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La Habana/PL
El presidente Barack Obama aún puede tomar varias medidas para debilitar el bloqueo económico, financiero y comercial estadounidense vigente hoy contra Cuba, afirman las autoridades, el pueblo y los medios de comunicación en este país caribeño.
De acuerdo con una relación publicada esta jornada por el diario Granma, a propósito de la cercanía de la presentación ante la Asamblea General de la ONU de un informe sobre la necesidad de poner fin al cerco norteamericano, Obama está en la capacidad de permitir a la isla la apertura en Estados Unidos de oficinas de información sobre viajes.
También tiene la facultad para autorizar las exportaciones a Cuba de productos estadounidenses dirigidos a ramas claves de la economía como la minería, el turismo, la biotecnología y la producción petrolera.
Del mismo modo, el presidente de la nación norteña puede dar ‘luz verde’ a las importaciones en su país de mercancías y productos cubanos, más allá de los elaborados por el sector no estatal, así como a aquellos fabricados a partir de materias primas cubanas.
Obama tiene, además, la potestad para permitir la exportación a Cuba de insumos y equipos médicos que puedan utilizarse en la creación de productos biotecnológicos y para ampliar las formas de colaboración en el desarrollo, comercialización y suministro de medicamentos y artículos biomédicos, entre ellas las inversiones directas de compañías estadounidenses.
Puede también autorizar a compañías de su país para la comercialización de tratamientos médicos cubanos en Estados Unidos y para la venta de las materias primas que necesita la mayor de las Antillas a fin de producir medicinas para sus ciudadanos y la población de otros países en desarrollo.
Asimismo, está en la facultad de dar el visto bueno para que nacionales estadounidenses reciban tratamientos médicos en Cuba.
Por otra parte, el presidente Obama puede permitir a las entidades bancarias y a las empresas cubanas abrir cuentas en bancos de Estados Unidos e instruir a los representantes de ese país en las instituciones financieras internacionales para que no bloqueen la cesión de créditos u otras facilidades.
Igualmente tiene el poder para autorizar que individuos y compañías estadounidenses realicen inversiones en Cuba, más allá de las aprobadas para el sector de las telecomunicaciones, y para que las subsidiarias de la nación norteña puedan establecer negocios con la isla relacionados con la prestación de servicios.
Obama tiene la facultad para permitir a las compañías de su país la realización de todas las transacciones y exportaciones relacionadas con la exploración y extracción de hidrocarburos en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Cuba y la prevención de derrames de petróleo.
También puede autorizar a entidades extranjeras a utilizar plataformas para la exploración y extracción de petróleo en aguas profundas que tengan más de un 25 por ciento de componentes estadounidenses y a participar en la búsqueda de petróleo en la ZEE cubana.
Desde el anuncio por parte de Washington y La Habana del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, Obama tomó varias medidas que, aunque bien recibidas en la isla, fueron consideradas insuficientes para poner fin al cerco económico, financiero y comercial.
El próximo día 26 la Asamblea General del máximo organismo internacional discutirá por vigesimoquinta ocasión un informe cubano sobre los daños del bloqueo y la necesidad de ponerle fin al mismo. La votación del pasado año concluyó con 191 países a favor de Cuba y solo dos en Contra, Estados Unidos e Israel.
