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Nuevo mundo en el silencio

Caralvá

 

Intimissimun

 

Se trata de construir otro mundo desde las miradas humanas sociales, edificar naciones o incluso observar a los animales. Eslabonar una herramienta para la humanidad desde su voz interior.

Pero bajo la obligación de eliminar lo innecesario.

Con el tiempo me he convertido en un asesino, soy un tipo despreciable que busca aniquilar cualquier sombra que asome sin permiso.

No siempre fui así, surgió después de ciertas circunstancias especiales donde aprendí a disparar sobre un objetivo con la agilidad de un artista, adquirí la furia contenida de un lobo y después aplicar la fuerza.

Recuerdo los primeros momentos del asesinato: surge el aliento agonizante, la púrpura brotando destellos fluorescentes, el cadáver con estertores, la flacidez de la víctima, el placer que emana con el ejercicio del poder, mi convicción transformadora en otro.

En realidad, la ejecución tiene dos rostros: víctima y verdugo confundidos en ese momento liberador, uno es el otro, el otro es uno, la emotividad transmisible como dicen los ancianos: “el muerto coge al vivo”. No son vanas tantas leyendas de muertos que persiguen a sus verdugos, no les dejan dormir, se cuelan por las rendijas, en sueños, en todo, hasta cierto punto buscan su paz en la paz del otro.

Provoca placer, evoca el rigor descrito en cuentos milenarios que las palabras poco pueden hacer entre los límites de la imagen: la interacción, la plenitud, la condición humana o extrahumana de ser otro, es un momento liberador como el frotar la lámpara de Aladino.

En realidad, la muerte de mi primer elegido quizás fue a la inversa, él me asesinó primero. Suena esto a doble muerte y resurrección, pero no es tan exagerado.

Veamos cómo fueron los acontecimientos: mi primer enemigo descargó sus armas sobre mi cuerpo indefenso, lanzó su furia sobre mis huesos, hizo polvo toda mi materialidad de tal forma que paralizado e inmóvil residía en un pequeño nicho aguardando el final, en esos momentos carecía de poder sobre mis diminutos movimientos, es más no poseía nada.

Solo recuerdo la oscuridad. Castigado me obligaron a beber la copa del olvido, la cual apenas sorbí en gotas, por esa razón puedo recordar algunas cosas.

Esa copa del olvido es un pequeño engaño de esos seres etéreos que gozan estrechando su círculo sobre nuestra consciencia con el objetivo que no recuerdes todo, por esta razón tenemos tan pequeña memoria y con tanta facilidad visualizamos algunos detalles maravillosos de pueblos remotos con leyendas fantásticas y conmovedoras. Por esa razón también la historia es un continente infinito que invita a la comprensión y no al rechazo. ¿Cómo explicar por ejemplo conocimientos de sitios como Driam con las familias Dorales extensas y cálidas? ¿Los anfiteatros de mármol? ¿Encontrar personas bajo otros ropajes con los mismos rostros de hace mil años?… Por alguna razón recorres el camino de nuevo, sabes que cambian los exteriores, pero las personas siguen con sus rituales antiguos predecibles, su esencia es la misma hasta el grado de leer en su espíritu la otra historia que conoces, de tal suerte que afirmas: conozco a fulano, ella me recuerda algo, he vivido en este sitio… tal es la magnitud del evento que, así como recuerdas así fue tu vida hace muchos años, por esa razón el conocimiento se asocia con el olvido.

Conocer-olvidar y olvidar-conocer, puesto que en esas zonas no solo avanzas en un sentido, en ocasiones retornas del futuro para reconstruir el pasado. En silencio observo la naturaleza entonces libero mi pensamiento hacia la nada sin temor alguno, de pronto comienzan a surgir imágenes de infancias, vidas, muertes, resurrecciones con la naturalidad de la respiración secuencial. Otra vida emerge con un sentido de gratitud junto a las familias ampliadas, en esa instancia compartes trabajos, logros, fracasos, alegrías y penas con toda la potencia de la piel junto al sol de mediodía o el frío de las heladas madrugadas en inviernos, asistes a la vigilia de un ser querido que aún no retorna al hogar.  Luego combates, acciones de pueblos legendarios donde excepcionalmente brillan hombres o mujeres inolvidables. ¿Te preguntas de dónde salió este pensamiento insurgente?  y es solo un recuerdo, nadie te impide esa libertad instantánea, no temes, no obstante, al detener el flujo de imágenes tienes cierto temor al silencio, por ello dicen que “el mayor temor de la humanidad es el silencio”.

Así en mi horizonte memorial me vi en esa vida: mi nombre era Kator que no tiene sentido alguno, pero en el viejo idioma era similar a roca de fuego, debí nacer en plena erupción de Pompeya y además sobrevivir al evento.

Era delito desafiar la voluntad de los dioses convertidos en infortunios, la condición era someterse, pero mis padres tan rebeldes como yo, se opusieron al fatalismo.

En súbito acontecer recorrí: infancia, adolescencia, juventud y al final fui prisionero de nuevo de los llamados dioses convertidos en tiranos, ellos tenían por objetivo aniquilar mi recuerdo, su propósito era impedir que mi silencio liberador fuese transmitido a otros.

¿Pero cómo llegué a ese momento? Primero mis padres al escapar de la horrenda furia del volcán en erupción decidieron oponerse con todas sus facultades al destino de los dioses, así comenzó la rebelión más silenciosa de aquellos tiempos, pronto me vi conversando con todos, demostrando que el silencio puede convertirse en diálogo y la naturaleza nos enseña más de lo visible, pero mis adversarios comenzaron a divulgar mi lealtad por otro mundo, otro reino, incluso mi impiedad contra sus sagrados dioses.

Pero mi voz era la única forma de liberarme del infortunio. Así día a día comunicaba: guardar silencio y observar, pero siempre actuar, además de liquidar cualquier dios o temor que apareciese en ese momento.

Me fui convirtiendo en asesino con mi espalda cargada de artefactos estériles, comenzaron a morir uno tras otro los dioses alados, terrestres, marítimos, celestiales etc., mientras mis padres ganaban dominio sobre sus vidas, eran más dueños del silencio y la memoria sin temor… cada vez más fuertes.

Pero los cadáveres de aquellos infortunados seres divinos fueron pronto rescatados por el “innombrable” que reclamó venganza, entonces se disfrazó de amigo, comió y bebió con nosotros, fingió compartir la rebelión pero en determinado momento nos hizo sus prisioneros de nuevo; fuimos pasados por el arma más cruel que pensamos, no obligaron a olvidar y nos ataron a una cadena de temor al silencio, durante muchos años.

De esa manera al beber la copa del olvido fingí tomar, pero no trague el contenido, apenas unas gotas, situación que me permite escribir este relato.

Aún no supero aquellas condiciones de mi asesinato, fui secuestrado y separado de mi familia, aquello fue desafortunado.  Entonces volví a nacer muy lejos de mi tierra original.

Atrapado en ese maya de viscerales condiciones, los conceptos de vida-muerte no son exactos, es similar a la vivencia de crisálida latente bajo la piel en otra piel.

No recuerdo otra forma de vida más que la prisión oscura. Prisionero era, algunos le llaman La Caverna que es muy significativo pero mis guardianes eran esos seres designados a vigilar mis pasos uno a uno. De esa manera en las mismas condiciones que diseñaron mi prisión absoluta debí liberarme uno a uno de esos grotescos seres carcelarios.

En realidad, no conocía este trance ejecutivo ni sus consecuencias en el tiempo, aunque el tiempo en ocasiones no es un término concreto, es mejor afirmar que fui encerrado en mi psique individual.

Pero dentro de mí aún brillaba una diminuta luz de otros tiempos, inexplicablemente el silencio me hablaba y mis cadenas de temor eran desatadas, comprendí que mis padres pidieron como último deseo hablarme en el momento final, al visitarme quitaron las cadenas y me entregaron una pequeña piedrita que introdujeron en mi boca con mi nombre, así retornar en otra vida me liberaría de las cadenas del temor y recordaría todo amparado por mi nombre que solo yo conocía.

Desperté en La Caverna, que luego comprendí era el vientre materno, comencé a recordar,  ahí sabía que la oscuridad pronto terminaría y cumpliría de nuevo el ciclo interrumpido hace muchos años.

Mi luz interna comenzó la rebelión, primero liberé mis pequeños brazos, creí que no se movían, pero un giro insospechado de mi cerebro activo mis manos: “se mueven me dije” … Poco a poco mi consciencia ampliada transformaba mi alma y cuerpo. Volví o recordar mis vidas en correspondencia a muchos años: recordar es insurgente.

Mi debilidad era que al dormir perdía la memoria, acontecía que amanecía prisionero de imágenes que eran dioses esclavistas que odiaban mi individualidad. Pero aprendí a distinguirles. En mi infancia los primeros que aniquilé eran dioses que podían volar, tenían poderes sobrenaturales, visión de rayos x, eran murciélagos que luchaban contra villanos planetarios, otros con linternas verdes abrían túneles hacia nuevos mundos con su luz voluntaria, también gigantes con látigos invencibles y viajes a las estrellas, chicas con capas rojas con suficiente fuerza para repeler ejércitos enemigos  y hasta perros con dotes de comunicación humanas, todos ellos fueron mis prisioneros en su momento, luego fueron eliminados uno a uno… la metamorfosis del asesinato deja imágenes inolvidables que posee un don recurrente.

La recurrencia de esos pequeños dioses era la sorpresa de tal forma que: dormido, comiendo, bebiendo, haciendo el amor etc., me asaltaban con sus poderes.  Luchaba contra su imagen, esas escenas contenían mezclas de sentimientos que alternaban dominios de: rencor-heroísmo-fatalidad-humor-felicidad-infancia-adolescencia en una cascada de transparencias que determinarían el momento para saborear mi victoria, acción muy similar a definir un color sobre un óleo.

Cuando ejecutas un crimen no piensas en griego, solo observas en imágenes no en palabras, son acción y reacción contra todo elemento que al final se transforma en sombra, esas sombras son el enemigo, parece que luchas contra transparencias, pero no es correcto son materias de otro tipo, esos dioses con sus poderes al aniquilarles los transformas en fantasmas, que luego sangran al primer contacto.

Así fue creciendo mi conciencia, eliminado los mismos viejos dioses que me sujetaban en otro tiempo, al momento de eliminar a uno surgía una dimensión de silencio creativo, un espacio constructor de historia pronto tenía un panorama amplio del prado verde, el cielo sin destellos violentos.

Disfrute mi vida convertida en hombre, con mi estrella bajo la piel transmitiendo ese destello a todos mis amigos y amigas, a todos comunicaba una suerte de pan y vino como alimento de pobres que poco a poco se fue convirtiendo en alegre fiesta de puertas abiertas.  Así durante años la insurgencia fue creciendo y creciendo, los jóvenes eran los más entusiastas partidarios al combate y la rebelión contra los dioses, poco a poco les hacía saber su nacimiento, su legítimo derecho al pensamiento con el silencio, sin temor y la acción que les llevaría hacia un nuevo modelo de hombres y mujeres, así eliminaron una serie de creencias y artificios innecesarios que aplicado al mundo liberaba el espíritu. Poco a poco la construcción de sus propios templos internos derrotaba a las antiguas relaciones con el mundo… las respuestas estaban junto a nosotros.

Pero los dioses celosos y en reserva conspiraron de nuevo.

Planificaron mi muerte por segunda ocasión bajo el mandato de impiedad y corromper a la juventud, sellaron mi destino. Su trama entonces fue más compleja al descubrir la celada de mis padres, quitaron la piedrita con mi nombre, eliminaron parte del patrimonio de la humanidad, nadie conocería su nombre verdadero de tal forma que la esclavitud se prolongaría durante muchos años, pero nuestros esfuerzos de liberación se perpetuaron en aquellos jóvenes que decidieron grabar sus nombres adolescentes en todos sus amigos de tal forma que ahora la rebelión se retrasa unos años más, pero inevitablemente llega bajo aspectos juveniles, porque mis jóvenes discípulos urdieron esconder las piedras con los nombres de cada uno en los jóvenes,  bajo un signo recurrente a demostrar que el demonio de la pobreza puede ser derrotado en todos los campos de batalla… la pobreza material no es el demonio, sino la pobreza de no escuchar el silencio para descubrir la riqueza que residen en nuestra conciencia… los jóvenes desde entonces descubren el silencio y rompen con el temor desde sus corazones… por ello dicen que los jóvenes son la esperanza del mundo, porque recuerdan que heredan un mundo de otros jóvenes tan valientes y esforzados como ellos. De este modo juventud tras juventud recuerda su búsqueda de identidad y además cada generación adopta el modelo rechazando a sus contemporáneos, no obstante la siguiente generación adopta el modelo anterior como natural, por ello hay tanto peludo por las calles y nadie parece disgustarse.

El triunfo sobre los dioses debe ser destruir la pobreza espiritual con ayuda del corazón orientado por el silencio, puesto que las anteriores manifestaciones han fracasado.

En los jóvenes reside nuestra resistencia.

El silencio reina y observar la naturaleza es similar a observarnos como seres concretos, de tal forma que no tenemos alas, tampoco escamas, nada de genealogía divina, la naturaleza es más precisa, un árbol nace y muere, da frutos cambia con las estaciones, los seres cambian y se adaptan, nosotros como especie somos naturaleza y ese ritmo de movimientos e intemperie nos hace construir el planeta, otro mundo próximo a nuestros corazones.

Ahora este es un pequeño legado convertido en una piedrita que he depositado con tu nombre, en tu boca, que unido a tu pensamiento de todo corazón pido te ayude a encontrarte, por ello cada vez más personas reclaman más silencio y son los jóvenes quienes perseveran en ese intento.

El asesinato de tantos demonios que consideramos dioses en su momento ha llegado a su fin, entonces somos más nosotros, es un momento feliz, liberador, pero los demonios perseverantes intentan quitarnos el silencio con nuevas amenazas… He asesinado a tantos demonios disfrazados de falsas creencias y los jóvenes derrotan al imperio del ruido escapando hacia sus almas cada vez más sensibles para derrotar a la pobreza espiritual.

Todos podemos ser parte de un nuevo mundo en el silencio combativo contra los falsos dioses. amazon.com/author/csarcaralv

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