Dr. José Joaquín Morales Chávez
MD, PhD, Cirujano FRCS Canadá
Partimos reconociendo la realidad de que el sistema capitalista está en una profunda crisis y que ningún Estado nación puede permanecer aislado de esa crisis. La crisis es a nivel económico, social, político, cultural y ambiental. El sector capitalista transnacional (SCT) nos ha impuesto su dominio global y en buena parte usan los estados nación para organizar las condiciones que faciliten la acumulación de capital por parte las corporaciones transnacionales (Ebook, El Capitalismo Global y La Crisis de la Humanidad). El SCT necesita de peones, como Bukele, que obedezcan y ejecuten sus agendas de acumulación del capital transnacional.
En este contexto debemos ver tras la imagen que muestra Bukele, a quien realmente Bukele obedece. El servilismo obediencial de Bukele es al capital transnacional. Este capital transnacional a su vez impulsa la instauración de regímenes neofascistas, cuyo objetivo es disciplinar a la clase trabajadora, y el pueblo en general usando la mediación de individuos como Bukele, Bolsonaro, Víctor Orban, y Giorgia Meloni etc. La disciplina a la población se impone usando el terror y el miedo, las fosas clandestinas en los centros penales, la persecución de la prensa incómoda, la persecución de la oposición, etc.
El gobierno de Bukele impulsa el despojo de tierras para realizar una turístización deshumanizante en El Salvador; la reimplantación de la minería metálica, y la comercialización de cripto activos en particular el Bitcoin. Estos tres elementos que impulsa obedientemente Bukele no favorecen a la población; en efecto, con la turistización de la Economía se impulsa el despojo de tierras de los campesinos que están localizadas, sobre todo, en sectores que podrían ser esencialmente turísticos. Éste es el caso de las comunidades del bajo lempa de Tecoluca como el Guajoyo. Además, para reestablecer la minería metálica en El Salvador se permite inversiones de capitales oscuros que adquieren enormes cantidades de tierras y expulsan a los campesinos de sus propiedades en el departamento de Cabañas. La propagandización del Bitcoin también es otro elemento obediencial de Bukele y que no favorece en nada a la población, sino a las transnacionales como Binance (la que posee y comercializa mas el Bitcoin en el mundo). Un agregado que es bueno citar es que Bukele tiene contratado como mercante de el Bitcoin a Max Keizer un ex corredor de la bolsa en USA.
Como resultado de estas políticas obedienciales de Bukele veremos grandes cantidades de campesinos sin tierra, aumento de enfermedades resultado de la contaminación de el agua en El Salvador, el incremento de la migración hacia Estados Unidos, el masivo desempleo y la abundancia de mano de obra barata como “el ejército de reserva” (Karl Marx) que necesita el capital transnacional.
Entendemos que el capital transnacional está coaligado a través de la mediación de Bukele con el capital nacional local y no es casual que los Callejas,
los Dueñas, los Kriete, los Bukele y otros estén recibiendo beneficios de esta política de destrucción ambiental, despojo de tierras, abandono de la agricultura, etc.
La domesticación y disciplinamiento de la población se hace con la imposición de el terror y el miedo. Así conocemos los llamados campos de concentración en las cárceles de El Salvador (Presidente Petro de Colombia), donde ya se mencionan la existencia de fosas clandestinas en los penales. Por esa razón muchas familias sufren la angustia de no saber que pasa con los presos inocentes encarcelados usando el criminal estado de excepción.
Por supuesto que para muchos es conocido la corrupción sin limites que el gobierno de Bukele usa como un mecanismo local de acumulación de riquezas de la familia del presidente y su grupo de allegados incondicionales. Estos incondicionales que actúan en la Asamblea Legislativa de aprieta botones, en la Corte Suprema de Justicia de El Salvador así como el Tribunal Supremo electoral, la Procuraduría de Derechos Humanos y otros.
La población de El Salvador debe reconocer el sometimiento servil y obedienciales de Bukele al capital transnacional. Además, es importante que la población entienda que es que lo que no se ve detrás de la máscara del presidente.
Esta es una invitación a la población para poner atención a saber a quien sirve la obediencia de Bukele. Finalmente, este es un llamado a la población a la organización y a la movilización que vaya más allá del proceso electoral amañado en la cual el fraude ya está hecho sólo falta la elección ilegal de Bukele.