Por Ramon Sshmkov/Washington/AFP
El presidente estadounidense Barack Obama anunció un plan por 450 millones de dólares para financiar la paz en Colombia, help alterando la estrategia de Washington de ayuda militar que marcó la relación bilateral por tres lustros.
«De la misma manera en que Estados Unidos ha sido un socio de Colombia en tiempos de guerra, seremos sus socios en librar la paz», dijo Obama al recibir a su par colombiano Juan Manuel Santos con motivo de los 15 años del «Plan Colombia», el programa de ayuda estadounidense contra el narcotráfico y la insurgencia.
Según Obama, en momentos en que el gobierno de Santos y los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se preparan para firmar un acuerdo de paz, Estados Unidos debe revisar sus políticas.
En Colombia hoy en día «hay un increíble momento de esperanza», dijo el mandatario estadounidense durante una ceremonia en la Casa Blanca. «Un país que estuvo al borde del colapso está ahora al borde de la paz».
Santos por su parte, agradeció la «mano amiga» de Washington para ayudar a Colombia, otrora casi considerado un estado fallido, a convertirse en una de las democracias más estables de la región.
«Futuro con esperanza»
«Colombia es muy, muy diferente a la Colombia de hace 15 años», dijo Santos.
«Prácticamente una tercera parte del territorio la controlaban los paramilitares, otra tercera, la guerrilla, ambos grupos financiados por un creciente narcotráfico. Nuestro futuro era sombrío», afirmó.
«Hoy vemos el futuro con esperanza», dijo el mandatario, que portaba sobre la solapa del traje un broche de paloma como símbolo de paz.
«La paz será la guinda en el pastel del Plan Colombia», añadió.
El nuevo plan, bautizado como «Paz Colombia», sustituye al «Plan Colombia» orquestado por los expresidentes Bill Clinton y Andrés Pastrana, una iniciativa que envió en 15 años 10.000 millones de dólares en fondos estadounidenses para equipamiento militar y entrenamiento en el país suramericano.
En Washington, el Plan Colombia es elogiado por el partido Demócrata y el Republicano como un éxito internacional, pero críticos señalan su ineficacia en el combate al narcotráfico o su legado de violaciones a los derechos humanos.
Colombia es aún el primer país productor mundial de hoja de coca.
La Casa Blanca señaló que bajo el nuevo «Paz Colombia», los fondos seguirán siendo destinados al combate al narcotráfico, pero el enfoque también estará en pagar investigaciones públicas, programas de desminado y desmovilización, y reparaciones a las víctimas.
Bajo la dirección del secretario de Estado, John Kerry, y la ayuda de Noruega, Estados Unidos ayudará a Colombia a «remover cada una de las minas en el país en cinco años», afirmó Obama, quien apuntó que la relación de Washington y Bogotá es una de las «más fuertes del hemisferio». Es «global», precisó.
Pero el monto, que representa un aumento sobre los cerca de 300 millones de dólares concedidos por el Congreso para 2016 en Colombia, aún debe ser aprobado por la mayoría legislativa del opositor partido Republicano, en un año de incertidumbres por las elecciones presidenciales.
El conflicto armado de más de 50 años ha dejado 220.000 muertos y unos seis millones de desplazados, según datos oficiales.
«Credibilidad» de la OEA
Además de los fondos, Santos necesitará que Estados Unidos retire a las FARC de la lista de terroristas y acepte que algunas de sus principales figuras no serán extraditadas.
El enviado especial de Washington al proceso de paz, Bernard Aronson, dijo que cuando la organización guerrillera «cambie fundamentalmente -abandone la violencia, entregue las armas, no sea más hostil a los estadounidenses y sus intereses- esa designación puede ser revisada».
En Washington, Santos tuvo además un desayuno con el vicepresidente Joe Biden y rindió homenaje a los soldados colombianos fallecidos en el conflicto interno, durante una ceremonia frente a la tumba del soldado desconocido en el Cementerio Nacional de Arlington.
Tras reunirse con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, Santos subrayó que la «credibilidad» de las organizaciones regionales de derechos humanos le otorga «legitimidad» al proceso de paz.
Santos se reunió el viernes con el secretario de Estado, John Kerry, y con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y participará en un foro sobre los retos de Colombia en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).