Por Kerry Sheridan
Miami/AFP
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció la creación de la mayor reserva marina del mundo en su archipiélago natal de Hawái, con lo que aspira a consolidar su imagen de defensor del medio ambiente antes de dejar la Casa Blanca.
Con el anuncio, Obama cuadriplicó el tamaño del área protegida conocida como Papahanaumokuakea, que ahora abarcará 1,5 millones de kilómetros cuadrados, lo que representa cuatro veces el tamaño de California.
Esas aguas son el hogar de unas 7.000 especies marinas autóctonas, incluidas algunas como el pulpo fantasma, descubierto recién este año, y otras más viejas como el coral negro, que se estima tiene 4.265 años.
Unos 14 millones de aves marinas viven en el área y hacen sus nidos en las islas, entre ellas una hembra de albatros conocida como Wisdom, que se calcula tiene 65 años de edad. Esta área es también el hábitat de tortugas verdes amenazadas y de un tipo de monos en peligro de extensión.
Esta reserva marina fue establecida en 2006 por el expresidente George W. Bush y declarada en 2010 patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Insistir sobre el cambio climático
El anuncio de Obama coincidió con el centenario de la fundación del Servicio Nacional de Parques (NPS), la agencia estadounidense responsable de la gestión de parques nacionales y áreas protegidas de jurisdicción federal.
El presidente ha hecho de la protección de los espacios naturales uno de los sellos de sus años en la Casa Blanca.
Al dirigirse el jueves al atolón de Midway, en la reserva Papahanaumokuakea, volverá a insistir en la urgencia de actuar sobre el clima, en momentos en que su ambicioso programa de lucha contra el calentamiento global fue suspendido por el Tribunal Supremo.
Desde 2009, Obama ha protegido más espacios que cualquiera de sus predecesores recurriendo a la Antiquities Act, una ley firmada en 1906 por Theodore Roosevelt, un ardiente defensor de la protección de los recursos naturales.
Este texto permite al presidente tomar medidas urgentes para preservar espacios amenazadas, que pueden después ser transformados en parques nacionales previa aprobación del Congreso.
¿Bueno o malo para el atún?
El senador demócrata Brian Schatz, elegido por Hawái, saludó la extensión de la reserva marina, considerando que ello permitirá «recuperar las reservas de atunes, alentar la biodiversidad y luchar contra el cambio climático».
Greenpeace también saludo lo que llamó una «valiente decisión», que prohibirá la pesca comercial y extracción de mineral en la región.
«Con la extensión del monumento, el presidente Barack Obama amplió la protección para uno de los sitios más significativos desde el punto de vista biológico y cultural en el mundo», dijo Joshua Reichert, presidente ejecutivo de Pew Charitable Trusts.
Por el contrario, agrupados en una organización llamada «The Western Pacific Regional Fishery Management Council», opositores del proyecto se manifestaron «decepcionados» el viernes, al denunciar una decisión «que sirve para un resultado político más que para la defensa de las especies marinas».
«Prohibir la pesca comercial en el 60% de las aguas de Hawái, cuando la ciencia nos dice que eso no va a hacer más productiva la pesca local, no tiene sentido», dijo Edwin Ebiusi, un dirigente de este grupo que reúne a pescadores y otros actores económicos que viven de actividades vinculadas al mar.
Pero la ONG Pew señaló que Papahanaumokuakea había «inspirado un movimiento internacional de protección de grandes áreas oceánicas».
De hecho, decenas de países han tomado medidas en este sentido en los últimos años.
Nueva Zelanda, por ejemplo, anunció a finales de septiembre de 2015 su intención de establecer en el Pacífico Sur un gigante santuario marino con una superficie de 620.000 km2 en las Islas Kermadec.
Nueva Caledonia, por su parte, creó un área marina protegida (AMP) de 1,3 millones de kilómetros cuadrados, la más grande de Francia y una de las más grandes del mundo.