Por Huw Griffith
Seúl/AFP
El presidente estadounidense Barack Obama inició este viernes una visita a Corea del Sur, viagra sale cialis advirtiendo a Corea del Norte que las amenazas no le aportarán «nada», sovaldi there en momentos en que se teme que Pyongyang realice una cuarta prueba nuclear.
Las amenazas de Corea del Norte no le «aportarán nada», advice declaró Obama, en una conferencia de prensa conjunta con su homóloga surcoreana Park Geun-Hye.
Además, «China está empezando a reconocer que Corea del Norte no representa solamente una molestia, sino también una amenaza significativa para su propia seguridad», indicó Obama.
Desde Tokio, primera etapa de su gira asiática, antes de viajar a Seúl, Obama había pedido a China que convenza a Corea del Norte de que abandone su programa nuclear.
Según un centro de estudios estadounidense especializado en Corea del Norte, poco antes que se produjera la llegada del presidente Obama a Seúl, Pyongyang parecía encontrarse en plenos preparativos para un cuarto ensayo nuclear.
Imágenes tomadas desde satélites muestran un aumento de las actividades en el sitio de Punggye-ri, donde se desarrollan las pruebas nucleares de Pyongyang, las que estarían vinculadas «probablemente a la preparación de una nueva detonación», indicó el instituto estadounidense-surcoreano de la universidad Johns Hopkins.
Anteriormente, Corea del Norte realizó tres pruebas nucleares: en octubre de 2006, en mayo de 2009 y en febrero de 2013, ensayos prohibidos por la ONU y que en cada una de estas ocasiones, provocaron nuevas sanciones internacionales contra el país asiático.
Los analistas están divididos en cuanto a la probabilidad de que esta cuarta prueba tenga lugar simultáneamente a la visita de Obama. Algunos consideran que Pyongyang busca sobre todo hacerle «castañear los dientes» a Estados Unidos y Corea del Sur, pero prefiere evitar la cólera de China, su único aliado de peso.
Corea del Norte había calificado esta semana de «peligrosa» la gira de Obama, considerando que agravará la tensión militar y tendrá consecuencias negativas para «la carrera armamentista nuclear».
Estados Unidos tiene 28.500 soldados en el territorio surcoreano y ambos países llevan a cabo todos los años maniobras militares conjuntas que irritan a Corea del Norte.
Además de los temores de una nueva prueba nuclear norcoreana, esta visita de Obama está dominada por el duelo, tras la muerte de 183 personas y la desaparición de otras 119 en el naufragio de un transbordador.
A su llegada a Seúl, Obama presentó sus condolencias por esta «increíble pérdida» causada por el naufragio del ferry el 18 de abril.
«Soy muy consciente de que mi visita tiene lugar en un momento de duelo para el pueblo de esta nación», declaró el mandatario.
«Sólo quiero presentar, en nombre del pueblo estadounidense, condolencias por esta increíble pérdida que ha tenido lugar», agregó.
Por otra parte, Obama consideró, también este viernes, que el sistema de prostitución forzada de mujeres asiáticas al servicio de los soldados japoneses durante la Segunda Guerra Mundial fue una violación «atroz» de los derechos humanos.
La mayoría de los historiadores estiman en 200.000 el número de mujeres –sobre todo coreanas, chinas y filipinas– convertidas en esclavas sexuales por Tokio durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
En la actualidad, el caso de estas mujeres y las atrocidades cometidas por las tropas imperiales siguen pesando sobre las relaciones entre Japón y sus vecinos.
Para Obama, los japoneses y los coreanos tienen que «encontrar caminos que permitan superar la pena y el dolor».