Por Aldo Gamboa/Washington/AFP
El presidente de Estados Unidos, for sale decease Barack Obama, check pedirá al Congreso unos 1.800 millones de dólares para un fondo de urgencia de lucha contra el virus del Zika, que se propaga rápidamente por todo el continente americano.
En una nota oficial, la Casa Blanca informó que Obama presentará «en breve» un pedido formal al Congreso por esos recursos para «fortalecer nuestros esfuerzos de preparación y respuesta al virus zika, tanto en el ámbito doméstico como internacional».
En declaraciones a la cadena de TV CBS, Obama dijo que era necesario «tomarse esto muy seriamente», aunque igualmente añadió que era necesario evitar «el pánico».
«La buena noticia es que, al contrario del ébola, nadie muere de zika. Mucha gente lo contrae y ni siquiera se entera. Pero sabemos que aparentemente hay un riesgo significativo para mujeres embarazadas o que planean un embarazo», comentó.
De acuerdo con la Casa Blanca, el pedido de Obama al Congreso contempla 828 millones de dólares de fondos de emergencia al Centro de Control y Prevención de Enfermedades, y 200 millones para investigaciones para el desarrollo de una vacuna.
El director del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, Anthony Fauci, dijo a la prensa que las perspectivas para la obtención de una vacuna indican la posibilidad de iniciar pruebas «en el verano» boreal.
«Difícilmente tendremos una vacuna que está ampliamente disponible, pero seguramente podemos dar los primeros pasos», añadió el experto.
Lucha en el frente externo
Además, Obama pedirá al Congreso, controlado por el opositor partido Republicano, un paquete de 335 millones que serán canalizados vía la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) a países afectados por el brote de zika.
El Departamento de Estado sería receptor de un paquete adicional de 41 millones de dólares para auxilio a estadounidenses en el exterior y «soporte a los esfuerzos de la UNICEF en Brasil», el país más afectado por el zika y casos de microcefalia en recién nacidos.
La propuesta a ser enviada al Congreso incluye también 250 millones de dólares para la atención médica vía seguros de salud, y 210 millones para creación de nuevos centros de respuesta al brote y apoyo a centros comunitarios de salud en Puerto Rico.
El gobernador de este estado libre asociado de Estados Unidos, Alejandro García Padilla, declaró el viernes el estado de urgencia sanitaria en la isla.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya declaró una emergencia médica global ante la rápida propagación del virus, y numerosos países tomaron la iniciativa de pedir a las mujeres que eviten a toda costa un embarazo en la actual coyuntura.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al menos 26 países del continente han sido ya afectados por el zika.
Un vector para tres enfermedades
La mayoría de los estadounidenses infectados por el virus habían viajado a zonas donde el mosquito transmisor de la enfermedad, el Aedes aegypti, es común. Este zancudo también es vector del dengue y la chincunguña.
No obstante, las autoridades estadounidenses confirmaron un caso de transmisión sexual del virus del Zika en el país.
El zika se extiende extremadamente rápido en Sudamérica y en América Central, pero también en Puerto Rico. Las autoridades estadounidenses temen sobre todo que, al llegar la primavera y el verano boreal, el Aedes aegypti alcance los estados sureños del país.
El zika se manifiesta en el 80% de los casos con síntomas similares a los de una gripe, e incluso pueden pasar desapercibidos.
Sus efectos son peligrosos sobre todo para la mujeres embarazadas, pues se estudia la posibilidad de que el virus este relacionado con el aumento de casos de microcefalia entre recién nacidos cuyas madres lo hayan contraído.
También se estudia su relación con un aumento de los casos del síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad neurológica que puede provocar parálisis.
Obama ya había formulado en 2014 un llamado global de acción contra el ébola, y en su último discurso ante el Congreso sobre el Estado de la Unión pidió un esfuerzo extraordinario para derrotar al cáncer en las próximas décadas.