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Joaquín Salazar
@JoakínSalazar
El ingenio y el deseo de superación fueron su impulso para lograr su propia empresa, que poco a poco se está posicionando en el mercado como un ejemplo de vida para la juventud salvadoreña.
Jonathan quinteros, de 27 años y originario de Santiago Texacuangos, no pudo continuar sus estudios universitarios, por falta de recursos, sin embargo, una oportunidad tuvo para levantar su rostro y seguir adelante, a través de “Chocova”, chocolate artesanal, producido y comercializado en el país y el mundo.
Jonathan pasó casi 2 años desempleado, metió currículums en varias empresas privadas, pero con el problema de la falta experiencia, no logró un empleo. Al ver cerradas todas las puertas, una oportunidad le llegó y que hasta el momento le ha cambiado su vida.
“Casualmente, la alcaldía de mi municipio tiene un convenio con Plan Internacional y ahí fue donde me capacité, luego me dieron la opción emprender o buscar un empleo, por lo que opté por emprender”, explicó.
Una casualidad le dio la oportunidad de superación, al observar que uno de los productos propios de los salvadoreños es comercializado, no solo en el país, sino que requerido en otros países. El chocolate se ha vuelto parte de su vida, luego de ver cómo una vecina lo producía de manera artesanal, se convirtió en una idea que ha ido creciendo.
“Esta idea surge porque veo a la persona que vive en mi colonia vender chocolate, prácticamente en sacar lo del día, casualmente vino alguien de Suecia y le compró lo que vende en un mes. Es ahí donde a mí se me abre esa oportunidad de chocolate, ahí conocí el término producto nostálgico, producto étnico. Nuestros hermanos salvadoreños que están fuera del país anhelan nuestros productos”, explicó.
Sin embargo, Jonathan desconocía totalmente la elaboración del chocolate, pero Youtube le abrió la puerta, ya que a través de tutoriales aprendió a hacer chocolate de diversas maneras, principalmente: chocolate tradicional, chocolate con maní, con leche y chocolate instantáneo.
Luego de dedicar todo este tiempo, no solo aprendió a hacer el producto, sino que también elabora el empaque. No solo se ha vendido en El Salvador sino que en muchos países como Estados Unidos, Panamá, Costa Rica, España y finalmente Italia.
De momento no exporta directamente, sin embargo, es un deseo que espera cumplir en un futuro, puesto que sus deseos de superación siguen creciendo más.
Jonathan, como más de cuatro mil jóvenes, ha sido beneficiado con programas de emprendedurismo, a través de la alcaldía de su municipio y de Plan Internacional El Salvador, que da la oportunidad a jóvenes para que sigan sus deseos de superación.
Ante estos resultados y el deseo de apoyar a más jóvenes, Plan Internacional El Salvador y Swissecontact El Salvador lanzaron el proyecto “Dinamismo Económico Juvenil” que beneficia a jóvenes de 21 municipios del país.
Esta iniciativa cuenta con una inversión de 651,229.68 dólares, aplicados en municipios de Chalatenango y La Libertad, para los próximos dos años, donde se buscará fortalecer el emprendedurismo de 260 jóvenes, además la colocación de 100 más en empleos fijos y fortalecimiento de dos redes juveniles que generen incidencia en gobiernos locales y puedan crear condiciones favorables para el empleo.
Carmen Elena Alemán, directora de Plan El Salvador, aseguró que con este proyecto se busca generar un impacto positivo en 1,800 personas ya que la mayoría de los beneficiados provienen de familias numerosas y pocos ingresos económicos.
En el evento de lanzamiento participó la ministra de Trabajo Sandra Guevara, quien aseguró que el ministerio acompaña estas acciones que benefician a las juventudes.
Además, la ministra confirmó que en los últimos cuatro años, con más de 70 mil oportunidades que han surgido a través de 20 mil empresas privadas, 51 mil jóvenes fueron colocados a través de la intermediación del Ministerio de Trabajo.
Para Jonathan ha sido una de las oportunidades más satisfactorias de su vida, por lo que insta a que los jóvenes no pierdan la esperanza y luchen con deseos de triunfar.
“El mensaje a otros jóvenes es creer en los sueños, muchas veces nosotros tenemos que plantear este sueño en algo que queremos hacer, yo en un principio quería ser ingeniero, pero en el camino Dios sabe lo mejor, Él abre oportunidades. Seguir siempre no es fácil porque siempre hay muchas barreras, hay mucha competencia, pero siempre hay que confiar y se irán abriendo oportunidades”, sostuvo.
Plan Internacional ha sido su mejor aliado, con el acompañamiento, la apertura al mercado, “hasta dónde se puede promocionar mi producto y el crecimiento, con el pasar de los meses siempre es notorio gracias al acompañamiento de Plan”.
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