Por Daniel García Marco/Washington/dpa/AFP
El presidente de Estados Unidos, online Barack Obama, thumb y el papa Francisco mostraron este miércoles en el jardín de la Casa Blanca su coincidencia en temas como el cambio climático y la inmigración.
«Como hijo de una familia de inmigrantes, view me alegra estar en este país, que ha sido construido en gran parte por tales familias», comenzó su discurso el papa, cuyos padres emigraron de Italia a Argentina.
Francisco, que pronunció en inglés su discurso, llegó el martes a Estados Unidos, donde estará hasta el domingo tras haber pasado cuatro días en Cuba. Además de Washington también visitará Nueva York y Filadelfia, donde el fin de semana se celebra el Encuentro Mundial de las Familias.
Obama, que celebró que el jesuita argentino sea «el primer papa de las Américas», puso el acento, entre otros temas, en la inmigración, tanto como tema de campaña en Estados Unidos de cara a las elecciones presidenciales de 2016 como por la crisis de refugiados sirios que se vive en Europa.
«La compasión significa dar la bienvenida al extranjero con empatía y con un corazón verdaderamente abierto», dijo el presidente, que celebró la bonita y soleada mañana de Washington.
Los demócratas en torno a Obama y sus oponente republicanos discrepan sobre cómo abordar el asunto migratorio en un país donde viven y trabajan millones de indocumentados.
Pero quizá la mayor coincidencia se vio al hablar del cambio climático que muchos republicanos niegan en Estados Unidos.
«Señor Presidente, me complace que usted haya propuesto una iniciativa para reducir la contaminación atmosférica. Reconociendo la urgencia, también a mí me parece evidente que el cambio climático es un problema que no se puede dejar a la próxima generación», dijo Francisco en una ceremonia en el jardín de la Casa Blanca a la que asistieron 15.000 personas.
«Con respecto al cuidado de nuestra casa común, estamos viviendo en un momento crítico de la historia. Todavía tenemos tiempo para hacer los cambios necesarios para lograr un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar», dijo Francisco, que recientemente escribió una encíclica sobre medio ambiente.
Obama también subrayó «la sagrada obligación» de proteger el planeta, «el magnífico regalo que nos hizo dios».
«Usando una frase significativa del reverendo Martin Luther King, podríamos decir que hemos incumplido un pagaré y ahora es el momento de saldarlo», agregó el papa citando a uno de los grandes personajes históricos de Estados Unidos.
El papa y Obama también han trabajado codo con codo en el deshielo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba tras más de medio siglo de enfrentamiento ideológico.
«Santo Padre, agradecemos su valioso apoyo en nuestro nuevo comienzo con el pueblo cubano, que nos da la esperanza de tener mejores relaciones entre nuestro países, mayor cooperación en todo el hemisferio y una vida mejor para el pueblo cubano», dijo Obama.
El papa, en cambio, no citó a Cuba, donde pasó los cuatro últimos días antes de llegar a Estados Unidos, pero agradeció a Obama «los esfuerzos realizados recientemente para reparar relaciones rotas».
El presidente elogió las «cualidades personales únicas» de Francisco: «En su humildad, su sencillez, en la gentileza de sus palabras y de su espíritu vemos un ejemplo vivo de las enseñanzas de Jesús, un líder cuya autoridad moral no sólo proviene de sus palabras sino de sus hechos».
Tras la recepción en la Casa Blanca, el papa recorrerá en su papamóvil el National Mall, donde se ubican los principales monumentos de la capital estadounidense y donde esperan desde primera hora de la mañana miles de simpatizantes.
Por la tarde celebrará la canonización de Junípero Serra, padre fundador de California en el siglo XVIII.
El jueves, Francisco será el primer papa en hablar ante el Congreso de Estados Unidos, y el viernes lo hará ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Aclamado en calles de Washington
El papa Francisco recorría este miércoles las calles de Washington a bordo del papamóvil, aclamado por una multitud que esperó por horas para saludar al primer pontífice latinoamericano.
El papa saludaba sonriente a las miles de personas, sobre el vehículo de techo transparente -un Jeep Wrangler blanco fabricado en Estados Unidos por el gigante automotor Fiat Chrysler.
Washington, usualmente indiferente a las caravanas de ilustres jerarcas que se desplazan por sus calles, se ha visto envuelta en una «papamanía», al igual que la Casa Blanca, donde impera un ambiente de agitación.
Desde tempanas horas de la mañana, la gente ya llegaba en bandadas a la capital.
Katherine Gorman, quien estaba en el metro a la cinco de la madrugada, dijo que «solo una vez en la vida», se presenta semejante oportunidad.
«Benedicto era más estricto. Francisco es para el pueblo», dijo esta joven abuela de 47 años a la AFP.
El propio Obama se desplazó, algo muy inusual, al aeropuerto a recibir al pontífice, junto con su esposa y sus dos hijas, así como el vicepresidente Joe Biden y su propia y numerosa familia.
El efusivo recibimiento refleja las coincidencias entre Obama, de fe protestante, y este jesuita argentino de 78 años, sobre una variedad de temas que van desde el cambio climático, las desigualdades, la inmigración, hasta el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba, que contó con una importante mediación papal.
La visita es un espejo política de la que realizó el papa Benedicto XVI a la Casa Blanca de George W. BUsh en 2008. Aquellos dos hombres eran tan conservadores como lo son progresistas Francisco y Obama.
Temas candentes
El discurso más esperado de Francisco en la capital estadounidense será el jueves, ante las dos cámaras del Congreso.
Allí el Papa pretende centrarse en el medio ambiente y los riesgos que implica el cambio climático, tema que fue objeto de la encíclica «Laudato Si» y que divide las opiniones del conservador partido Republicano, que controla las dos cámaras del Congreso.
El legislador conservador Paul Gosar -poco conocido hasta ahora y quien se declara católico- adelantó que boicoteará la sesión, precisamente por considerar que el papa divulga «falsa ciencia» con su posición sobre el medio ambiente y que utiliza una retórica «socialista».
«Cuando el papa elige actuar y hablar como un político izquierdista, tiene que esperar ser tratado como uno de ellos», escribió Gosar.
Más allá del radicalismo de Gosar, no es secreto para nadie que los sectores más conservadores -en su gran mayoría de fe protestante- no aceptan que un líder espiritual de la talla del papa venga al Congreso a expresar ideas que coinciden con las del presidente, a quien los republicanos combaten día y noche.
En el avión en que viajó desde Cuba, Francisco dijo a los periodistas que no planea hacer referencia explícita al bloqueo estadounidense contra Cuba en el Congreso, aunque hará una alusión general a acuerdos internacionales.
El embargo a Cuba solo puede ser desmontado por el Congreso y aunque Obama ha pedido que se elimine esa legislación, los Republicanos no muestran ninguna prisa en hacerlo.
Francisco hablará sobre la protección y recepción de los inmigrantes; la defensa del medio ambiente, con un firme alegato a favor de una revolución energética radical y una desaceleración económica, según fuentes vaticanas.
Tampoco faltarán críticas a la «dictadura» de la tecnología y las finanzas, así como la denuncia de la responsabilidad de los vendedores de armas y las grandes potencias en la «tercera guerra mundial en cuotas» en curso, que denuncia sin cesar.
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