del Mundial de fútbol 2010. “Lo sé cada momento que le veo, sé que él era mi destino, estoy viviendo mi destino con él, él era el eslabón perdido”.
Pero pese a todo el amor que Shakira siente por Milan y Gerard, pese al trabajo con la fundación y todas las consecuencias negativas de la fama ,sus millones de seguidores pueden dormir tranquilos: no hay riesgo de una jubilación anticipada.
Es que, como ella misma dice, Shakira aún tiene mucha “hambre”. “Todavía quiero hacer cosas, probarme cosas a mi misma. Sé que tengo una responsabilidad, que tengo una carrera, una carrera que me divierte, y que quiero seguir adelante”, afirma.
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