Por María Lorente/Maria Isabel Sánchez
Ciudad de Panamá/AFP/PL
Washington/PL
La foto hará historia. Por primera vez, sickness un presidente estadounidense y uno cubano estarán cara a cara durante la Cumbre de las Américas, seek sellando el acercamiento entre sus países archirrivales por más de medio siglo.
Sin embargo, sickness Venezuela puede aguar la fiesta. Todo indicaba que la cita del viernes y sábado en Panamá sería el mejor escenario para celebrar el acuerdo que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron el 17 de diciembre de normalizar las relaciones.
En Panamá se enterraría el fantasma cubano que ha flotado entre Estados Unidos y América Latina, para dar paso a una nueva fase de relaciones. Pero la gran duda ahora es cuánto pesará la decisión de Obama de declarar a Venezuela como una amenaza para su seguridad nacional.
El presidente venezolano Nicolás Maduro -con adhesiones de sus aliados regionales- intensificará en Panamá su cruzada contra Washington, y anunció su intención de presentar durante el foro diez millones de firmas para exigir a Obama que derogue la medida.
Ver a Estados Unidos junto a Cuba «iba a ser el momento de la cumbre, pero en cuestión de un mes o dos la agenda cambió y pasó a ser una más tradicional, marcada por el histórico antagonismo», opinó Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas.
Aunque será difícil eclipsar la imagen de un presidente estadounidense y uno cubano juntos. Si bien Obama y Castro se saludaron durante el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica en 2013, no han mantenido, como no lo ha hecho ningún líder de los dos países en medio siglo, un encuentro de más de cinco minutos.
Fue justamente en Panamá, en 1956, la última vez que un presidente de Cuba, el dictador Fulgencio Batista, y de Estados Unidos, Dwight Eisenhower, se reunieron antes de la ruptura, en 1961, de relaciones diplomáticas.
Ahora, por vez primera desde que se efectuó en 1994 la primera Cumbre de las Américas, Cuba tendrá una silla entre los 35 estados del continente.
Sin prisas pero sin pausas
Los analistas no creen que Venezuela, principal benefactor económico de Cuba, se convierta en el gran obstáculo para las negociaciones entre La Habana y Washington.
«De ninguna manera van a dejar a Venezuela insertarse en este proceso (aunque) el gobierno de Cuba públicamente va a seguir expresando su solidaridad con el gobierno venezolano», aclaró Frank Mora, director del Centro para América Latina de la Florida International University, exencargado de la región en el Pentágono bajo Obama.
Raúl Castro es pragmático y consciente de la crisis en Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, agobiado por la mayor inflación de América Latina y un desabastecimiento de alimentos y medicinas.
Muchos esperaban la reapertura de embajadas en Washington y La Habana antes de la Cumbre. Pero aún persisten asuntos espinosos como el reclamo de Cuba de que Estados Unidos la borre de su lista de países patrocinadores del terrorismo, que completan Siria, Sudán e Irán.
Los expertos advierten que el restablecimiento de relaciones será «un proceso lento». «Eso es casi inevitable por los 50 y pico de años de no solo no tener relación, sino de tener una desconfianza histórica», explicó Mora.
Desde diciembre, el contacto ha sido constante: hubo tres rondas de negociaciones -dos en La Habana y una en Washington-. Paralelamente iniciaron el diálogo sobre derechos humanos, aviación civil y telecomunicaciones.
No son gestos menores. Pero «hay muchos grupos interesados en ambos lados en hacer descarrilar el proceso, a los cuales Raúl y Obama les tienen que rendir cuentas», advirtió Carlos Malamud, del Real Instituto Elcano.
Viento en contra
A diferencia de citas anteriores, varios países de América Latina acuden a la VII Cumbre de las Américas con sus economías golpeadas. La caída en el precio de las materias primas, un escaso dinamismo de la demanda global y la apreciación del dólar juegan en su contra.
Pero este panorama sombrío puede servir a Estados Unidos para recuperar un espacio que ha ido ganando China en América Latina con comercio e inversiones multimillonarias.
Obama acude a Panamá reforzado por el diálogo con Cuba y además con Irán -tras el acuerdo nuclear-, pero lo que suceda en adelante con América Latina dependerá de su capacidad de maniobra en una región diversa.
La pregunta es hasta dónde llegará el compromiso de países como Brasil, Colombia y México con Venezuela.
Cumbre de las Américas, prueba para política de Estados Unidos hacia Cuba
El nuevo curso de la política estadounidense hacia Cuba tendrá su primera gran prueba cuando el presidente Barack Obama participe en la Cumbre de las Américas en Panamá, señala hoy un artículo del diario The New York Times.
En ese cónclave, el mandatario espera destacar su decisión de poner fin a más de medio siglo de aislamiento de Estados Unidos respecto a la isla caribeña, añade el texto.
Incluso antes de que Obama aborde el avión presidencial este miércoles, funcionarios de la Casa Blanca aseguraron que la administración está cerca de tomar una decisión sobre la exclusión de Cuba de la lista de países que, según el Departamento de Estado, patrocinan el terrorismo internacional.
Esta relación unilateral constituye uno de los obstáculos principales para el proceso de normalización de las relaciones bilaterales, al igual que el bloqueo económico, comercial y financiero que Washington mantiene contra la nación caribeña por más de medio siglo.
Según el artículo del Times, firmado por la periodista Julie Hirschfeld Davis, la eliminación de Cuba de esa lista pudiera facilitar el camino hacia el restablecimiento de los vínculos diplomáticos y la apertura de las embajadas en las respectivas capitales, un paso crucial en la disminución de las tensiones entre países vecinos.
El 17 de diciembre de 2014, Washington y La Habana anunciaron la intención de restablecer relaciones diplomáticas y avanzar hacia la normalización, ocasión en la cual el presidente Obama dijo que dio instrucciones para que se revisara la inclusión de Cuba en ese listado
Entre enero y marzo pasados, delegaciones de Estados Unidos y Cuba sostuvieron varias rondas de conversaciones con el fin de avanzar hacia la reanudación de los vínculos diplomáticos y avanzar en otros temas de interés de la agenda bilateral.
La reunión más reciente tuvo lugar el 31 de marzo entre representantes de ambos países en la sede del Departamento de Estado en Washington, donde abordaron preocupaciones y aspectos metodológicos dirigidos al avance del debate sobre derechos humanos, el cual fue propuesto por la isla.
Comienzan eventos colaterales de Cumbre de las Américas
Les invito a ser parte de la historia, expresó el presidente panameño, Juan Carlos Varela, al referirse al desarrollo a partir de hoy, de los encuentros hemisféricos que incluye la VII Cumbre de las Américas.
Las declaraciones se produjeron previas al inicio de los foros de la Sociedad Cilvil y la Juventud, que comienzan este 8 de abril y se extenderán hasta el próximo viernes 10, y de sus discusiones saldrán propuestas que presentarán a los jefes de Estado y Gobierno.
En una alocución trasmitida en cadena nacional de radio y televisión, el mandatario exhortó «a que unidos como una sola gran familia, vivamos con orgullo la Séptima Cumbre y demos lo mejor de cada uno de nosotros, para consolidar nuestro país como capital de las Américas, puente del mundo y corazón del universo».
Desde hace cinco siglos, el istmo de Panamá ha servido como ruta de tránsito y punto de convergencia de las civilizaciones, dijo el Presidente, y acotó que «nuestro país sigue cumpliendo ese mismo rol y ratificamos nuestro compromiso de ser un Estado al servicio de nuestro pueblo y de la comunidad internacional».
Varela señaló que «hemos regresado nuestro país a una política exterior de diálogo y consenso», en clara alusión a las posiciones asumidas por el anterior Gobierno, que desvió al país de la tradicional neutralidad.
Pronosticó que esta Cumbre dará inicio a «una nueva etapa en las relaciones hemisféricas basadas en el respeto de los diferentes sistemas de gobierno y enfocadas en la solución de los problemas comunes que afectan a nuestros pueblos».
«Prosperidad con Equidad: Fortaleciendo la Cooperación más allá de Panamá» y «Prosperidad con equidad: El desafío de la cooperación en las Américas», son los lemas de los foros de la Sociedad Civil y Juventud, respectivamente, cuya selección para participar es fuertemente criticado, mientras organizadores confirmaron que es la Organización de Estados Americanos (OEA) quien decide la aceptación.
La Central del Trabajadores de Cuba (CTC), que agrupa a unos tres millones de afiliados en 17 sindicatos, y el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico denunciaron el rechazo a su participación en el encuentro continental de la Sociedad Civil, pero estarán en la Cumbre de los Pueblos, encuentro paralelo fuera del programa oficial de la OEA.
Nos hubiera gustado ser parte del Foro de la Sociedad Civil, pues nos interesaba mostrar ejemplos de verdadera democracia de la que los sindicatos somos parte y enviamos las solicitudes con tiempo suficiente, pero no nos aprobaron a ninguno, denunció Gisela Duarte, miembro del secretariado nacional de la CTC.