Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Los feligreses de las parroquias El Rosario, Catedral, El Calvario, San Francisco, Nuestra Señora de la Merced, El Perpetuo Socorro y la Basílica del Sagrado Corazón que conforman la Vicaría Divino Salvador del Mundo se unieron este quinto viernes de Cuaresma, en lazos de hermandad como una gran familia cristiana al rezo del vía crucis vicarial, donde pidieron por el cese de la violencia y la paz.
El cardenal Gregorio Rosa Chávez quien asiste cada año a este cortejo procesional, afirmó que este vía crucis es un mensaje de ánimo, esperanza y consuelo a tanta gente que sufre, porque sólo el amor cambia a las personas, igual que lo hizo Cristo, dando su vida por la gente, nunca la represión será la solución a la violencia, debe prevalecer los valores y la fe, eso supone una apuesta de vida y no de muerte, de lo contrario será un nuevo fracaso.
“Desde que comenzó este tipo de enfoque (régimen de excepción) fue un fracaso y lo mismo pasará esta ocasión, esta gente tiene derecho a rehabilitarse, darle oportunidades a la gente para tener nuevos caminos de vida y no de muerte, eso supone políticas diferentes, y eso ha sido la gran propuesta de la iglesia que hasta hoy no ha sido escuchada. Jesús ya resucitó, hoy sufre su pueblo, tantas madres preguntando dónde están sus hijos”, enfatizó Rosa Chávez.
El vicario de la parroquia El Calvario, Elder Romero, indicó que las oraciones de este vía crucis están dedicadas a la construcción de la paz, de manera especial por Rusia y Ucrania, pero también por la paz que se debe ir entretejiendo en la sociedad salvadoreña, si bien el país no está en conflicto armado, parece vivir una guerra fratricida en la cual se desangran unos a otros.
Invocamos al Nazareno calvareño para que nos proteja e interceda ante el padre y ser artesanos de la paz, como nos invitaba San Juan Pablo II, queremos dar un signo de esperanza y fe, pero también de denuncia, no solamente nos solidarizamos con las víctimas, sino que llamamos a los victimarios a la conversión, a respetar la vida humana. Estamos enmedio de un sistema de consumo, explotación y violencia que de forma pasiva va minando el corazón de los salvadoreños”, explicó Romero.
Este año la procesión del vía crucis inició en las afueras de la iglesia El Rosario y no desde donde era la capellanía San Esteban como tradicionalmente ha sido, esto debido a la pandemia del COVID-19 y el cierre de un tramo de la Calle de La Amargura por los trabajos de construcción de la Biblioteca Nacional.