Bogotá / AFP
Miles de estudiantes, indígenas, sindicalistas y maestros marcharon el miércoles en Colombia en contra de la crisis en la educación pública y de un proyecto de reforma tributaria del gobierno de Iván Duque.
Las masivas movilizaciones, que completan casi dos meses, han aumentado la presión contra la administración de Duque y suman otros sectores como los campesinos y pensionados.
Las manifestaciones se llevan a cabo en ciudades como Bogotá, Cali y Medellín en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, tras los choques que hubo entre la policía y encapuchados en las anteriores jornadas.
«No nos vamos a conformar con recursos insuficientes, sino que estamos dispuestos en seguir en movilización permanente, eso sí, pacífica y creativa, hasta lograr un acuerdo en la mesa de negociación» con el gobierno, dijo el líder estudiantil José Cárdenas.
Cárdenas es uno de los representantes de los universitarios en la mesa de diálogo con el gobierno retomada hace dos semanas para encontrar alternativas a la falta de recursos para la educación pública superior.
«La solución está en las manos del gobierno, hemos presentado propuestas serias», agregó. Entre ellas, propuso destinar recursos no comprometidos en el presupuesto de 2019 y de la entidad crediticia estudiantil a las universidades públicas.
A los universitarios se unió el sindicato de maestros Fecode, que reúne a 330.000 profesores de instituciones públicas y decretó un paro nacional de 24 horas este miércoles para que el gobierno les cumpla acuerdos pactados hace 16 meses para financiar el sector.
«Si no hay soluciones concretas (…), iniciaremos el año electivo del 2019 con anormalidad o con un paro nacional por la exigencia y el cumplimiento de cada uno de los acuerdos pactados y firmados», explicó Nelson Alarcón, presidente del gremio.
– Sin mayor margen –
También se sumaron a las manifestaciones diversas organizaciones sociales que protestan contra la reforma tributaria presentada por el gobierno para financiar el presupuesto de 2019, que preveía gravar con IVA más productos de la canasta familiar, lo que aumentó el malestar en las calles pese al retiro de la propuesta.
«Es un atraco, es un golpe al bolsillo de los colombianos», gritaba un manifestante en Bogotá, donde varias empresas y colegios suspendieron actividades previendo problemas de movilidad.
El movimiento universitario pide fondos equivalentes a 1.500 millones de dólares para el próximo año, un ajuste de 230 millones con respecto al presupuesto de 2018.
Sin embargo, el gobierno de Duque, que asumió el poder el 7 de agosto, ya anticipó que no podrá atender por completo la demanda de recursos, que considera una «deuda histórica».
«Esto no es un proceso de tira y afloje (…) nosotros tenemos unos límites muy claros en términos fiscales», dijo el mandatario este miércoles a la Radio Nacional de Colombia.
Las finanzas colombianas se han visto golpeadas por la caída de los precios del petróleo, que llevaron a que el año pasado la cuarta economía latinoamericana tuviera su peor crecimiento en una década.
En 2017 el PIB avanzó 1,8% y para este año se espera un repunte del 2,7 al 3%, según proyecciones oficiales y del Fondo Monetario Internacional.