Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
El mensaje del VIII Encuentro de Obispos y Agentes de Pastoral de Movilidad Humana Frontera Sur de México y Centroamérica señala su compromiso de ser “portadores de esperanza y construir el futuro con los migrantes y refugiados”.
El pronunciamiento se da en el marco de una detención masiva de 652 migrantes centroamericanos en México, en los límites de las fronteras de México y Estados Unidos, en la ciudad de Hidalgo, Tamaulipas.
En su mayoría las personas migrantes eran del Triángulo del Norte, en donde la mitad eran menores de edad y de estos 197 “viajaban solos”, todos iban escondidos en contenedores refrigerados. Los migrantes salvadoreños sumaban 28 personas.
“Animados por el espíritu sinodal, que nos invita a caminar juntos en la misma dirección e inspirados por el mensaje del Papa Francisco a construir el futuro juntos con los migrantes y refugiados, nos hemos reunido en Antigua Guatemala, en el VIII Encuentro de Obispos de la Frontera Sur de México y Centroamérica”, indicaron en su pronunciamiento.
“Con estos encuentros queremos fortalecer la capacidad de articularnos como conferencias episcopales y pastorales de movilidad humana en estos de países de origen, tránsito y destino de tantos hermanos y hermanas en movilidad para acompañarlos y construir con ellos un futuro donde todos somos una misma familias”, aseguraron.
Asimismo, señalaron su preocupación al “procurar escuchar con el corazón” que los gobiernos no garantizan el derecho a no migrar y siguen promoviendo modelos de desarrollo que “ensanchan desigualdades socioeconómicas”, y esto profundiza la situación de precariedad en que viven las mayorías ya empobrecidas.
Y les inquieta también, el “deterioro progresivo de las frágiles democracias” de la región centroamericana, a la que suma la “corrupción endémica y la cultura de la impunidad”, por tanto, estos obstáculos socavan la esperanza de los pueblos a vivir en sus países de origen en forma digna.
“Por nuestra misión somos testigos del paso de oleadas de personas que huyen de las diferentes crisis en muchas partes del mundo: haitianos, venezolanos, cubanos, colombianos, africanos, asiáticos y centroamericanos. Vemos como ante su tránsito se profundizan y promueven las políticas de contención de la migración de los más empobrecidos, a quienes se les como amenazas y se les aplican medidas basadas en una visión de seguridad nacional por encima del derecho a migrar y buscar un mejor porvenir”, sostuvieron.
Sobre la experiencia de la Iglesia en estas zonas, reconocieron que constantemente son testigos entre los flujos de migrantes hay “núcleos familiares completos” mujeres jóvenes, así como niñez y adolescentes, quienes realizan jornadas extenuantes en busca de la “posibilidad de un futuro”, pese a la vulnerabilidad que enfrentan a ser víctimas del crimen organizado y la trata de personas.
“Invitamos a la reflexión y a realizar acciones concretas a los tomadores de decisión para promover la protección y el desarrollo integral de las familias, las mujeres, la niñez y adolescencia, de modo que desde su dignificación puedan generarse proyectos de vida que revitalicen nuestras sociedades”, manifestaron.
“Observamos con preocupación como los diferentes intereses que influyen en las políticas migratorias en nuestros países, llevan a irrespetar los acuerdos que buscan promover la integración de los mismos y el libre tránsito de migrantes a través de nuestras fronteras bajo la figura de visas, permisos y salvoconductos sin que estos garanticen un tránsito seguro por nuestros territorios, se constituye en una forma legalizada de exploración económica de migrantes”, aseveraron.
Entre las recomendaciones de los Obispos y Agentes de Pastoral de Movilidad Humana Frontera Sur de México y Centroamérica señalaron que han recogido el “clamor de los migrantes”, que señalaron a los funcionarios de migración y agentes de seguridad pública como violentadores de sus derechos que va desde la ruptura o retención de documentos de identificación, a la negación del derecho a no retornar, acciones ilícitas como extorsiones y cobros ilegales en complicidad con redes del crimen organizado.
“Pedimos que se revisen las políticas migratorias de los países, la actuación de los funcionarios en los puntos fronterizos y en todas las rutas migratorias, y a las autoridades de los países del CA-4, a que sus funcionarios respeten dicho acuerdo”, señalaron.
“A pesar de todos estos signos, encontramos esperanza en el amor que mueve a muchos de estos hermanos y hermanas a sacrificarse y superar esas grandes dificultades para sacar adelante a sus familias. Nos inspira el trabajo sin fin de nuestros agentes de pastoral, trabajadores, trabajadoras, religiosos y sacerdotes que multiplican los panes y los peces en las obras a lo largo de las rutas migratorias. Nos conmueve el celo de quienes cuidan de nuestros hermanos y hermanas que buscan protección por la migración y el desplazamiento forzado y de quienes protegen a las víctimas sobrevivientes de la trata de personas”, expresaron.
Como obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que han emprendido su camino solidario a través de la Pastoral de Movilidad Humana, reiteraron en su mensaje su compromiso y siguiendo los pasos del Santo Padre, “alzan su voz por nuestros hermanos y hermanas migrantes”, al considerar la “urgencia” de construir de nuevas sociales solidarias.
“Como pastores y agentes de pastoral de está región tan llena de desafíos y oportunidades de conversión, nos sentimos impulsados a llamar a las iglesias en nuestros países a hacer crecer la pastora de Movilidad Humana, especialmente donde se hace más viva la presencia de nuestros hermanos y hermanas migrantes, a fortalecer sus espacios de articulación nacional y regional, y compartir las experiencias de servicio a migrantes, refugiados, desplazados, víctimas y sobrevivientes de la trata de personas, para promover un mejoramiento permanente de nuestras prácticas y servir donde nos necesitan”, puntualizaron.
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