Por Ralf Isermann
Múnich/AFP
Nueve muertos y 16 heridos, tres muy graves, dejó un tiroteo el viernes en un gran centro comercial de Múnich (sur de Alemania), según la policía local, acto cometido por un joven germano-iraní de 18 años de la capital bávara, que se suicidó.
«El autor es un germano-iraní de 18 años de Múnich», que no era conocido por los servicios de policía, y vivía desde hace «mucho tiempo» en la capital bávara con la doble nacionalidad alemana e iraní, declaró Hubertus Andrä en conferencia de prensa.
El balance del tiroteo es de nueve personas muertas a tiros por el joven, que se suicidó. Por otra parte, 16 personas resultaron heridas, según tuiteó la policía. Tres de ellas se encontraban en peligro de muerte, según Andrä.
Añadió que entre los heridos figuran niños, y varias «personas jóvenes» entre los fallecidos.
«Las motivaciones siguen estando totalmente no dilucidadas», añadió, y precisó que la policía estaba explorando el entorno personal del joven. Indicó que el autor gritó algo en el momento de pasar al acto pero la investigación aún no ha permitido saber qué exactamente.
El joven, que llevaba más de dos años y medio viviendo en Múnich, empezó a disparar al atardecer con una pistola a la salida de una hamburguesería y siguió el tiroteo en el centro comercial vecino, donde sembró el pánico, antes de darse a la fuga.
Una patrulla policial le hirió con arma de fuego pero el joven logró escapar. Su cuerpo sin vida fue descubierto más tarde por la policía, que constató que se había suicidado.
La policía de la ciudad bávara (sur de Alemania) anunció un «final de la alerta» lanzada al producirse la matanza, aunque se mantenía «prudente».
Los transportes en común volvían a funcionar la noche del viernes al sábado. La estación central de trenes de Múnich, que había sido evacuada, reabrió y los trenes que habían quedado bloqueados pudieron circular de nuevo.
La canciller Angela Merkel convocó para este sábado una reunión de su consejo federal de seguridad en Berlín para «analizar la situación», indicó la noche del viernes su portavoz.
El tiroteo comenzó poco antes de las 16H00 GMT en una hamburguesería, indicó a la AFP una fuente policial.
Según informaciones recogidas por la AFP, varios testigos hablaron de atacantes con rasgos «árabes».
La televisión alemana de información NTV por su parte indicó que según un video aficionado el autor de la matanza parece proferir insultos racistas antes de disparar, «lo que puede hacer pensar en un acto de un extremista de derecha».
Ciertos medios periodísticos alemanes señalaron que el tiroteo se produjo el día aniversario de la matanza cometida hace cinco años en Noruega por un extremista derechista, Anders Behring Breivik, que masacró a tiros a 77 personas en una concentración de jóvenes laboristas en la isla de Utøya.
Las autoridades alemanas indicaron el sábado que el atacante sería un «desequilibrado» sin vínculos con el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
«Partimos del principio de que en este caso se trata de un acto clásico de un desequilibrado» sin ningún tipo de motivación política, dijo a la prensa un representante de la fiscalía, al referirse al autor del ataque
Pánico
Se trata del tercer ataque contra civiles en Europa Occidental en menos de diez días, después del atentado con un camión en Niza (sur de Francia), el 14 de julio, que dejó 84 muertos, y un ataque con un hacha en un tren regional alemán, que se saldó con cinco heridos.
El presidente estadounidense Barack Obama prometió a las autoridades alemanas «todo el apoyo que necesiten», mientras que el jefe de Estado francés, François Hollande, dirigió un «mensaje personal de apoyo» a la canciller alemana Angela Merkel después de este «nuevo acto innoble».
«Preocupado y siguiendo la evolución del ataque en Múnich. El pueblo alemán cuenta con todo nuestro apoyo y afecto», tuiteó el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
El presidente alemán Joachim Gauck dijo estar «horrorizado» por el «ataque asesino» de Múnich, en un comunicado, y expresó su solidaridad a las víctimas y a sus allegados.
El tiroteo en Munich se produjo cuatro días después de un ataque con un hacha perpetrado el lunes pasado en Wurzburgo, también en Baviera, cuando un solicitante de asilo atacó a pasajeros de un tren regional.
Cinco personas resultaron heridas, cuatro turistas de Hong Kong en el tren y una mujer que se cruzó en su huída.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este ataque, el primero reconocido por esta organización en Alemania. El gobierno alemán duda, en cambio, de que el EI encargara el atentado.
El ministro de Interior, Thomas de Maizière, había advertido el miércoles a sus conciudadanos de que Alemania «se encuentra en el punto de mira del terror internacional».
«La situación es seria, debemos contar con que en Alemania también se prepare para atentados de pequeños grupos o personas radicalizadas», señaló el ministro en una rueda de prensa.
A unos 500 kilómetros de Múnich, el estado de Renania del Norte-Wesfalia anunció que había elevado sus medidas de seguridad con efecto inmediato.
También Austria extremó «significativamente» sus medidas de seguridad en los cuatro estados que comparten frontera con Alemania y puso a sus fuerzas de élite, «Cobra» en alerta tras el ataque en Múnich, informaron responsables austriacos el viernes.
En todo el país, las banderas ondeaban este sábado a media asta en homenaje a las víctimas, de las que se desconoce la edad o la nacionalidad. De momento, solo se sabe que entre los muertos habría tres kosovares, informó el ministerio kosovar de Relaciones Exteriores.