Por Martine Nouaille/Dominique Brulé
París/AFP
Trabajadores y estudiantes volvieron a salir a las calles este jueves en Francia para protestar contra una reforma laboral que consideran demasiado favorable para las empresas, buy viagra a pocos días de que sea debatida en el parlamento.
Las manifestaciones del jueves se desarrollan en un clima tenso. Las últimas protestas contra la ley El Khomri, que lleva el nombre de la ministra de Trabajo Myriam El Khomri, dieran lugar a brotes de violencia, pese a un importante despliegue policial.
El jueves, cerca del medio día, se registraron choques entre manifestantes y fuerzas del orden en Nantes (oeste), poco después de que arrancara la marcha en la que participaban entre 8.000 y 9.000 personas, según la policía, y más de 20.000, según los sindicatos.
La manifestación en París estaba convocada para las 14H00 (12H00 GMT) y preveía cruzar la capital de sur a este.
Se considera esta jornada de protestas como una prueba para medir la determinación de los opositores a esta última gran reforma del gobierno del presidente socialista François Hollande, cuando falta apenas un año para las próximas elecciones presidenciales.
Retirar el proyecto de ley
Debido a que la protesta coincide con vacaciones escolares, el número de manifestantes en las calles podría ser menor al de las precedentes jornadas de movilización.
Jean-Claude Mailly, secretario general del sindicato Fuerza Obrera, aseguró que la movilización «no pierde fuerza, porque esta ley plantea verdaderos problemas».
Según una encuesta, 78% de los franceses consideran que existe «un alto riesgo de explosión social» en Francia.
Los manifestantes exigen el retiro de esta ley, que consideran es demasiado favorable para las empresas y un factor de precariedad laboral para los trabajadores, especialmente para los jóvenes.
La reforma incluye medidas que otorgarían más flexibilidad a las empresas para contratar y despedir a los trabajadores, en un intento por doblegar el desempleo que ronda el 10% y que afecta principalmente a los jóvenes (24%).
Además de las manifestaciones en todo el país, también estaban previstas huelgas parciales de trabajadores, sobre todo en los transportes.
Se estima que habrá retrasos y algunas anulaciones de vuelos en los aeropuertos internacionales parisinos de Orly y Roissy, según la aviación civil francesa.
Este movimiento de protesta comenzó el 9 de marzo y vio nacer a finales de ese mes al movimiento «Nuit Debout» («Noche en Pie»).
Este movimiento que busca expresar su descontento con la política tradicional parecía sin embargo estancarse en los últimos días.
A los opositores a la reforma laboral se unieron también los llamados «intermitentes del espectáculo» -profesionales de este sector en Francia que trabajan de manera discontinua- que actualmente mantienen negociaciones sobre sus subsidios de desempleo.
Los intermitentes del espectáculo manifestaban desde el lunes frente al teatro del Odeón, en París, y extendieron su movimiento de ocupación de salas a otras ciudades de Francia.
No obstante, llegaron el jueves de madrugada a un acuerdo con la patronal pero que no ha sido aún firmado por el sindicato mayoritario entre los artistas y técnicos.
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