Recientemente, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia decidieron no investigar a la exvicepresidenta de la República y exdiputada del partido ARENA, Ana Vilma de Escobar, por supuesto enriquecimiento ilícito de más de once millones de dólares.
Siempre sospechamos que el exfiscal Meléndez, tenía una agenda, montar un show mediático de los supuestos casos de corrupción de la izquierda y sus aliados, para exacerbar la ira ciudadana contra la izquierda aquellos que casos recientes de supuesta corrupción, y que olvidaran los del pasado.
Por lo anterior, el exfiscal Meléndez, no se atrevió a investigar a los beneficiarios del desvío de fondos donados por Taiwán, ni los más de 150 casos que el exministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, presentó ante la Fiscalía General de la República.
El exfiscal Meléndez, sabía que si no procedía contra los exfuncionarios areneros los casos iban a prescribir y eso es lo que pretendía al guardar silencio, al no proceder contra los casos.
La Constitución de la República, que todo caso, incluyendo la corrupción, prescribe diez años después de cometimiento el hecho.
Hoy, las baterías estarán contra la izquierda, a pesar de que solo hay un caso en concreto ante los tribunales; sin que se haya presentado pruebas, nada más que “testigos criteriados”. Nos referimos al expresidente Mauricio Funes.
A partir de las acusaciones contra el exmandatario Funes, que cada vez acumula más acusaciones y sin condena en alguna de ellas, no hay otro funcionario prominente de izquierda investigado por corrupción o por el estilo.
No obstante, por el uso mediático y las redes, la derecha ha logrado meter en el imaginario colectivo que ARENA y FMLN son iguales en asuntos de corrupción.
Lo cierto es que los casos con indicios de corrupción, con pruebas documentales los han obviado en la Fiscalía y hoy también la Corte Suprema de Justicia.
No obstante, consideramos que el hecho de que la ciudadanía tenga información de delitos de este tipo, y la forma como proceden las distintas instancias que tenga que ver con este tema ya es un avance, aunque, claro está, el principal avance debería ser ante los tribunales, persiguiendo el delito y castigando a los culpables, no con cárcel, sino con la devolución de robado al fisco.